Respuesta del propietario - La semana pasada Estimado Sr. Bodin, le responde la persona con la que usted habló ayer, mi nombre es Pepi Jimenez y SÍ, soy la dueña del Restaurante La Teja Azul, donde ustedes pretendían comer ayer sin tener reserva previa. Tal como le expliqué, bla, bla, bla. que parece que usted no entendíó, las mesas que usted vió montadas estaban reservadas para las 15,30 y lo que yo no debo ni puedo hacer cuando uno de mis clientes reserva su mesa, es hacerle esperar si me he comprometido a darle una mesa a la hora solicitada . De todos modos, en Restaurante La Teja Azul, es muy difícili, por no decir imposible, comer en 30 minutos como ustedes pretendían, ya que todos nuestros platos son elaborados al momento de ser solicitados, que es como mejor saben. No es lo mismo comerte un arroz recién sacado del fuego que recalentado al microondas como suelen hacer otros locales de comida ràpida. Ni siquiera comerte un tomate raff recién cortado que si lo mantienen en la nevera troceado horas antes del comienzo del pase. En Restaurante La Teja Azul, prima la calidad de la comida y la atención personalizada y profesional al cliente. Siento de corazón que se equivocara de local a la hora de elegirnos, ya que usted creo que no venía con la inteción de disfrutar de una buena comida sino que buscaba un local de fast-food. Cuando usted disponga de tiempo suficiente para disfrutar de una agradable y relajante comida o cena, le invito a reservar su mesa y yo misma le atenderé como atiendo a todos mis clientes que en su mayoría quedan plenamente satisfechos de nuestros platos y atención. Por supuesto que en Restaurante La Teja Azul, tenemos ganas de trabajar, ¡¡MUCHÍSIMAS!!, llevamos 15 años haciéndolo, pero tenemos ganas de trabajar ¡¡BIEN!!, y atender a todos nuestros comensales como se merecen. Tambíen le recomiendo que cuando entre a un restaurante a comer, no es recomendable pasearse por los diferentes salones para comprobar cuanta gente hay en el local, es mucho mejor esperar un momento en el hall. En cuanto la encargada se aperciba de su llegada, acabará lo que esté haciendo en esos momentos y le atendera correctamente, acompañándolo a su mesa si la tiene reservada, prepararle mesa si no ha hecho su reserva o explicándole amablemente que su aforo esta completo y no le puede atender como a usted le gustaría ser atendido y entregandole una tarjeta para invitarle a volver en otra ocasión. Espero haberme explicado con claridad, ya que el funcionamiento de la hostelería es algo complejo y no son muy bien conocidos los entresijos y problemas que conlleva trabajar en un oficio tan gratificante y vocacional como es éste. Sinceramente, me gustaría volver a verle por Restaurante La Teja Azul, y para que me conceda la oportunidad de cambiar su impresión, porque estoy segura de que saldrá plenamente satisfecho....
Read moreIndicar que se exige un mínimo de consumo por persona habría sido mucho más elegante que la desagradable situación que vivimos ayer en la teja azul. Ya cuando reservamos nos dijeron que en lugar de comedor nos adaptaban la mesa fuera, en la zona de cafetería, pero no nos importaba, pensamos que así los niños molestarían menos. Llegamos a las 2.30 y empezamos a pedir, para 7 personas (4 adultos y 3 niñas pequeñas) 4 raciones de arroz negro y quisquillas para los adultos (muy buenas por cierto, pero a 35 euros) 2 platos de pollo empanado y calamares fritos, esto último para las niñas pequeñas que consideramos más que suficiente para no tirar comida, que además habíamos tomado antes un pequeño aperitivo y dijimos, así dejamos sitio para el postre. Además, vino y agua. Aparece el camarero, muy amable y sin perder las formas nos dice que le indican en cocina que como el arroz va a tardar mucho nos recomendaba pedir más entrantes, pero le dijimos que no nos importaba esperar con las quisquillas y así comíamos con hambre, una vez más insisto en que no nos gusta que la comida se tire ni comer de más por obligación. Al cabo de un rato aparece el cocinero como un energúmeno y muy malas formas diciendo que por lo q habíamos pedido (unos 160 euros sin contar cafés y postre) no le merecía la pena ni recoger el mantel, que a ver qué nos pensábamos que esto es un negocio y que así no se puede. Ojipláticos nos quedamos nosotros los que veníamos de fuera, nuestros amigos de Villena avergonzados y el camarero también, no podíamos creer lo que nos estaba pasando, y no nos queríamos ir porque era muy tarde para los niños y no tenían la culpa de la situación, así que para que no se quedasen con hambre, tragamos saliva, pedimos queso (4 trozos mal puestos por 8 euros) y zamburiñas. Al cabo de casi 3 horas de una situación muy incómoda sin pedir más vino por cómo nos trataron ni café ni postre, ni disfrutar de la comida porque nos cortó el rollo totalmente salimos por la puerta para no volver jamás. En ningún momento este señor se preocupó de que quizás con lo que habíamos pedido nos quedaríamos con hambre que habría sido lo más profesional. Ninguno de los allí presentes habíamos vivido una situación tan vergonzosa antes, pero es que el propio señor se puso en evidencia delante de toda su...
Read moreSólo he estado una vez, así que mi comentario hay que entenderlo con ese límite. Con buenas críticas por parte de otros usuarios, a nosotros nos dejó una impresión, digámoslo suave, regular. Lo mejor la atención del camarero, muy amable y diligente. La comida, pues luces y sombras. Algunos entrantes bien de sabor, otros anodinos. Y en cuanto a su ración, una sola unidad pequeña a más de 2-2.5 euros cada uno. Eso si, la presentación buena y posiblemente lleven bastante trabajo en cocina detrás. Los platos principales solo correctos de sabor. Aunque estaban bien, no te emocionaban, eran eso solo, mínimamente correctos. Y repito, para la puntuación que tiene en Internet, decepciona. Debo reconocer que, por ejemplo, el solomillo con foie era de buen tamaño y el punto al que lo pedí estaba bien, pero la carne apenas tenía sabor. De postre mi mujer pidió un sorbete de tomillo. No nos gustó nada. Insípido, una textura nada especial... Cuando mi mujer comentó que no lo quería, el camarero le ofreció un sorbete al cava, pero al poco volvió de cocina para comentarnos que nos los (plural) tenía que cobrar. Mi mujer dijo que no, que no quería y ya. Al poco vino el cocinero(o chef) , con una actitud algo altiva y se encaró con ella diciendo que era uno de sus postres más pedidos, y que el problema quizá era que no estábamos nosotros acostumbrados al sabor de la infusión. Bueno, resumiendo, desagradable. Finalmente no lo cobró, cosa que en ningún momento pedimos. Asi pues, para mi, comida sólo correcta a precio caro (figura en la Guía Michelin), un buen servicio en mesa pero un chef que (en mi opinión) parece haber olvidado que trabaja para los clientes y su objetivo debería ser que éstos se vayan contentos y...
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