Aún asimilando la comida del domingo. Puro surrealismo.
Reservamos una mesa para 6 pero finalmente fuimos 7. Al pedir una silla de más, malas caras y resoplos cuando estaban en su derecho en no aceptar la mesa si no podían atenderla.
Tardaron 30 minutos en tomarnos las nota y literalmente 1:30 en servirnos. Merendamos directamente. Ninguna explicación o disculpa hasta ese momento. Tampoco la pedimos. Las quejas de otras mesas nos parecían suficientes aunque, cabe reconocer, terminaron comiendo antes. Quien no llora no mama.
El summum de la comida llegó cuando dijimos “Aleluya” al llegar el primero de los platos. Este comentario se ve que ofendió al camarero que nos “atendía”. Un chico alto que servía las mesas de exterior y que nos pareció increible que pudiera trabajar de cara el público habida cuenta de su falta absoluta de educación y faltas continuas de respeto. Pongo ejemplos porque fue a partir de ese momento cuando pasamos de reirnos a pensar que estábamos en una broma de cámara oculta.
La primera de todas pasaba por casi tirarnos los platos al servirlos y, además, sin mirar. La segunda decir “ahora quieren pimienta los niños” cuando le pedimos la aceitera. La tercera, retirar los platos cuando aun estábamos comiendo y diciéndonos si queríamos que nos lo pusiera para llevar -con tonito y aludiendo a un comentario que hicimos entre la mesa diciendo que mejor llevar tuppers comiendo una milanesa a las 4:30 de la tarde.
Tras este espectáculo, decidimos pedir explicaciones. El camarero dijo que nos pedía disculpas por “habernos vacilado”. Que “había hecho lo que había podido para que comieramos lo antes posible pero que no entendía los comentarios”.
Este chico ya nos había invitado a terminar de comer en otras ocasiones porque tenía compromisos.
Queríamos dejar constancia de nuestra experiencia porque nos parece increible que puedan llegar a tratarte de este modo. Creemos se sobrepasaron todos los...
Read moreUn restaurante para no volver, nada recomendable. Hicimos un surtido de quesos como entrante, el propio queso traía papel de plata del envoltorio. Durante toda la comida presenciamos un acoso de palomas incesante, se nos subieron en la propia mesa y en la barandilla que teníamos al lado. En el momento que se lo dijimos al camarero nos dijo que era habitual tener un “palomar”en la terraza y que habían puesto un sistema de sonido para ahuyentarlas, pero las mismas ya se habían acostumbrado y seguían entrando en la mesa de los clientes. Como plato principal pedimos la recomendación del xef “raviolis de ceps”, hicimos consulta previamente para saber que son los “ceps”, ya que en la carta no lo especifica. Tras consultarlo con el camarero nos dijo que era marisco/pescado, como ya habíamos echo la búsqueda por google y sabíamos que eran champiñones le pedí por favor que consultase con el xef. Al regresar nos detallo correctamente que eran setas pero que no lo había podido saber ya que eran industriales (en la carta esta incluido en el apartado de pasta fresca). El plato lo tuvimos que dejar a medias (6 unidades de raviolis por plato), ya que había una sopa de salsa y nada de sabor del interior de los raviolis. Una vez terminamos de comer, le comentamos la situación nuevamente que habíamos vivido en el restaurante al camarero, y en ningún momento de tuvo en consideración esta mala experiencia. La cuenta por un entrante y dos principales con dos refrescos ascendió...
Read moreHace años que es conocido por los vecinos de La Bonanova, tienen clientes habituales y les va bien, entonces ¿para qué esforzarse en hacer la auténtica carbonara con huevo? Y es que aunque la verdadera Italia no esté aquí, Bene Assai ofrece pastas, ensaladas y pizzas muy correctas a precios de zona alta. 1 ensalada mixta, 1 pasta, 2 aguas minerales (de esas del grifo purificadas que torean la ley) y 1 cortado: 30,35 €. Fummetsvan pidió los spaghetti vongole sin picante y recuperamos la sensibilidad del labio a la hora del café, cosas comprensibles que pasaban incluso en los mejores comedores de las casas de colonias, donde las valientes cocineras llevaban un ritmo tan automatizado que por mucho que les dijeras que eras alérgico a los frutos secos, siempre te caían un par de nueces encima de la “mel i mató”. Si no pedís pizza, no os olvideis de la fogasetta con cebolla. Vale la pena. Si vais en pleno verano, os recomendamos comer dentro junto al aire acondicionado. Las tres terracitas mejor dejarlas para las...
Read more