Restaurante Tres Mares — Restaurant in Zaragoza

Soy parte del personal de seguridad al que se hace alusión en esta publicación.

En todas historias hay dos versiones y en esta en concreto se omite parte de ella.

Cuando seguridad privada entra en escena es porque se les requiere debido a actuaciones o comportamientos inadecuados por parte de una o varias personas, siempre con educación y respeto hacia la persona a la que nos dirigimos.

En una cena de empresa, como es el caso, los invitados quieren disfrutar en compañía del resto de compañeros con cierta intimidad y para ello contratan espacios privados con diferentes servicios.

La responsable que contrató ese espacio se dirige a un grupo de personas que están en el centro de la pista, con un comportamiento molesto hacia el resto de los asistentes. Al darse cuenta que no pertenecen a su empresa se acerca educadamente a ellos en un par de ocasiones para decirles que era un evento privado.

La respuesta por parte de estas personas no es la adecuada y se requiere la intervención de seguridad privada.

Cuando seguridad privada interviene, en todo momento trata de explicarle con educación que ese espacio está reservado a otra empresa indicándole a la zona donde debe dirigirse, obteniendo la siguiente respuesta: "De aquí no me mueve nadie, quiero que dirección venga aquí a hablar conmigo, yo he pagado y tengo el mismo derecho a estar aquí"

El encargado del restaurante me comunica que tenemos que reubicarla a la zona que tiene contratada, que insisto, no era en la que ella se encontraba en esos momentos.

Al dirigirnos nuevamente a ella, nos responde de nuevo que no se mueve de ahí, y es en este momento cuando seguridad privada le comunica que se verán en la obligación de llamar a la policía si persiste en su actitud, en ningún momento se les expulsa del local, ni se les trata como delincuentes tal y como ella describe.

Es su propia compañera quien le pide que por favor se vaya a su zona.

Finalmente se dirigen hacia la sala que tenían contratada en la que empiezan a increpar al encargado.

Durante el resto de la noche sigue con una actitud incorrecta hacia el personal tanto de seguridad como del restaurante, incluso en la barra libre pidiendo consumiciones simplemente para dejarlas en el mostrador sin ni siquiera tocarlas.

Al finalizar la fiesta abandonan el restaurante con la misma actitud y falta de respeto que han estado teniendo durante toda la noche, hacia el personal.

El tener pagado una cena y barra libre en un área determinada, no te da el derecho a ocupar todo el local y mucho menos molestar y faltar el respeto a las personas que están realizando de una manera impecable su trabajo.

Para finalizar me gustaría puntualizar a esta señora:

"Seguridad privada son empresas contratadas para proteger, vigilar y custodiar ,personas, bienes, información, valores y derechos para los que han sido contratadas"

Si esta persona se hubiese comportado de manera adecuada no habría sido necesaria la intervención de seguridad, como fue el caso del resto de los asistentes.

Cuando al finalizar su reseña dice: "Unas clases de educación no les sentarían mal y si no sabe estar con personas que se vaya a una cuadra", ella misma deja ver su actitud déspota y despectiva que utiliza hacia las personas, y demuestra quién es la persona que necesita una buenas clases...

Restaurante muy bien ubicado a la orilla del río Ebro y a escasos metros de la Basílica del Pilar. Fuimos a cenar y no sé si fue culpa de la persona que reservó o del restaurante, pero faltaban 6 sitios. Para un restaurante de esa categoría creí que no sería un problema, pero tardaron unos 15 minutos en poder sentar a esas personas. Viendo incluso a los camareros montar sillas. Para el precio que tiene veo que la cantidad es algo escasa y la calidad podría ser bastante mejor. Empezamos con una tabla de ibéricos que eran a compartir ( 3 por cada mesa unos 10 comensales), le seguía un nido de patata con huevo poche y gulas ( el nido no sabía a nada, no se notaba la patata por ningún lado), después yo me cogí carne que era solomillo duroc de Teruel relleno de setas y foie en su jugo ( las setas brillaban por su ausencia porque no las encontré por ningún lado, ni yo ni mucha más gente, y el foie era paté) y de postre milhojas de crema, yema tostada con chocolate ( incomible, estaba súper congelado, durísimo) en fin, una pena.

Todo eso en cuanto a la comida. Aunque cabe decir que con el solomillo se notó cierto problema, yo creo por esas 6 personas que no estaban apuntadas, ya que se sacó la carne a todas las mesas menos a una que se la sacaron unos 15 minutos tarde, notándose a la vista que unos platos llevaban tiempo hechos y otros se acababan de hacer al instante. También decir que una vez pedimos que nos pusieran pan y la camarera nos dijo que sólo tocaba a un pan por persona ( primera vez que oía eso en mi vida) menos mal que luego llegó un camarero con más poder y nos trajo más pan.

Para acabar voy a centrarme en la zona de fiesta. Una zona bastante pequeña con una barra enana y solo 2 camareras, alguna vez había 3. La música bastante mejorable, ya no es por gustos, que cada uno tenemos el nuestro, pero el dj que era un chico muy joven solo ponía canciones que le gustaban a el. De vez en cuando ponía algo diferente pero con cambios de estilo brutales. Creo que es una profesión bastante complicada, y que tienes que adaptarte a lo que tienes en la pista, y si le pedías alguna canción, si no la tenía no te la buscaba como en otros lados, directamente te decía que no la tenía . Pero si le pedías alguna que tenía te la ponía. Y con los cubatas te ponían una brocheta de chucherías, ya podían ponerte algo más, porque 8 euros el cubata... Me parece una barbaridad para lo...

Sitio poco recomendable para cena de empresa. Me hablaron bien en otro tipo de celebraciones. En la cena del 15 de diciembre padecimos la presencia de personal de una empresa de rodamientos, cuyo comportamiento fue impresentable. Soportamos gritos y porrazos durante varias horas, mientras uno a uno se obligaban a tragar cantidades ingentes de alcohol, primero el vino y luego botellas de orujos que llevaban a escondidas. MUY MAL por parte de 3 Mares por no ser capaces de poner coto a semejante despropósito. La atención de los camareros hacia nosotros durante la cena fue atenta y correcta. Nada que objetar. Pobres de aquellos que atendieron a los salvajes de al lado. Se nos avisó de que empezaba la barra libre cuando aún estaban sirviendonos los postres y el café. No hubiera sido reseñable este hecho de no ser porque nos chorizaron más de 30 minutos de barra libre....Ojo, que nos cobraron lo mismo que a los salvajes.

Pedí Roku gin y no había, ¿Sipsmith con una rodaja de limón?...tampoco...G'Vine tal vez?...ni de coña...Seagrans?... SI...mira que bien...y me echan de una botella sin precinto y sin bola dosificadora y al probarlo PURO GARRAFÓN DEL TRES AL CUARTO. Ah...y sin rodajita de limón.

Lástima de 17€ que nos habeís estafado por 2 horas de barra libre...bueno 1h y 30 en nuestro caso. Muy mal os tienen que ir las cosas para tratar así a los clientes.

Vi gente vomitando en la pista nada más comenzar el baile, gente resbalarse y caer sobre los vómitos, cristales provenientes de múltiples vasos rotos entre nuestros pies. Y no vi a nadie que se encargara al menos de recoger los cristales. NO recomiendo el...