Pedí un revuelto de setas. Las setas estaban inequívocamente ácidas hasta el punto de ser incomestibles, como pudo atestiguar mi acompañante. Devolví el plato a una camarera que me ofreció muy amablemente cambiármelo por otro, así que decidí cambiarlo por unos huevos, no sin antes aconsejarle que desechasen el material que tuvieran en mal estado. A los cinco minutos vuelve la camarera preguntando de nuevo por qué había devuelto el plato, a lo que vuelvo a indicarle que no es que no encontrase la comida a mi gusto o se tratase de un capricho, sino que directamente las setas estaban en mal estado, y les reitero el consejo de retirarlas para seguridad de los comensales. Al final no llegaron los huevos que había pedido. A pesar de ello, cuando llega la cuenta, reparo en que han incluido el revuelto de setas. A la vista de esto, le indico amablemente a otra camarera que ha habido un error y se ha añadido a la cuenta un plato incomestible, y que como comprenderá, no vamos a pagar los 8,5 euros que cuesta. Ante la objeción, me responde que las setas no estaban en mal estado y señala que somos las primeras personas en quejarse. Al rato vuelve para avisarnos de que el dueño va a llamar a la Guardia Civil para que pruebe la comida ante nuestra negativa a pagar el plato. Finalmente, llega el dueño para recordarnos que somos las primeras dos personas que se quejan por las setas. Nos asegura rotundamente que no están malas porque pasan directamente del congelador a la sartén (justifica que no son de temporada por la elevada afluencia al local, pero eso a nosotros nos da igual, solo nos quejamos del hecho de que estaban objetivamente en malas condiciones y pretendían cobrárnoslas). Se niega a entregarnos la hoja de reclamaciones y nos deja caer (a nuestro juicio con la intención de desanimarnos o incluso coaccionarnos) que la Guardia Civil podría tardar una o dos horas en llegar. Ante el escenario que nos dibuja el dueño, optamos por pagar la comida, sintiéndonos estafados. Solo lamento no haber insistido en pedirles la hoja de reclamaciones una vez saldada la deuda con el restaurante, pues sabía que estaban obligados a ofrecérnosla, pero desconocía que debían notificar la queja a la administración.
En fin, es una pena que exista gente, lo digo por el dueño, que prefiere porfiar por el pago de un artículo a aceptar que pueden haberse equivocado, en especial cuando se trata de un tema de sanidad alimentaria y, por tanto, potencialmente de salud pública. Evidentemente, las camareras del local no tienen responsabilidad en estos hechos, pues se limitaron a trasladarnos la postura del dueño, su empleador. Supongo que también he tenido mala suerte, pero si es por mi experiencia, no les recomiendo acudir a este sitio, en que nos trataron muy mal y nos estafaron sin...
Read moreWe happened upon El Portal looking for somewhere not full for lunch and were lucky that one table was unreserved. It was empty when we arrived at 1.30pm and looked a little like a grandmother's house so were a bit nervous. Luckily everything from there was fantastic. The staff were attentive and fast (which is not what you come to expect in Spain), and the food was delicious; thoughtful and balanced dishes with real creativity. A cut above most restaurants, especially at this price point. The negative reviews all seem to be from over a year ago so am not sure what happened but the chef is outstanding and the service great. Albarracin is a great place to visit, but I'd travel there just to go to El Portal again, and probably will! It's a small place so reserve in advance if you want to be sure, especially at weekends...
Read more✨ Una experiencia gastronómica que honra el producto local con elegancia y sabor
El Portal, en Albarracín, fue una de esas experiencias gastronómicas que se graban en la memoria 🍽️.
Una cocina que respira identidad, técnica y respeto por el producto 🥕🐟. Aquí no se trata solo de comer, sino de vivir el territorio a través de cada plato.
Se puede elegir entre dos menús degustación, uno de 35 € y otro de 39 € (bebida aparte) 💶. Ambos reflejan una propuesta creativa basada en ingredientes locales y de temporada, pero con una ejecución que roza la alta cocina ⭐, sin caer en pretensiones.
🥂 Aperitivos que abren el apetito con arte: La experiencia comenzó con una tosta de paté frío, delicadamente montada sobre tosta de la zona y un montaje visual impecable. Un bocado elegante y sabrosamente equilibrado.
🍞 Pan con personalidad propia: Le siguió uno de los grandes aciertos de la comida: pan de espelta acompañado de una mantequilla de tomate seco que sorprendía por su intensidad. El pan, esponjoso y con textura perfecta, fue una joya en sí mismo.
🐟 Trucha local con tomate y crema suave: El siguiente plato, una trucha con tomate de la zona y una delicada crema, combinaba frescura y armonía. Un plato sutil, refinado, que honra el producto local sin sobrecargarlo.
🦆 El plato estrella: arroz de pato El principal fue un arroz de pato servido en cazuela, con un punto de cocción impecable y sabores profundos. El pato, tierno y sabroso, se integraba con el arroz en una sinfonía de especias y matices frescos. Simplemente espectacular.
🍰 Un cierre dulce y memorable: El postre fue una tarta de queso cremosa con base crujiente, perfectamente equilibrada. Cremosa, ligera, con una base firme y deliciosa que aportaba ese contraste de texturas que eleva un postre al siguiente nivel.
🍷 Vinos y ambiente: La selección de vinos está cuidadosamente elegida, con opciones que armonizan con los platos. El ambiente del restaurante es íntimo y relajado, con pocas mesas y un servicio cercano y atento.
🎯 Conclusión: El Portal es una joya escondida 💎 en Albarracín. Una cocina honesta, cercana, basada en el producto y ejecutada con excelencia. Alta cocina de proximidad, con sabores auténticos, sin pretensiones y a precios más que razonables.
Ideal para quienes buscan una experiencia gastronómica auténtica, sabrosa y con alma....
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