Mengano — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

EXPECTATIVA VS. REALIDAD Llegué con una expectativa de 7/10, pero más que nada esperando algo que no me iba a sorprender. El sistema de reservas Maitre fue algo confuso y presentó el 1er obstáculo verdaderamente inesperado. Reservé para las 20hs y luego cambié para las 22hs (dentro de los 5 min). Llegando cerca de las 22hs y entendiendo que era viernes, decidí llamar para avisar que llegaba 22.10 a más tardar. Sorpresa! No había reserva, peor, era no show ya que no había impactado el cambio. Era aniversario de bodas y viernes. Imposible creer que se podría remontar. Luego de mucho dialogar con Mariano y Facundo, trataron de abarajar la situación y mi enorme desilusión. Había otra no show para las 22hs y nos dijeron que vayamos. Ya estábamos en camino así que llegamos casi al cortar la llamada. Fue todo puras disculpas y super amables en su recibimiento. La mesa al lado de la barra estaba muy bien ya que podríamos observar el movimiento de la cocina y todo el salón. Nos atendió Iñaki con mucho conocimiento de la carta, de cada plato y muy asertivo al recomendarnos que pedir y sobre todo no pedir de más 10/10. Comimos: bonito semi crudo 9/10, chauchas 9/10 y pesca 8/10. Pedimos 2 postres: milhojas de dulce de leche y banana 10/10 y chocolate 9/10. Llegó el 3ero de la carta, helado de sambayon y ciruela sobre crocante de cereales 8/10 invitación de la casa. La ambientación es súper amable estilo bistró neoyorquino 9/10. La temperatura del salón está perfecta 10/10. La carta de vinos es acotada pero impecablemente elegida para acompañar y maridar los platos 8/10. Solo podría observar un aspecto que al principio nos molestó un poco. El salón es amplio y está bien insonorizado, pero la música era algo estridente y no se podía dialogar sin levantar la voz, lo cual generaba una bola de ruido importante 6/10. Más tarde cambiaron la música, se vaciaron mesas y mejoró. Los platos de MENGANO son impecables. La elección de los productos, la complejidad de la ejecución de los mismos para recrear las múltiples capas de sabores y texturas es asombrosa. Tanto nos gustó que volvimos a los 4 días con amigos y pudimos pedir el resto de la carta: empanaditas jugosas de carne (literalmente explotan en la boca) 10/10, costillitas riojanas 10/10, lasaña de vegetales 10/10, revuelto NO gramajo 10/10 (dame mil), arroz con mariscos (un socarrat que emociona) 10/10, ravioli crocante de mollejas 8/10 y repetimos las chauchas 9/10. Tomamos: L'amitie (Valles Calchaquíes) 8/10 y un par de copas del entry level de Pielihueso tinto 8/10. Repetimos los 3 postres ídem calificación. Mi pregunta es: cómo puede ser que MENGANO abrió hace 2 años y yo ni enterado aún viviendo a 4 cuadras? No tengo idea, de todas formas celebro éste hallazgo y sin dudas volveremos y muchas veces. Gracias a Facundo, Mariano e Iñaki por ser tan profesionales y dar tanto amor en lo que hacen. Felicitaciones por...

Worst dining experience during our entire trip in Buenos Aires! Don’t waste your time or your money at this overrated establishment. The staff was rude, snobbish, and incredibly unhelpful. Not really the best way to receive tourist who fly thousands of miles, and spend countless dollars to have this reception. Sad thing was we so looked forward to this restaurant and came with two other couples- only to spend our last night in this town wasted here. We should have rewarded another restaurant with our business, and will do so in the future. If you enjoy being mistreated by strangers, scoffed at for asking simple questions, then this is your spot. Otherwise - please keep searching people, you will be rewarded with a much better experience in the end. This city is full of wonderfully warm people, and fantastic restaurants with amazing food. Good...

LAMENTABLE. No voy a opinar de la comida porque no tuvimos oportunidad de ni siquiera sentarnos a comer. Hicimos una reserva el viernes por la tarde para ir a cenar el sábado a las 20h, le explicamos al chico que nos atendió por teléfono que era un regalo de nuestro casamiento y que lo habían hecho a través de la plataforma Bigbox, nos dijo que no había inconveniente y nos dijo que había lugar y podíamos ir. Llegamos 20h puntual cómo habíamos reservado y el lugar estaba completamente VACÍO, la chica que nos recibió en la entrada (Jazmín), nos consulta el nombre en la lista de reserva y nos lleva directamente a la barra, no hace sentar frente a la caja registradora a centímetros del cajero, a lo que le consulto por qué nos quiere ubicar ahí teniendo todo el salón vacío, ella argumenta que como nosotros tenemos un bigbox, tenemos que ubicarnos en la barra. Nosotros le explicamos que habíamos hecho la reserva con más de 24 horas y que en ningún momento nos habían advertido de ese detalle, que además era un regalo que nos habían hecho por nuestro casamiento, le mencionamos además que tenemos dos niñas pequeñas que tuvimos que planificar bien logística de con quién dejarlas para poder llegar hasta ahí, que no era simplemente ir a comer, si no de disfrutar una noche solos y me quería ubicar en una barra pegado al cajero y a las comandas sin siquiera poder apoyar mi espalda en un respaldo. Jazmín, la recepcionista, ante mi pedido, me ofrece esperar a un costado y me indica que si a las 20:30h no se ocupan las mesas del salón, nosotros podíamos acceder a una. Decidimos esperar, pero claramente ya estábamos desilusionados con el trato, cerca de cumplirse los 30 minutos de espera, nos dicen que el único lugar para nosotros es la barra, obviamente nos tuvimos que retirar. Nos sentimos discriminados, mal tratados. No sé cómo puede ser su comida, pero lo que sí sé es que uno no va únicamente para comer a estos lugares, va disfrutar de un buen momento y que le brinden comodidad. Además no comprendo por qué se asocian con estas páginas cómo bigbox, si no están a la altura de brindarte un buen servicio; de hecho el regalo que nos habían dado, representaba unos $40000 para que cenen dos personas. Nos fuimos del lugar con un sabor muy amargo a pesar de que no pudimos probar...