LO POSITIVO: Un lugar bastante particular, sugerible conocerlo si estás de visita en la ciudad, las entradas que pedimos estuvo bien, los BARBACHOS (wantanes) especialmente estuvieron agradable por la combinación de sabores desde lo dulce, salado y picante (sí te agrada ello) recomendado, tiene una gran variedad de platos de fondo a elegir con presentaciones muy auténticas, si pides entrada y plato de fondo más bebida posiblemente quedes totalmente lleno, recomendable si tenéis mucha hambre, en todo caso un plato de fondo sería suficiente.

LO NEGATIVO: Sí bien la ambientación es rústica, creo que se ha exagerado al nivel de tener sillas y mesas hechas como sea y para nada ergonómicas, mesas incluso inclinadas o con patas que no permite acomodar los pies adecuadamente, sillas con almohadas que deben verificar que sean suficientes, lugares demasiado oscuros y otros con la luz que empaña directamente la vista (ELIGE UN BUEN LUGAR SINO ESTARÁS INCÓMODO AL COMER) el día que fuí comenzó a llover y tenía filtraciones en el techo que mojaban los pasadizos y los volvía peligroso o te comenzaba a salpicar a los pies. En cuanto a la comida no sugeriría los espaguetis puesto si bien son agradables al inicio se vuelve empalagoso y pegajosos por los sabores muy cargados (necesita mejorar la calidad de la pasta)

CONCLUSIÓN: Un lugar interesante para visitar, por la variedad hace necesario visitarlo nuevamente y descubrir que plato te podría gustar, considera que el presupuesto varía desde s/50.00 (si consumes un plato y una bebida) a s/120 o más por persona. La presentación y la peculiaridad de los sabores lo hacen un lugar de 4estrellas pero si sus demás platos son similares fácil podría tener solo 3*.