Ivan Iturralde, nuevo capitan de Poniente
Dentro de este periplo que nos hemos autoimpuesto de ir visitando a todos los amigos restauradores, tocaba el turno ir a ver a Iván Iturralde y su nueva aventura en el restaurante del Real Club de Regatas: Poniente.
Pagamos 💶 Nos decantamos por el menú alicantino de 27 € sin bebidas que también tiene la opción de por 8 € más, es decir, 35 € incluir toda la bebida.
Comimos 🍴 Empezamos con una ensalada de cogollos tomate pimiento y anchoa. Buena. 🍴 A continuación llegaron cuatro quisquillas por persona, buen tamaño y buen sabor. 🍴 El calamar plancha (que se puede pedir a la plancha o a la romana) como podéis ver por la foto, el tamaño para dos personas en un menú de este precio es más que generoso. 🍴 Siguieron unos mejillones al vapor, no especialmente grandes pero también muy sabrosos. No hay que perder de vista la época del año en la que estamos. 🍴 Y por último llegó el arroz que nosotros habíamos elegido el señoret de entre las 8 opciones que tiene. La ración también súper generosa, lleno de tropezones y muy buen sabor aunque a nuestro gusto tenía exceso de sal, pero he de reconocer que somos bastante «sosos» en la comida.
🍰 De postre pedimos que únicamente nos trajeran uno para los dos, pues ya ni podíamos ni debíamos comer tanto y este consistía en una especie de tarta de queso envuelta en chocolate blanco y que cocina adornaban con un poco de nata. La verdad es que me gustó mucho, me parece un postre muy adecuado para un menú en el que solamente tienes esa elección.
Bebimos 🍷 Para beber tomamos un rioja 100% Tempranillo blanco, denominado Baigoiti, un vino sencillo con un toque cítrico y acompaño muy bien la comida. 🍷 Botella de agua. 🍷 Chupitos invitación de la casa.
Apuntes 🗨 Las cantidades son muy abundantes. 🗨 Para un menú de ese precio también la calidad y la variedad de platos me pareció muy buena. 🗨 Da gusto comer con un mantel y servilleta de tela. 🗨 Cómo sugerencia diría añadir como posibilidad de postre, algo de fruta de temporal. 🗨 Las servilletas que te dan para limpiarte las manos después del marisco son muy «monis», pero demasiado desperdicio de plástico.
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Read moreExecrable e infecta experiencia gastronómica. Lamentable en lo que se ha convertido el restaurante de un sitio tan emblemático como el RCRA.
Somos socios desde hace 25 años y el restaurante ha tocado fondo bajo la nueva dirección. Los menús son escasos y malos. El genero es pésimo y la carta escueta y engañosa. Cuando en un menú pone "empanadillas" o "morcillas" uno espera que al menos sean 2, para justificar el uso del plural. Además se junta que las raciones son de muestra, y los maridajes de los patos en los menús son un atentado al buen gusto.
¿A quien se le ocurre mezclar un plato de morcilla de Burgos con pisto, y en el siguiente plato salmón ahumado? Es la receta perfecta para una gastroenteritis aguda. La carne roja y el embutido NUNCA JAMAS se sirve junto al pescado. Eso es de 1º de hostelería.
Las ensaladas con tomates congelados, lechuga pocha, o croquetas del tamaño de una lenteja empanda, son solo otros ejemplos de lo que probamos.
En cuanto a la atención y el servicio, en mi vida nos hemos sentido tan acosados. Sirvieron todos los platos que pedimos en menos de 10 minutos (1º,2º,3º y principal). No nos daba tiempo a engullir la comida, y los últimos se quedaron fríos.
El precio es desproporcionado. Ni el genero ni el servicio lo justifican, y menos todavía cuando el anterior restaurador servía menús 20 veces mejores por tan solo 12 euros, como aún hacen una inmensa cantidad de restaurantes en la ciudad. NADA justifica el pésimo menú que nos pusieron por 18 euros por barba.
La dirección del club debería plantearse seriamente el terrible cambio de hostelero que han hecho, no solo por los precios y por el genero, sino por el lamentable rumbo gastronómico. Solo al tipo que hundió el Apizcolari, o la Casa del Reloj en Murcia, se le podría ocurrir que cuando los clientes se quejan de precio y falta de variedad en las tapas, la solución es poner percebes y ostras en la barra en vez de una buena selección de pinchos.
Ya nos advirtieron, pero teníamos que verlo con nuestros propios ojos. No...
Read moreNuestra experiencia fue de un grupo familiar de 4 personas. Aunque habíamos reservado por la web y comentado que nos gustaría una mesa cerca de la ventana no dieron el último rincón del local junto a unos biombos donde guardaban las tronas de los niños. Un punto su favor es el acierto de poner mesas redondas, muy agradables para la conversación. Sin embargo el tener que bajar una planta para ir al baño me parece un atraso sobre todo con la cantidad de gente mayor que había hoy en el restaurante. En cuanto a la comida optamos por tomar cosas a la carta. Un pulpo a la brasa a la manera murciana que no nos gustó, más bien seco (5/10). Seguimos con unas almejas ricas con una salsa algo picante de vino blanco, aunque nos hubiera gustado la salsa algo más espesa estaba rica (8,5/10) y una ensaladilla rusa clásica y muy buena (9/10). De plato principal arroz del señoret para 4, las cantidades abundantes y en cuanto al sabor bueno. (8,5/10). Los postres, optamos por goxua (9/10), tarta de manzana que tenía la base algo seca (7/10) y tarta de queso muy rica pero poquita cantidad, además esperábamos que llevara una mermelada de higo y nos la pusieron con frutos rojos sin avisar y por encima de la tarta (8/10). La bebida fue agua y unas copas de vino blanco. En conjunto la comida estaba buena, pero mis expectativas eran altas en cuanto a la comida y especialmente el arroz y poder disfrutar de las vistas y no se han cumplido plenamente, pero tampoco como para no volver. En otra ocasión espero probar el menú arrocero que resulta muy atrayente y vimos servir en otras mesas. La atención de los camareros muy buena, atentos siempre aunque una vez acabado nos costó que pasaran a traernos la cuenta. El precio a la carta con las bebidas indicadas ha sido de unos 32€...
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