La comida maravillosa… la atención no tanto. Explico el día: Llegamos 5 personas a las 11 de la mañana. Al ver una mesa redonda que se marcha pregunto a una camarera si podemos sentarnos o hay alguna reserva, responde que sí pero que tenemos que esperar a que la limpie. 10 minutos más tarde (de esperar de pie junto a la mesa), un compañero procede a limpiar y prepararla pero nos mira y dice “¿dónde queréis sentaros?, porque está está reservada… Nos movemos a otra mesa (después de explicarle al segundo camarero que estábamos esperando ahí porque su compañera no nos había dicho nada de una reserva…) En esta nueva mesa tardan otros 15 minutos en atender… ¿sabéis ya lo que queréis? Respondemos: ¡Pero si no nos habéis traído ni carta! Tras carta y decidir pedido podemos ver cómo la camarera que nos había atendido (de forma quizá un poco brusca) está desbordada… atiende ella prácticamente a todas las mesas mientras al menos 3 de sus compañeros se encuentran de cháchara en la barra. 45 minutos después de nuestra llegada al sitio conseguimos desayunar (eso sí, exquisito) … Pero no termina aquí! Al ir a pagar queremos cuenta por separado, al indicárselo a la persona que atiende en caja resopla, pone ojos en blanco y dice ufff (si, nos ha quedado claro que te ha molestado)

En resumen, es un sitio de moda, con buena calidad de productos donde parece que gran parte del personal cree tener todo hecho (la gente seguirá yendo por los motivos anteriores) pero locales como este se abren todos los días y a la gente no le apetece ir a un sitio a recibir semejante bordería una tras otra.