Bobby's Gourmet Barbecue — Restaurant in Vitoria-Gasteiz

Hoy hemos estado cenando mi pareja y yo en bobby’s al principio de la velada fue todo bien, esperamos un poco hasta que nos tomó nota una camarera, pedimos las bebidas y la comida, de entrante unos nachos que están geniales, y de segundo dos hamburguesas, todo muy bueno.

Solo destacar un inconveniente que nos gustó y os lo dejo aquí detallado.

Al principio nos atendía una camarera que no muy bien por el error que cometió de querer engañarnos.

Pero el segundo camarero Alejandro que después estaba también atendiendo nuestra mesa increíble, un chico que trabaja bien, buen profesional en la restauración, atento, amable, con alegría, no paraba iba para todos moscos atento de muchas cosas. Tener un camarero atento, pendiente de la mesa pero que no te agobie, porque no lo hacía en ningún momento se agradece.

Cabe decir que en el momento de llevarnos el entrante a la mesa, la camarera que nos atendió sacó un plato de nachos a una mesa junto a nosotros, al cabo de llevar el plato de nachos en esa mesa salió la camarera con otro plato de nachos y les dijo si habrían tocado o comido ya esos nachos, la pareja de esa mesa (el chico) dijo que no, que la les retiró el plato y les dio el otro, diciendo que se habían confundido y que les daba es el su yo el otro no. Al retirar el plato erróneo de esa mesa se lo llevó como a dar una mini vuelta en su mano por la sala del restaurante (en lo que mi empareja y yo nos estábamos percatando de todo), y vino con ese plato de nachos a nuestra mesa…. Yo le dije este plato es el que acabas de retirar de aquella mesa, a lo que me dijo algo temerosa que si, y le dije que no lo queremos porque ya se había tocado por los otros comensales, en lo que ella me dijo que no, que no lo habían tocado, y le dije que por favor me sacara otro plato ese ya estaba en la otra mesa y a sido tocado. Se llevó el plato a cocina y al cabo de 10 minutos nos volvió a sacar el mismo plato, que estaba ya frío, y que nos fijamos como estaba cuando se lo llevaron.

Llamamos al encargado que estaba en sala y le comentamos todo, el encargado un buen profesional nos dijo que nos sacaba enseguida otro y que ese había ido a la basura directamente.

A partir de ahí la atención muy bien, el ambiente y todo, se agradece que no se intente engañar a los clientes y que el encargado haya actuado rápido y de la mejor manera.

El resto de la cena fue genial, el camarero que estuvo la última mitad del tiempo que estuvimos en la mesa cenando nosotros nos atendió genial como ya lo he dicho arriba, muchas gracias...

Acudimos recientemente a este restaurante del centro comercial Boulevard de Vitoria con la ilusión de disfrutar de una comida en familia. Desde el primer momento la experiencia quedó empañada por la actitud de la persona que parecía ser la encargada, pues portaba la insignia de manager.

Tras acomodarnos en la mesa, se interesó por la edad de mi hija, a lo que respondimos que el día anterior había cumplido 11 años. Con un tono severo y absolutamente carente de tacto, nos indicó que, por esa razón, no podía acceder al menú infantil. Intenté explicarle amablemente que acabábamos de celebrar su cumpleaños y que, hasta el día anterior, la niña sí entraba en la categoría infantil, pero la respuesta fue una negativa fría, tajante y desprovista de toda sensibilidad.

El colmo llegó cuando mi hija, abrumada por la situación, se echó a llorar. Lejos de mostrar un mínimo de empatía hacia una niña en lágrimas, la encargada se acercó de nuevo, esta vez en un tono todavía más desagradable, para anunciar que le servirían el menú, pero no sin antes acusarme a mí —su madre— de ser “muy poco educada”. Jamás en un establecimiento de hostelería me había sentido tratada con semejante prepotencia. Cuando intenté aclarar la situación con calma, se limitó a darme la espalda, interrumpiendo mis palabras de la forma más descortés posible.

El comportamiento hacia una menor me resultó horroroso, intolerable e impropio de alguien en un puesto de responsabilidad de cara al público. Si no fuera por la profesionalidad y la empatía que demostraron el resto de los camareros —a quienes agradecemos sinceramente su trato— la experiencia habría sido insostenible.

En resumen, una visita que debería haber sido motivo de celebración acabó convertida en un recuerdo amargo por culpa de una gestión nefasta, carente de humanidad y...

Fui con mi madre a comer el menú de el día. Según lo que pidais, os sale más caro el menú. No sé xq si pides algunos platos que vienen marcados te sube el precio del menú (menudo timo). Risoto malísimo no lo recomiendo para nada (no tenía textura melosa. Estaba seco!). La ensalada con queso de cabra, nueces... También mala. La lechuga súper lacia (no era fresca o llevaba horas fuera de la nevera), nueces rancias... Tuve que pedirle el pan (que entraba en el menú) al camarero xq se lo llevaba a todo el que iba a comer menos a nosotras. El camarero muy empanado... Todo el rato dando vueltas mirando nuestros platos para llevarselos (habia un montón de mesas libres. El local no estaba lleno. No entiendo esa 'prisa' x llevarse nuestro pláto). Sin terminar aún el primer plato, ya nos traía el segundo 🤦🏻‍♀️ Termina mi madre de comer, yo aún estaba comiendo y se lleva el plato de mi madre, preguntándole ya por el postre (repito, yo aún terminando de comer mi segundo plato). A todo esto, el camarero seguia y seguia dando vueltas cada 2 minutos x nuestra mesa. Que presión, joe! No repetiremos. No nos a gustado ni la comida ni la experiencia. Y que el menú no tenga un precio fijo, me parece fatal. Ah! Mucho plato grande, pero de comida...