Le doy en general un 7 de calificación…
Alimentos: Muy ricos. En general nos gustó todo. Lo que sí es que las porciones son muuuy escasas. Las bebidas son como de 150-200 mililitros (como un Jumex chiquito para la escuela de tu hijo), y mucho hielo. Lo mismo con los alimentos, es como si te trajeran solo "una probadita". Los precios no me asustan porque uno sabe de antemano que no será nada barato, pero hay infinidad de restaurantes que son caros pero acabas muy satisfecho, y aquí no es el caso, lamentablemente.
Ambientación: Excelente. Todo muy elegante, tematizado, limpio. Los baños son individuales y muy amplios. 10/10.
Atención: Esto fue lo peor. Muy amables todos, eso sí. Se ve que se están esforzando, pero están rebasados. De entrada, la hostess super amable, nos llevó a nuestra mesa, pero antes de sentarnos nos dijo: "Una disculpa, la tienen que acabar de limpiar, si gustan esperar en el lobby unos minutos". Y nos regresaron 10 minutos a esperar a un sillón. Ya una vez sentados, solo llegó el mesero a traernos los menús, pasaron 10 minutos y nadie se acercó a tomar la orden. Tuve que busca quién me atendiera. Ya una vez pidiendo, tardaron ¡55 minutos! 🤯 en traernos todos los alimentos. Para variar, dos veces le recordamos al mesero que cierto platillo fuera sin cebolla, y lo trajeron con cebolla 🫠 Le hicimos la observación al mesero, nos dijo que los de cocina se habían equivocado, se llevó el platillo, pasaron 12 minutos y no nos traía de vuelta el platillo. Le pregunté que qué pasaba con el platillo, bien apenado se fue corriendo a cocina y ya lo trajo. Puedo jurar que de plano se le había olvidado... Otra: Le preguntamos al mesero qué postre nos recomendaba, y nos dijo "ahorita creo que no hay postres aún". A un lado pasó el gerente, como que escuchó y se ve que le dijo algo, y regresó el mesero y nos dijo: "Ya me dijeron que siempre sí hay postres". Desorganización total. Otra: Le pedimos Splenda para el café del postre. Nunca la trajo. Le recordamos cuando ya llevábamos la mitad del café, y se fue corriendo por la Splenda. Otra más: Hasta que nos trajeron la cuenta nos acordamos que habíamos pedido unos elotitos que nuuunca nos dieron. De plano se les olvidó. Ah, pero en la cuenta sí lo incluyeron. Obvio hicimos la observación y lo quitaron.
En general, estuvo bien haber conocido, las fotos y la experiencia, pero no volveremos. Cuando pagas cuentas de arriba de 2 mil pesos, lo menos que esperas es comer delicioso y que te atiendan excelente, y no fue el caso aquí. Y no se trata de "un error de un mesero" (eso puede pasar en cualquier lado, son humanos), sino que fueron muuuchos detalles y aleguas se percibe que están desorganizados y...
Read moreThis is a review I never thought I’d be writing
I went to Barbie Dream Lounge for a weekday lunch with my girlfriend and her family, expecting something gimmicky—but I was completely blown away.
The service was the best I’ve had in a long time. Attentive, friendly, and professional—honestly on par with what you’d expect at a fine dining restaurant. And that’s what made it so impressive: this isn’t a fine dining spot, but the team delivers like it is.
The Barbie theme is fully committed—from the décor to the menu, everything is thoughtfully done. A standout feature was the dedicated photo taker going around to help guests get the perfect shot. It was well received by customers and clearly smart from a branding perspective.
Overall, this place vastly exceeded my expectations. Highly recommend checking it out—especially during the week for a more...
Read moreEl concepto del lugar es ASOMBROSO, cada detalle, cada espacio lleva un diseño minucioso adhoc a la marca de Barbie. En verdad te sientes como en el mundo de Barbie. Todos los espacios son dignos de una foto.
Sin embargo, les doy 2 estrellas porque hay mucho que mejorar en el servicio y la atención al cliente en general. Viajé exclusivamente a Monterrey para conocer este lugar, porque Barbie fue parte muy importante de mi infancia y me considero super fan. Leí muy buenas reseñas del lugar, así que mis expectativas eran altas. Primero, te hacen reservar con anticipación tu lugar (eso no tiene nada de malo, se agradece incluso) pero me hicieron esperar más de 30 minutos ahí afuera, parada, porque según esto mi mesa no estaba lista (¿entonces para qué tener un sistema de reserva?) deben limitar entonces el tiempo de estadía para que no se les junte la gente en la entrada. Luego me pasaron a una sala de espera, como para aminorar las cosas, pero igual seguía esperando. Cuando me entregaron la mesa, estaba literal pegada a otras 2 mesas, que casi era imposible acceder a la mía. Hasta le pidieron al mesero separarlas. Cuando nos trajeron el menú, solo dejaron un ejemplar, cuando en la mesa éramos 2 personas (sí, hay código QR) pero se ve mal que sólo dejes un menú físico, así que teníamos que turnarnos para ver las opciones y elegir. En todo ese tiempo, no nos llevaron menú de bebidas, hasta que un barman o algo por el estilo nos preguntó si ya nos habían ofrecido alguna bebida. Los platillos y bebidas son ricos, costosos para lo que te entregan, pero en sabor valen la pena. Al mesero teníamos que pedirle todo, hasta lo que le tocaba de base. Sentí que tenía que exigir ser atendida mínimo decentemente.
Cosa muy distinta la mesa de al lado se desvivían en atenciones, desconozco si era famoso o influencer, pero me hicieron sentir que yo no era tan importante como otro cliente. Ojo con eso.
Conclusión: el servicio es lento y malo. Y me da mucha tristeza porque el lugar y el concepto son algo nunca antes vistos, yo creo que en todo el mundo. El furor algún día va a pasar, si no corrigen algo tan importante como el servicio al cliente, éste lugar está destinado a desaparecer y eso sería una gran pena. PD. Ojalá contesten este review y no sólo los que les dan 5 estrellas. Desde ahí empieza el...
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