Restaurante Nubium — Restaurant in Alcalá de Henares

Reservamos mesa, cosa que no hacia falta ya que había sitio de sobra. Solo había un camarero, y aunque no había tanta gente para cenar, tardo en cogernos nota. Pedimos un gazpacho que estaba rico aunque un pelin frio. Nuestro disgusto fue con el segundo plato, tomahawk, un trozo de 1 kg 900 gramos, según el coste de la factura. De los cuales 1,4 kg era desperdicios, entre hueso, grasa y partes de la carne muy hecha hasta estar dura. Acabaríamos comiendo 500 gramos. Un coste excesivo ya que 500 gramos pagamos 71€, 40€/kg con desperdicios del 70% del trozo. Nos preguntó el camarero qué tal la cena y le dijimos que mal, la carne con exceso de grasa, mal cocinada al tener partes al punto y otras sobre hechas. Entendiendo en carnes, era de baja calidad. Nos reconocieron que no habían controlado el fuego, que la carne tenía mucha grasa / desperdicio.. lo único que nos dijo es un triste lo siento, pero no descontaron ni un € de toda la factura. Muy sin vergüenzas reconocer los errores y no recular. Caro y malo. Total de la cena, sin vino 92€. Para no volver.

CONTESTACIÓN

Gracias por su respuesta. Poco elocuente.

Reservamos porque quisimos. Efectivamente nadie nos obligó, solo faltaba. Era un detalle que apunto, no hacía falta reserva.

El gazpacho, efectivamente, y gracias por lo de gourmet, es frio. En ningún momento lo pedí caliente. El gazpacho andaluz se sirve frío pero no helado, dicho por expertos en gastronomía y haciendo gala de mi experiencia “gourmet”. Al ser un plato típico del verano no debemos descuidar la temperatura porque ésta determinará en gran medida el sabor y también que resulte refrescante. Muy frio mata el sabor de las verduras que lo componen por exceso de frío.

En cuanto a la carne, perdóneme pero me remito a la cuenta que pasaron y a su carta. Puede ser que cobraran mal, pesarán mal o vaya usted a saber. Realice la cuenta y le salen los números.

En su carta, la que da a los clientes pone Tomahawk de vaca semental, 60 días de maduración, a la brasa con carbón de encina " 42,00 €/ kg (adjunto foto de su carta por si me tacha de mentiroso)- La cuenta es fácil, si el kilo sale 42 euros y nosotros llegamos a pagar 70,56 euros, nuestra chuleta pesaba 1.764 kg. Como parece saber, el tomahawk puede pesar entre 750 gramos y poco más de un kilo. Miré usted lo que nos cobró o cuanto pesaba su pieza. Quizás esta pieza no fue seleccionada meticulosamente, o como le digo estuvo muy mal cobrada. (Por si vuelve a no creerme, solo tiene que ver la factura adjunta de su servicio).

En cuanto al hecho de que estuviese más hecha, siento decirle que su camarero no solo lo vio, sino que lo reconoció e insistió en ofrecernos unos chupitos o el café cortesía de la casa. No pretendíamos “no pagar”, ni que nos regalasen nada. Y efectivamente ni tomamos chupitos ni cafés. Pagamos lo que se nos pidió. Pero siento informarle que su camarero lo reconoció.

Aprenda un poco de sus errores y no intente justificar lo...

En mi reciente visita al restaurante Nubium en Alcalá de Henares, quedé gratamente sorprendido por la calidad del servicio y el ambiente acogedor del lugar. Desde el momento en que entramos, fuimos recibidos con una atención amable y profesional. El local es muy agradable, bien decorado y con un sistema de aire acondicionado que hizo que la experiencia fuera cómoda, especialmente en un día caluroso.

Al sentarnos, nos ofrecieron unas aceitunas, acompañadas de una crema que, aunque similar a una salsa rosa, tenía un sabor excepcional, además de unos picos crujientes. Todo esto, sin duda, fue un comienzo prometedor.

Para los platos principales, comenzamos con una selección de croquetas variadas: de boletus, de gambón y de jamón ibérico. Cada una de ellas estaba perfectamente elaborada, con un rebozado crujiente y un relleno cremoso lleno de sabor. Las croquetas de boletus fueron particularmente memorables, pero todas, sin excepción, estaban espectaculares.

Siguió una ensalada Nubium con helado de queso, mezclum de lechugas, nueces, cebolla caramelizada y jamón crujiente. Al derretirse bañó la ensalada completamente pero en su justa medida. La mezcla de sabores, junto con el punto prefecto de elaboración y maduración de las hortalizas, lo hacía simplemente DELICIOSA.

Finalmente, optamos por el bacalao napeado, que venía presentado en cuatro trozos, cubiertos con una deliciosa crema y acompañados de una salsa de tomate que complementaba perfectamente el plato. La textura del bacalao y la armonía de los sabores hicieron de este plato el broche de oro para una experiencia culinaria maravillosa.

Nubium no solo destaca por su excelente comida, sino también por el cuidado en los detalles y la calidad del servicio. Sin duda, es un lugar al que volveré y que recomiendo...

Comimos menú del día y respecto a la comida, era aceptable, a destacar la tarta de queso del postre, el resto estaba bien pero nada reseñable. Lo que hace que baje la valoración es el servicio. Vamos con una niña de 2 años y no nos dan ni una silla de adulto para ella (ya ni digo trona), tuvo que comer en nuestro carro y en brazos. En ningún momento se acercaron a preguntar o interesarse si estábamos bien. El servicio de pan incluido en el menú, tuvimos que pedirlo al final del primer plato porque no nos lo traían. Nos trajo sólo un trozo de pan (pidiendo 2 menús) cuando en las mesas de alrededor les ponían uno por menú. Al traernos las bebidas, la cerveza rebosaba y pusieron la mesa llena de ella. No vinieron a limpiarlo y cuando les decimos al traer el segundo plato que si pueden limpiar la mesa que nos estamos manchando, nos traen un trozo de papel de cocina para que lo limpiemos nosotros. A nosotros nos da igual limpiarlo, pero fueron las formas y cómo se sucedió todo lo que nos molestó. La dueña/responsable del restaurante estaba hablando con los comensales de la mesa de al lado haciendo unos comentarios que dejan claro cómo es la política de su negocio. Estábamos bastante incómodos con la conversación y no nos extraña nada que les cueste encontrar personal. Pero cada uno elige cómo llevar su negocio. Tan sólo que esas conversaciones se deben mantener en privado porque puede dar una mala imagen a quién lo escuche. En general, la comida es aceptable pero mal servicio y nos dejaron con un mal sabor de boca, fue una sensación de que estábamos molestando sin saber bien por qué. Además, comparando con otros sitios en los que hemos estado estos días por Alcalá, en los que el trato ha sido magnífico, y como siempre, las comparaciones pueden...