El Palacio de la Quinta Vergara restaurado quedó muy bien, de categoria. Muy fotografiable en su interior y exterior, así como el bastante cuidado parque que lo rodea. Las muestras no son tan buenas, mayoritariamente pinturas, algunas del museo antiguo, con mobiliario (poco) y los pisos superiores exposiciones temporales de artistas al parecer estudiantes de pintura del mismo palacio no muy buenas. En realidad es parte de las actividades del recorrido de la Quinta, conocer los espejos, esculturas y algunos mobiliarios originales del palacio, su arquitectura y parque, eso es a lo que uno va. Tiene baños, es gratis, escaleras. Afuera una terraza bien amplia ideal para sacar la infaltable foto con el palacio atrás. No tiene estacionamiento pero en la calle hay con parquímetro y a una cuadra en calle Montaña hay estacionamiento pagado y seguro. En el mismo parque, hacia el escenario de la Quinta hay un negocio para comprar refrescos y alimentos, también hay baños pagados. Es un agradable lugar para pasear, conocer y pasar la tarde. (Siempre hay que tener cuidado) Recomendado