Lamentable experiencia.

Pedimos dos platos para comer, una pasta y un risotto. Ambos estaban salados, tanto que resultaba imposible comérselos.

Estos errores culinarios pueden ocurrir, señalamos el problema a la camarera y amablemente nos retiro los platos. El feedback que recibimos de la cocina es que los platos no estaban salados y que si queríamos que podríamos comer productos de la barra (bocadillos, pizzas etc) por desgracia nos quedo tan mal sabor de boca que decidimos pedir la cuenta e irnos.

En la cuenta pusieron las bebidas que tomamos y el precio de dos cubiertos. A los pocos minutos la camarera nos trajo otra cuenta con solo las bebidas, gesto que agradecimos.

Al disponernos a pagar en caja, uno de los encargados/propietarios empezó a hacer aspavientos, rápidamente se encaro con su camarera diciéndole que quien era ella para restar el precio de los cubiertos y a desautorizarle puesto que el era el que tomaba las decisiones.

Este estilo de management y esa falta de educación delante de nosotros y todos los clientes nos hizo ver que estábamos delante de un maldito opresor el cual trata a sus empleados de malas formas y que no acepta una critica por parte de los clientes.

Ha sido la peor experiencia en Sicilia y sitio que no recomendaría ni a mi peor enemigo.

Al final pagamos el coste del cubierto, el cual en ningún momento nos pareció inapropiado pagar y nos fuimos con una sensación de haber estado en un restaurante del salvaje oeste mas que un restaurante italiano.