La construcción del convento, más conocido en aquella época como Oratorio de San Felipe Neri, se inició al concluir el siglo XVIII impulsada por el Arzobispo de La Plata el carmelita Fr. José Antonio de San Alberto, quien financió la misma, colocó la primera piedra el 19 de marzo de 1795 y dió el ejemplo a sus feligreses cada domingo de subir al cerro Churuquella y retornar con una piedra al hombro como material de construcción. La iglesia es sencilla de una sola nave, mientras que el claustro tiene planta cuadrada y está rodeado por dos niveles del corredor con arquería, es generador del espacio al patio colonial más importante y bello de la ciudad, donde destacan los arcos construidos en dos niveles, con sillares de piedra vista y remata en las torres y tambor con linterna en la cúpula. Tiene hermosas terrazas que son otro sitio relevante del edificio, desde este espacio y las cúpulas se aprecia el panorama de la ciudad con una magnífica vista para tomar fotografías. En la cripta del convento se enterraron personajes notables en la historia de La Plata. Cuenta asi mismo, con una biblioteca con cerca de 4.500 volúmenes.