Enero 2025:
Visitamos Casa Proa en la segunda quincena de enero, sin reserva previa. A diferencia de visitas anteriores, cuando la propuesta de tapas nos había parecido muy interesante, esta vez la carta había cambiado por completo, ofreciendo entradas, platos principales y postres. Lamentablemente, la selección no nos sorprendió y, en algunos casos, nos pareció poco acorde al nivel esperado, con opciones inesperadas como choripán.
Oferta y calidad:
El cambio de enfoque en la carta no fue para mejor. Los tragos decepcionaron, algunos platos dejaron bastante que desear en cuanto a sabor y ejecución, y la selección de postres fue muy limitada.
Lo que probamos: • Tragos: Pedimos cuatro tragos, pero solo uno se destacó. La caipiroska carecía de lima, el Aperol estaba aguado y mal preparado, y el mejor resultó ser un trago sin alcohol de ananá y coco. • Aperitivo: Nos sirvieron un dip con nachos caseros, pero los nachos tenían un sabor fuerte a aceite bastante reusado, lo que arruinó la experiencia.
Platos principales: • Milanesa de bife ancho con linguini cuatro quesos (pedido por tres personas): El mayor fracaso de la noche. La carne no parecía bife ancho, sino nalga, y la pasta estaba fría, con una salsa de “cuatro quesos” en la que los quesos brillaron por su ausencia. • Pesca del día: Correcta, pero sin destacar.
Postre: Solo había dos opciones: • Flan de dulce de leche • Mousse de limón con crocante (elegimos esta última). La textura era densa y poco agradable, dando la sensación de un postre poco trabajado e improvisado.
Cafés: Pedimos café junto con el postre y llegó 15 minutos después de haber terminado de comer, solo luego de reclamarlo. Un detalle que sumó a la sensación de desorganización en el servicio.
Experiencia general:
Si bien la atención fue correcta, la propuesta en general no nos deslumbró. El cambio de carta nos pareció un retroceso, con una selección de platos poco inspirada y una ejecución que dejó mucho que desear.
Datos útiles: • Reservas: No necesarias, había bastante lugar. • Descuentos: 15% o 25% off con tarjetas Itaú, según la categoría. • Recomendación: No volveríamos. La experiencia fue bastante decepcionante, con tragos mal preparados, platos mal ejecutados y un menú que perdió la originalidad que antes lo hacía destacar. El mal servicio del café fue la gota que terminó de confirmar nuestra decisión.
Tremendo descubrimiento. Local con muy buen gusto, bien decorado y de calidad. Al entrar ves la barra, realmente hermosa, tiene mesas dentro, en el jardín o invernadero, fuimos por el invernadero, lugar perfecto para comer tapas. Pedimos: un hummus de porotos blancos, croquetas de jamón crudo, pollo frito koreano y unas mini burgers. Todo pero todo perfecto, de postre tienen 2 opciones, fuimos por la pavlova deconstruida, muy buena. Muy buenas limonadas. El invernadero es mas bien íntimo y la luz es tenue (por eso verán que las fotos no son de gran calidad) Todo perfecto, muy recomendable y atención de 10 puntos en todo momento. Precios muy en cuenta, mas...
Read moreFuimos a las 11, pedimos la comida y tragos, nos traen los tragos y la comida demoró 1 hora reloj (mientras veíamos gente que llegó después comiendo antes que nosotras). Al traernos nos traen 2 de los 4 platos y un plato (tercero) errado. Mi amiga y yo comenzamos a comer y mis otras 2 amigas esperando… Luego de un rato (10 o 15 min) aparecen los platos de mis amigas. La milanesa con fideos de las peores que comí en mi vida, minimo si demoran una hora se espera algo rico. Al quejarnos con los mozos (SÚPER AMABLES DYLAN Y SASHA) nos ayudaron enseguida y llamaron al encargado, el cual nos ofreció como única solución retirarnos los platos (hablandonos de una manera cero amable como si nosotras tuvieramos la culpa!!!!) mi amiga le dijo que se los lleve y esa fue toda la solución de parte de el encargado. 12 de la noche sin comer porque tuvimos que esperar por una comida que estaba fea y luego el encargado tiene el tupé de retirarnos el plato sin una solución. Si no hubiera sido por Sasha que se acercó a la mesa a ofrecernos otras alternativas (las cuales terminamos eligiendo) nos hubieramos quedado sin cena! Hay que tener cuidado a quienes ponen para dar la cara en un restaurante así, porque hay gente que claramente no está capacitada para solucionar problemas, tratando de mala manera cuando uno está pagando por un servicio que no es barato. Pongo 2 estrellas únicamente por todos los mozos de allí que fueron súper amables, especialmente Sasha y Dylan, pero si fuera por el encargado y la demora tendría que ponerles 1 estrella. Sé que fue un error y no creo que pase muy seguido, pero la primera mal impresión por ese trato nos lo llevamos igual. Una lástima porque el lugar es lindo y los platos que nos trajeron como solución...
Read moreCasa Proa ofrece una experiencia culinaria que, sin buscar artificios, logra destacarse por su encanto honesto, su ambientación cuidadosamente lograda y una cocina con identidad.
Desde el ingreso, la atmósfera acoge al comensal: un espacio íntimo con enredaderas que trepan por las paredes y una estufa central que, más allá de brindar calor, organiza el salón con un aire hogareño y sofisticado. La música ambiente está bien curada, acompaña sin imponerse.
El servicio es ágil y sumamente considerado. Los camareros se mostraron atentos a cada detalle sin resultar intrusivos, y mantuvieron un ritmo de servicio impecable, con tiempos bien medidos y platos que llegaron a la mesa con celeridad.
La propuesta gastronómica equilibra sencillez y cuidado estético. Los platos llegan bien presentados, con decoraciones sobrias pero agradables, resaltando el producto. Pedimos una palta rellena, una berenjena ahumada —notable por su profundidad de sabor, textura firme y ahumado elegante— y una hamburguesa bien ejecutada, con pan artesanal y cocción precisa.
En materia de bebidas, los tragos sin alcohol sorprendieron gratamente por su frescura y originalidad: maracujada y va como piña, ambos balanceados y sin exceso de dulzor. Acompañamos con agua con gas.
El precio final, $3.000 por dos personas, incluyó entrada, platos principales y bebidas. No se trata de una propuesta económica, pero sí justa por la calidad recibida.
Casa Proa es ideal para una cena distendida en un entorno cálido y estéticamente placentero, o simplemente para tomar algo en buena compañía. No busca impresionar desde la pretensión, sino desde la autenticidad, y lo logra con creces. Una joya escondida con...
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