Terraza Quintal — Restaurant in Puebla

The restaurant has a lovely terrace with beautiful views of the city’s many church domes, which creates a very pleasant setting, especially in the evening.

I decided to try the beef filet with fig sauce—something a bit out of the ordinary. While the meat was cooked just right (a perfect medium, as requested), the sauce was a bit too sweet for my taste. I tend to prefer savory flavors, so those who enjoy a touch of sweetness might appreciate it more than I did.

The cocktail menu offers a nice touch: you can choose your own mezcal and pair it with different mixers. However, the drinks weren’t particularly strong, and the mixers are charged separately, which is worth noting.

Service was attentive throughout our visit. Around 8 or 9 PM, there was live music, which added a nice atmosphere without being too loud or distracting.

Overall, it was a pleasant dining experience. While the food and drinks didn’t stand out as exceptional, the ambiance and service made for an...

Desayunamos en Terraza Quintal 4 personas. 2 de ellas (los que no la conocíamos) no salimos entusiasmados, la verdad. La terraza está bonita, las vistas son geniales, la atención trata de ser buena y en general lo es, especialmente de la hostess o encargada y de la mayoría de los meseros. Seguí la recomendación del mesero acerca de mi elección del plato principal del desayuno y opté por una clasico: huevos benedict. En este caso era un clásico reinterpretado porque a la salsa holandesa tradicional le acompañaba otro ingrediente: salsa macha. Y qué ocurrió? Que estaba tremendamente picante y esto opacó todos los sabores: ni los huevos poché, ni la propia salsa holandesa, ni siquiera el pan (que era de molde, y sí lo pude degustar por un lado al que no le cayó nada y no me dio buena impresión, la verdad...) nada me supo a huevo benedict, todo me supo a salsa macha. Creo que si le hubieran bajado una rayita o dos al volumen de la macha, habría sido una mejor experiencia. Es lo que tiene comer en México. Aquí parece que son capaces de degustar cualquier otro sabor con la presencia de una salsa como ésta u otras peores (por picantes) sin que esto les afecte en absoluto al sabor del plato (rayos y centellas!). Cuesta creerlo, pero así es. A los extranjeros en general no nos pasa esto. Yo llevo 4 años en México y nunca me había encontrado con algo así, pero porque suelo tener cuidado. En esta ocasión, me ganó la inociencia. Al resto de mis amigos, a todos, les gustó bastante su plato principal, excepto al otro "neófito " (éste sí mexicano); es decir, le gustaron mucho las enfrijoladas de ayocotes (frijoles grandes, tipo alubias), pero no le sentaron bien y las estuvo sufriendo todo el día. Pedimos pan salado para acompañar los platos y también bastante corriente, sinceramente. No lo descongelaron bien y además estaba chiclosito. El pan dulce que probamos no era maravilloso tampoco: un paris-brest no muy fresco (al menos parecía tener 2 días)y un muffin o magdalena, ésta sí bastante rica (menos mal!). Y el café, no siendo exquisito para mí, sí que fue del gusto de los demás comensales. Es recomendable experimentar el lugar para poder juzgarlo. Es bonito, con vistas preciosas y el personal en general es muy amable, la verdad, así que sí que merece la pena una visita para desayunar, comer o cenar, porque en el menú hay muchas opciones más allá de los...

Anteriormente había venido a desayunar y todo había sido excelente: el servicio, la atención y la comida. Sin embargo, mi experiencia al venir a cenar fue totalmente diferente.

Elegí este lugar para celebrar mi cumpleaños, pero resultó una mala decisión. Desde el inicio hubo problemas: la carta de bebidas en la pantalla no estaba actualizada, las promociones que anunciaban no estaban disponibles y tanto la comida como las bebidas tardaron muchísimo. Pedimos cócteles y cervezas, pero ambas llegaron al mismo tiempo después de una larga espera. Los platillos, además, tenían un sabor descuidado y no justificaban el precio.

Aunque ofrecieron algunas cortesías, la mala experiencia ya estaba hecha. El servicio del mesero fue lo único rescatable, ya que él fue quien dio la cara y se disculpó. Sin embargo, la ejecución en barra, cocina y la falta de claridad en las promociones fue pésima. Incluso notamos cubiertos sucios puestos sobre la mesa, lo cual dejó muy mala impresión.

El gerente nunca se acercó para dar disculpas ni mostrar interés en la situación; solo apareció al momento de cobrar. Para un restaurante con los precios que maneja, esperaba muchísimo más en calidad, atención y profesionalismo. Honestamente, creo que hay mejores opciones para comer y recibir un trato...