JumpYard Oasiz Madrid — Attraction in Torrejón de Ardoz

Las instalaciones son excelentes, de las mejores en las que hemos estado. Pero el personal en algunas actividades es inexistente, lo cuál unido a mucha afluencia de público es una muy mala combinación. Además, el turno de espera en el mostrador no está bien organizado y hemos tenido una mala experiencia, en parte debida a la mala gestión de uno de los empleados del mostrador.

En el mostrador, otra clienta que se creía especial y con más derechos que el resto de clientes ha intentado saltarse la cola obviando que estábamos esperando desde hacía un rato, le he tenido que decir dos veces que esperase su turno, pues los siguientes éramos nosotros (niño pequeño en brazos incluido, lo cuál a dicha señora no le importaba, empatía, educación y respeto cero) y aún así todavía he tenido que aguantar que ella me dedicase improperios, a lo que le he respondido que por favor tuviera más educación y aprendiera a esperar con educación como nosotros estábamos haciendo desde antes de que ella llegara.

El único empleado de gafas del mostrador, en lugar de velar por el cumplimiento de los turnos de la fila, en primer lugar se ha puesto de perfil, lavándose las manos, para a continuación atendernos, pero nada más terminar con nosotros y cuando mi mujer todavía no se había separado del mostrador, le ha dicho a la señora que quería saltarse el turno del resto: "perdona, ya estoy contigo, es que no veas como se pone la gente". Es decir, que para colmo se pone de parte de quien no respeta la fila, dedica improperios al resto de clientes, en lugar de ponerse de parte de quien espera pacientemente y sin agobiar al personal.

Si de mi dependiera, ese empleado no debería seguir de cara al público, ni trabajando en este establecimiento, pues no está a la altura de sus...

Fuimos a celebrar un cumpleaños. El concepto era jugar una partida de bolos, hacer una sesión laser y luego merendar. Desde que lo reservamos nos han dado la información por fascículos. Te hacen comunicarte por mail y te escriben ellos por WhatsApp. Eso sí solo están pendientes de sus preguntas, las que tú les haces no las contestan. Nos hacen llegar 15 minutos antes de la hora acordada, y luego nos tienen organizada la partida 15 minutos después de la hora acordada, con lo cual nos tuvieron más de 30 minutos esperando. En el laser (los niños era la primera vez que jugaban, niños de 7/8 años) no sabemos si alguien les explicó como tenían que hacerlo porque cuando salieron de jugar, no tenían ni idea. La merienda la tienes que contratar y pagar por adelantado ya que la piden a una pizzería externa. Te dan las pizzas para que te las comas en unas mesas plegables de camping que ponen justo al lado de la fila de las personas que quieren informarse y hacer reservas. (Un sitio estupendo para estar sin aglomeraciones y sin tener a la gente pegada a la mesa.) Fue bastante agobiante y caótico. Te dejan las cajas de pizzas en la mesa, un cortador, unos cuantos platos y unas servilletas. (Si no tienes suficientes platos te tienes que ir a la barra a pedir más o buscar a un chico que hay por la zona y esperar a que te los den)

Para la tarta un poco de lo mismo, te dejan la tarta y listo.

Le tuvimos que pedir donde podiamos tirar los restos de la pizzas antes de empezar con La tarta.

Es un sitio con mucho jaleo de gente y mucho ruido.

Lo tienen medio organizado. Te hacen esperar tiempo 30 minutos para jugar a los bolos y luego 30 minutos para el láser. Lo veo con poco personal ya que hay...

Pésima experiencia. No volvería y no lo recomiendo. Fui a este lugar para celebrar un cumpleaños infantil y la experiencia fue desastrosa. A los 3 minutos de llegar, una niña se resbaló en una cama elástica y se hizo daño en el brazo. Ningún monitor estaba presente en la zona, por lo que los mismos niños tuvieron que salir a buscarme para que la atendiera. ¡Inaceptable!

Aunque la niña parecía estar bien, decidimos por prudencia bajar y pedir los datos del seguro para que le hicieran una radiografía, ya que cualquier actividad de este tipo debería tener cobertura. La respuesta del personal fue lamentable: se negaron a asumir responsabilidad y dijeron literalmente que era "culpa del niño". Increíble y totalmente inaceptable.

La niña terminó yendo al hospital con su padre, mientras que el resto de los 22 niños se quedaron en una sala pequeña y sin aire acondicionado, lo que no tiene ninguna relación con lo que pagamos, que fueron más de 500 euros por 1,5 horas. Francamente, un abuso.

En cuanto al resto de los servicios, aunque no tengo quejas sobre la merienda, sí hubo otro inconveniente: se "olvidaron" de entregar el obsequio para los anfitriones y, tras insistir media hora después, nos entregaron una simple camiseta de propaganda.

Al final, la niña solo sufrió una contusión, pero me planteo seriamente presentar una queja formal ante consumo debido a la inoperancia del personal ante un accidente. Es preocupante que se nieguen a reconocer sus responsabilidades y se excusen con argumentos sin fundamento.

Con esta experiencia, no recomendaría este lugar a nadie, especialmente si vienen con...