Llegamos a Ancona tarde, salimos en busca de algo para comer El rey del Espagueti era una opción con casi 5 estrellas, ya era tarde las 21.30 hs el mozo nos recibió muy energético y nos advirtió para no pedir platos complicados que después el "personal" de cocina le tiraba la bronca a él! Ok la recepción no era la más amigable después de 24 hs de vuelo y tren, pero ya no había a donde ir. Nos sentamos en mesas altas e incomodas en la calle e hicimos nuestro pedido, nos trajo las bebidas y nos pidió paciencia. Después de 40 minutos llegaron los platos de la familia de la mesa de al lado que tan solo habían llegado 5 minutos antes. Nuestra hambre iba en aumento al igual que el cansancio. En un momento percibimos que él mismo era quien cocinaba y que no había nadie más en el pequen̈o lugar. Otros casi 40 minutos después, 2 vinos encima y mucha indignación de nuestra parte mesclada con resignación, llegaron nuestros platos servidos en fuentes de plástico negros muy bien emplatado, espaguetis uno con pesto rojo, otro a la carbonara, otro al sugo de tomate y otro a la bolognesa. Todos absolutamente todos deliciosos, muy bien servidos con una cantidad de pasta suficiente para llenar a cualquiera. Nos ofreció otro vaso de vino y más bebidas. Nos quedamos solos, la otra familia pago y se fueron era cerca de la media noche la calle vacía, se relajo y nos vino a preguntar que tal les gusto? En los platos no sobraba un fideo. Se alegro mucho y nos pidió disculpas por la demora él no conseguia trabajar tan rápido solo nos dijo. Nos ofreció tiramisu y aunque estábamos llenos le dijimos que sí, trajo unos pequen̈os vasitos recién hechos de un delicioso café caliente y una crema mascarpone muy suave. Al ratito volvió a entrar y mientras limpiaba la cocina se saco el delantal se limpio el sudor y con dos botellas bajo el brazo una de lemocello y otra de meloncello brindamos por el fin del dia. Nos cobro cualquier cosa, nos desconto los vinos el tiramisu y el lemoncello fueron de cortesia. Nos dijo que ama cocinar que le encanta argentina y charlar con sus clientes de donde sea que fueran. El lugar es modesto, con pocas mesas adentro de un comedor pequeño pintado de blaco heladeras de bebidas y un bañito y nada más le falta una decoración más imponente quizás o quizás no y esta perfecto así por en una de sus vidrieras tiene un maniquí con corona y capa y el cartel reza "El Rey del Espagueti" Tiene una olla enorme como bacha del baño, una perla. Todo huele a lavandina lo que para mi es excelente señal y el mismo trapeo hasta decirnos chau muy alegremente. Un bohemio que ama lo que hace. Unos fideos especiales y ricos. Un show en un pedacito de italia que no es hiper turístico como Roma o Venecia pero que vale la pena conocer si además de comer queres tener una experiencia!! reímos mucho y esa cena quedará como anécdota para siempre. Gracias.