República del Fuego — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

I found this restaurant in the Michelin Guide (Bib Gourmand) and thought it looked like a nice, casual spot to celebrate a special occasion. We made a reservation and were seated in a narrow hallway area that felt like an afterthought to add more seating. Unfortunately, it lacked good airflow and was uncomfortably warm, which took away from the dining experience.

We started with the sausage and spinach fritters. The portions were large, but the fritters lacked complexity and became tiresome to eat after a few bites. The sausage itself was huge and served with a couple of tasty sauces. It was probably my favorite thing we had.

For the main course, we tried the Milanese with pasta, which unfortunately lacked flavor and felt underwhelming. We also ordered the polenta with beef. While the flavor of the beef was nice, the ratio of meat and toppings to polenta was way off, leaving us with a pile of plain polenta at the end.

Overall, this wasn’t one of our favorite dining experiences, so we skipped dessert and headed straight to Rapanui to try and salvage the evening. That said, the value is good if you're looking for generous portions. It might be better suited for a larger group sharing several dishes rather than a...

RESTAURANTE REPÚBLICA DEL FUEGO. ¿UN BIG GOURMAND? ¿ACASO ESCONDE ALGÚN MUERTO EN EL DESVÁN?

El domicilio de República del Fuego es un caserón centenario compuesto por dos plantas unidas por una escalinata. Nada singular salvo el hermoso piso de baldosas hidráulicas. Habíamos llegado tarde. Quedaban muy pocos clientes en el local. Nos acomodaron en una mesa sin apenas separación con sus vecinas (no llegan al extremo de Piedra Pasillo pero se aproximan). Tras ordenar, pregunté: -¿Podemos visitar la cocina en algún momento? El gesto de la moza se quebró, Su rictus tembló. El color de su cara tornó blanco. Me miró espantada, aterrada. ¿¡¿La cocina?¡? ¿Está Vd. seguro? Recuperó el aliento y confirmó que no es posible visitar la cocina. Por razones de . Esa es la palabra que pronunció . Podría haber optado por palabras más comunes como ; o ; pero prefirió . Perdone pero no lo entiendo. Vd. y nosotros compartimos el patio del restaurante. Si nosotros estuviéramos contaminados, también lo estaría Vd que entra y sale de la cocina. Lo consultaré –zanjó-

Un segundo mozo se aproximó con un gesto solemne y preocupado. Fue rotundo: ¿Han preguntado para visitar la cocina? No se puede. Razones de bromatología.

¿Qué sucede en la cocina de República del Fuego? Tal vez una epidemia de microbios. O peor aún, ratas. O tal vez vuelen murciélagos. En “Psicosis”, Norman Bates también tenía razones de bromatología para que Marion Crane no visitase su cocina: guardaba el cadáver putrefacto de su madre. Horas después, al abandonar el local, una cara se asomó por el ojo de buey de la puerta batiente de la cocina. Se dirigió a mí con el signo de OK del dedo pulgar. No le entendí. Le contesté con un “person shrugging”.

no significa nada más que “la mejor relación calidad/precio; propuesta de una comida completa a un precio razonable”. Definitivamente el galardón de los inspectores Michelin a República del Fuego fue un regalo arbitrario. Esto no significa en absoluto que República del Fuego sea un mal restaurante. Sus precios son competitivos; pero no es un restaurante de “calidad completa”. Su carta es un ejemplo de clasicismo porteño. Ningún atrevimiento. Los entrantes tradicionales: un chorizo bastante regular, provoleta de siempre, empanada de carne correctamente cortada a mano… Y los postres de toda la vida: pavlova, flan, panqueque… El fuerte del restaurante es la parrilla. No se conoce ningún relevante curriculum gastronómico a Patricio Pessio. Sea quien sea quien maneje la parrilla de República del Fuego tiene talento. Pedimos bife de chorizo y ojo de bife. Y el resultado fue espléndido. Piezas tiernas y en su punto exacto. Hereford de Guillermo Soler. Cuestión diferente es el de la guarnición. Es curioso que sea tan difícil encontrar buenas papas fritas en Buenos Aires (recomiendo el puesto de un belga a la cabeza de la escalera en el Mercado de San Telmo). Imperdonable el puré de papas (simple patata chafada).

Pero claro al no poder visitar a los muertos escondidos en la cocina de República del Fuego, no puedo saber cómo es su parrilla, ni qué tipo de carbón utilizan, ni si hay o no una Rational.

Lo único que sé es que tiene muy especial interés en que nadie vea la cocina. Por algún muerto escondido será…

En “El Resplandor” Grady prohíbe a Jack que entre en la despensa. Googlen la cara de Jack Nicholson para conocer cuál fue su respuesta…

José...

República del fuego.

ASPECTO / FACHADA: es una casa antigua reciclada (por su tamaño) a restaurant, a pesar de su aspecto exterior de vivienda con un cartel luminoso y mesas en vereda muy básicas metálicas color rojo, bastante feas; en su interior mejora. En esto el concepto a vista requiere mejorar.

RECEPCIÓN: Buena. Es positivo que fuimos a cenar a las 23.45/50 e igualmente nos recibieron sin negaciones. Pudimos entrar sin reserva y elegir, dentro de lo disponible, una mesa.

MESA / MANTELERÍA / CUBIERTOS/ CRISTALERÍA: es muy básica; las mesas no tienen mantel, cubiertos son comunes y vasos muy vidrio grueso y feos; no tienen servilletas de tela, usan solo una de papel color reciclado con logo impreso grande que va sobre regazo y que, a la hora usarla, es muy rigida y dificulta limpiarse con comodidad manos y boca cuando se necesita, sin duda queda muy escasa para estar cómodo; deben mejorar mucho en mobiliario, servicio de mantelería, servilletas y cubiertos para la buena calidad de atención a la clientela.

ATENCIÓN: Respecto de atención del personal (mozos/as) es correcta, son educados, hay buen trato y están atentos a atender sin demora; destaco que eso ayuda a dejar de lado la falta de calidad en el armado de mesa que expresé anteriormente.

COMIDA: Entradas están bien; en platos principales es muy bueno, con buena preparación de carnes, sus acompañamientos también están bien. Hay que decir que el puré de papas no convence, es mejor que mientras lo sigan preparando así no lo ofrezcan; pero en general todo en el resto de comida es muy bueno; dos puntos negativos: (además del puré) el tamaño de las porciones es chico de principio a fin, no digo que deben desbordar pero tampoco un pequeño círculo al centro del plato; el otro punto negativo se lo doy a los postres que son bastante básicos y pocos en carta, ninguno que deje un gusto extra.

VINOS: buena carta de vinos, con presencia de varietales, positivo para quienes bebemos algo más que malbec.

PRECIO: es alto, lo digo porque tiene precio de restaurante de primer nivel pero no deja de ser un lugar para comer a buen sabor pero con ambientación media sin detalle y mesas preparadas a modesto costo; así en general el aspecto del lugar no es cinco tenedores como mucho: tres tenedores en promedio.

LIMPIEZA: el lugar en general es limpio, no hay olores a comida en el salón ya que está bien separado de la cocina. No usé los baños por lo que no puedo indicarles su estado de higiene.

Lo muy feo: el bartender faginando copas a vista de todos sin guantes tocando el interior de las mismas; no sé que sentido tiene faginar copas con alcohol si vas luego a tocarlas sin guantes con tus dedos dentro.

SÍNTESIS: es un lugar donde se come rico (justificado su estrella Michelin por el sabor de la comida) pero a precio alto, no tiene buen mobiliario ni preparación de mesa a calidad excelente pero la comida (de porción poca) disfruta en sabor y atención de sus mozos.

Tres tenedores de mi...