Tanto por la composición de la fachada, alzado interior y planta como por los arquitectos que participan en su construcción, la Iglesia de las Escuelas Pías se erige en un inmejorable ejemplo para apreciar la inflexión clásica que la creación de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos —a través de sus directores de arquitectura— motiva en el desenvolvimiento del barroco clasicista imperante desde mediados del siglo XVIII en Valencia.
El esquematismo lineal con que se resaltan los componentes del orden dórico o la misma intencionalidad escenográfica que resulta de su adaptación a una superficie circular, entronca el primer cuerpo de la iglesia de las Escuelas Pías con fuentes barrocas originales y cultas, donde los efectos de dinamismo y movimiento de la planta se combinan con una respetuosa sintaxis clásica.
Siete de estos espacios están destinados a capillas y constan de altares formados por dos columnas corintias sobre pedestales y frontones circulares o triangulares alternados.
Los tres espacios restantes que se configuran entre los machones de la iglesia están destinados a entradas -una colegial y otra de acceso desde la calle- y al altar mayor. Este último, situados enfrente de la puerta, es de mayores dimensiones que el resto y articula el primer cuerpo con el segundo. Flanqueado por dos columnas corintias pareadas exentas y con retropilastras a cada lado, así como trozos de entablamento resaltado, su composición guarda un gran parecido con la del Panteón romano de Agripa.
A través de un arco rebajado que penetra el segundo piso se abre la capilla mayor con pilastras corintias estriadas, entablamento y bóveda de cuarto de esfera con fresco. El altar mayor consta de cuatro columnas, dos de ellas resaltadas con frontis triangular, destacando los mármoles y adornos dorados de sus bases, planos, mesa y entablamento.
El segundo cuerpo, de menor altura que el primero y circuido por una baranda de hierro que asienta sobre un estrecho andito, acoge tribunas entre los espacios dejados por los machones, comunicándose todo el conjunto por estrechos pasos abiertos en estos. El ritmo vertical impuesto en el primer cuerpo por las columnas corintias pareadas se mantiene en el segundo, pero cambia radicalmente la composición de sus intercolumnios. Las arcuaciones de aquél dan paso a rígidas composiciones adinteladas en éste.
El tercer cuerpo, tras el que se voltea la cúpula, sigue guardando una proporción y una distribución similares a la del Panteón. Cerrado por una barandilla metálica y un estrecho andito, organiza su superficie con diez ventanas rectangulares que cargan sobre las tribunas del piso inferior, nichos en los machones y recuadros decorativos en los espacios intermedios.
Tanto la idea de un mausoleo erigido para perpetuar la memoria de los escolapios ilustres como las alusiones al carácter docente de la orden —patentes en el contenido de las frases latinas de los frisos de los dos primeros cuerpos—, constituyen una exaltación de la orden escolapia. Desde un punto de vista arquitectónico tiene gran interés el claro sentido humanista y clásico con que se resuelve esta idea a través de una estructura circular abovedada a modo de martyria con una composición interior que, en numerosos aspectos, guarda grandes paralelismos con la del Panteón de Roma, prototipo por excelencia de tumbas y mausoleos desde la Antigüedad clásica. Buena prueba de este carácter apuntado es que durante las primeras décadas del siglo XIX la iglesia de las Escuelas Pías fue el marco escenográfico preferido por las instituciones valencianas para celebrar exequias con motivo de la muerte de personajes regios e ilustres, en donde catafalcos, pebeteros dorados, jeroglíficos con atributos mortuorios, doseles y terciopelos negros, cobraban una especial solemnidad sepulcral dentro del espacio...
Read moreEl conjunto del Real Colegio de las Escuelas Pías fue construido en el siglo XVIII en estilo barroco y constituye un ejemplo representativo del momento arquitectónico que la ciudad de Valencia vive en el último tercio del siglo XVIII. La iglesia es conocida en menor medida como la Iglesia de San Joaquín. El templo es de planta circular en la que sobresale la cúpula por sus dimensiones, siendo la más grande de la Comunidad Valencia. También destaca del interior los capiteles de estilos superpuestos, los frontispicios triangulares o semicirculares o el remate en linterna de su cúpula. Está declarado como Monumento Nacional desde 1982. He ido varias veces a visitarla, la mayoría la puerta cerrada, en un de las pocas veces que la vi abierta aproveche e...
Read moreMuy bonita, pero necesita una restauración urgente. La cúpula se puede venir a bajo en cualquier momento. La dioceses deberia hacer algo. El Párroco de ahora parece latino, el oficio que hizo fue muy bonito e inspirador. Si pasas cerca entra a ver la iglesia y a honrar a la virgen, no te...
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