Uro Rest & Club — Restaurant in A Coruña

one star and if I could put zero I still put one because the entry made of tomato sauce was nice but going straight to the issue here we are: we went there for the pasta in the parmesan wheel, after the waiting it arrived and well...it was without salt, completely saltless. I left the pasta in the plate, since it wasn't eatable; the waiter took the plate while I was in the bathroom and although they come back to give us the check nobody cared to ask anything about; they just got the payment and left. if I can add they also forgot to remove the entry plate before to serve the pasta; and it wasn't just about one wrong worker because I felt also the guy who explained us the menu was very kind trying his best speaking english but way too friendly touching the customer while talking. I though it was one of the best restaurant in the city and indeed the environment was pretty cool but it actually didn't even reach the standard of a basic restaurant...

Visitar "URO" no es simplemente ir a cenar, es embarcarse en una travesía sensorial que redefine lo que significa disfrutar de una comida. Desde el momento en que cruzas el umbral, te envuelves en un ambiente que equilibra a la perfección el lujo con la calidez, donde cada detalle ha sido meticulosamente diseñado para hacerte sentir como el invitado más importante del universo. El menú es un poema gastronómico, una oda a la creatividad y al arte culinario. Cada plato es una obra maestra, presentando ingredientes frescos y locales en combinaciones inesperadas pero sublimes. Tomé el Tagliatelle fresco con crema de setas, el tartar de atún y el steak tartar y cada platillo superaba al anterior. Desde el tartar de atun, un pequeño bocado celestial de atún cuyo frescor era como si hubiera sido sacrificado al momento , hasta el postre final, una tarta de queso que se deshace mágicamente en la boca, la experiencia fue inigualable. El maridaje de vinos, era la compañía perfecta para cada plato, elevando los sabores aun más si cabe. Pero lo que realmente hace que "URO" se destaque es el servicio: discreto, atento y profundamente conocedor. Cada miembro del personal parece anticipar tus deseos antes de que siquiera los formules, pero sin ser intrusivo. El chef, un verdadero genio de la cocina, un artista de sabores, un poeta cuyos versos se plasman en sus platos. Su pasión por la gastronomía es evidente en cada especie, en cada ingrediente , y sobre todo, en cada plato que envía desde su cocina. He tenido la suerte de cenar en algunos de los restaurantes más reconocidos del mundo, pero "URO" se lleva el premio mayor. Es un lugar donde la tierra se encuentra con el cielo y aunque pueda parecer exagerado cada comida se convierte en un recuerdo imborrable. Si pudiera darle más de cinco estrellas, lo haría sin dudar. Este restaurante no solo redefine la cocina; redefine la experiencia humana. "URO" es, sin duda alguna, el mejor restaurante que he tenido el privilegio de visitar, y merece ser recordado en los anales de la historia como tal. ...

Comida para 5 persoas.

Entrantes para compartir: zamburiñas cun moi bo punto e unha salsa que combinaba xenial, recomendables; tartar de atún correcto e sen exceso de umami; e risotto, con boa cocción, mantendo o gran enteiro, pero sen perder a súa cremosidade.

Como prato principal, dividímonos entre o solombo de tenreira, de calidade e executado respectando á perfección o produto, e unha robaliza á prancha que me pareceu marabillosa, cunha guarnición que o acompañaba estupendamente.

Como sobremesas, no meu caso tomei a tarta de queixo, que me pareceu boa en sabor (aínda que lixeiramente excesiva de doce, para o meu gusto) e textura, sen marmeladas que cubran o seu sabor, algo que agradezo. Ademais, a cantidade era abundante.

Bo servizo, atento e agradable. Nunca faltou pan sobre a mesa, un detalle a ter en conta nestes tempos. Os entrantes poden semellar algo caros, pero as cantidades foron decentes e os sabores compensan o gasto. Repetirei.

Comida para 5 personas.

De entrantes para compartir: zamburiñas con muy buen punto y una salsa que les iba genial, recomendables; tartar de atún correcto y sin abusar del umami; y risotto, que tenía una cocción adecuada, manteniendo el grano entero, sin perder por ello la cremosidad.

Como plato principal, nos dividimos entre solomillo de vaca, que era de calidad y estaba ejecutado respetando el producto a la perfección, y una lubina a la plancha que me pareció maravillosa, con una guarnición que la acompañaba genial.

Como postres, en mi caso tomé la tarta de queso, que me pareció buena en sabor (aunque algo dulce de más, para mi gusto) y textura, sin mermeladas que tapen su sabor, algo que agradezco. Además, la cantidad era abundante.

Buen servicio, atento y agradable. Nunca faltó pan en la mesa, detalle a considerar en estos tiempos. Los entrantes podrían resultar ligeramente excesivos de precio, pero las cantidades eran decentes y los sabores compensan el...