Café Bar Joaquinito — Restaurant in Aracena

Después de una ruta de senderismo por Aracena, estábamos hambrientos y buscamos algún lugar donde saciar nuestro apetito.

Localización y ambiente Situado justo en la calle de acceso a la gruta de las maravillas, su localización es magnífica. Asimismo dispone de algunas mesas en el exterior donde poder comer tomando el sol, de metal no demasiado confortables. El interior es pequeño, con unas seis mesas de madera y ambiente rural. Puntuación, 2.5

Cocina La cocina se basa en los productos de la sierra onubense, centrándose en platos de setas y carnes ibéricas. Tuvimos la oportunidad de probar diversos platos, no destacando ninguno de ellos especialmente, quizás lo que más me gustó fueron las huevos con jamón y patatas. Las migas con chorizo no estaban todo lo cocinadas que me gustan. Las croquetas estaban buenas, caseras, destacando las de setas sobre las de pollo. El revuelto de gurumelos estaba bueno, pero le faltaba algo de picante. La parrillada ibérica estaba algo seca, lo mejor, sin duda, el chorizo a la parrilla, que estaba riquísimo. Lo peor, sin duda, el arroz con setas, prácticamente sin sabor y con el arroz entero, a pesar de ser del tipo brillante. Puntuación, 3.0

Bebidas En la carta de vinos no había ninguno de la provincia, sí algunos riojas y riberas, nada destacable, así que nos decantamos por unas buenas jarras de cervezas Cruzcampo que nos sentaron genial después de la caminata. Puntuación, 3.0

Servicio No es un lugar para ir con prisas, y menos en fin de semana, dado que suele estar repleto. El servicio fue algo lento. Puntuación, 2.5

Precio Los precios son variados. En general me pareció un precio algo superior a la calidad que tenían los platos. De lo que pedimos, las migas a 10 euros, el revuelto de gurumelos a 15 euros o la parrillada a 18,50 euros, son más caros de lo que debieran. Las jarras de cerveza a 2,50 euros sí tienen un buen precio. Puntuación, 2.5

La valoración global estaría en...

Salimos de visitar la Gruta de las Maravillas y paseando decidimos parar a reservar para la hora de almuerzo, parando en este lugar elegido por mi acompañante.

Reservamos para las 14:30, pero nos enredamos más de la cuenta paseando y contactaron con nosotros para confirmar asistencia y saber si liberar o no mesa, me pareció un detalle a destacar sin duda alguna. Llegamos bastante tarde, pero teníamos nuestra mesa.

Nos llamó la atención que su clientela principal era gente del pueblo y no turistas, algo que nos hacía intuir que sería un acierto asegurado.

Local más bien pequeño, acogedor, con decoración cuidada y rústica acorde a la zona. Tiene una terraza amplia y agradable, pues no está en una calle ruidosa, pero sí con ambiente.

Su carta basada en productos de temporada y zona principalmente es amplia y variada, lo que dificulta elegir dado el atractivo de su oferta. Como valor añadido comentar que casi todo lo ofrece en versión tapa, media ración y ración, lo que da opción a degustar más platos.

Nosotros comenzamos con unas croquetas de jamón, de sabor buenas, aunque me gustan con envoltorio más crujiente y más cremosas en su interior. Continuamos con un arroz con setas, estaba bastante bueno de sabor, aunque al caldo, para mi gusto, le faltaba un toque de melosidad. De último plato pedimos huevos con patatas y pluma ibérica, plato simple pero exquisito. La terneza y sabor de carne, la patata natural bien frita y el sabor del huevo que acompañaba lo hace un plato muy recomendable.

De postre pedimos un pudin de castaña que estaba realmente bueno, es un obligado si pasas por aquí y quieres poner toque dulce a tu experiencia.

En cuanto a vinos no tiene mucha variedad, nosotros, dada opciones ofrecidas, nos decidimos por un Marqués de Cáceres para acompañar velada.

En cuanto a servicio genial, personal muy amable y eficaz.

En definitiva, si estás por la zona, este lugar es muy...

Comida muy buena!! Peeeeeeeeeereero la organización es NULA, la profesionalidad de las camareras de fuera deja mucho que desear!! Teníamos reserva a las 15h. Pero hasta las 15:45 imposible sentarnos!! Los comensales de la mesa que teníamos asignada 20 min con la mano levantada para los cafés y 25 min para que le llevasen la cuenta. Una vez sentados, pedimos y.... Quieren platos para servirse... -SI, POR FAVOR Pues todavía los podíamos estar esperando.. Le puedes levantar la mano a la camarera, alzar un poco la voz... Ella a su bola, es para nada.. Le pido un vino, y cuando acabamos de comer me dice que si me lo trae, que se le había olvidado... Le dije que ya daba igual!! Cuándo vamos a pedir los postres, nos dice que no les queda apenas nada, porque todos los postres están reservados.. Es alucinante la diferencia en el trato que les dan a los conocidos del pueblo y a los que vamos a echar el día a Aracena... Para los amigos ha habido postres y chupitos de la casa... Para los visitantes esperas y más esperas... un completísimo desastre!!! hacía años que no acababa de comer a las 17:00h. Sin postre y con mal sabor de boca. Otra cosa que no entiendo, es, como estando tan pegadas las sillas de unos comensales con otros permiten que fumen en ellas.. En fin.. experiencia desastrosa en el Bar Joaquinito. Como suelo decir: CON NO VOLVER...