Disappointing Rodízio Experience – Poor Service and Hygiene Concerns
As a Brazilian who loves our cuisine, I went to this restaurant expecting a good rodízio experience, but it was frustrating. The food was bland, and I had to ask to be served twice. While waiting, my food got cold. The servers passed by my table multiple times, serving everyone around me but completely ignoring me. When I was finally served, some of the meat was tough, and some options ran out before even reaching me.
One concerning aspect of the service was how they handled the skewers. Typically, each guest is given tongs to take their own cuts, but here, the servers placed the same skewer directly onto everyone’s plate. This raised serious health and hygiene concerns.
I informed the host about the issues, and he said he would speak with the staff, but by that point, I no longer felt comfortable and decided to leave. He helped me with the bill and charged only for my water. As the restaurant got busier, I became even more concerned about how the service would deteriorate. Unfortunately, it was not a pleasant experience, and I don’t plan...
Read moreEditado 05/07/2025
Lo que nos ha ocurrido ha sido realmente surrealista. Al sentarnos, vimos que los platos estaban sucios, algo que puede pasar, y simplemente pedimos si nos los podían cambiar. La respuesta del hombre que organiza las mesas fue que se lo dijéramos a otra persona, lo cual nos sorprendió, ya que entendíamos que también trabajaba en el establecimiento.
Tras pedir ayuda a otro miembro del personal, nos trajeron otros platos… también sucios. Esta situación se repitió varias veces: todos los platos que nos iban trayendo tenían restos visibles de grasa o suciedad. La sorpresa fue aún mayor cuando uno de los camareros, en lugar de traer platos limpios, empezó a limpiarlos delante de nosotros con la misma bayeta que se usa para limpiar las mesas. Lógicamente, los platos seguían estando sucios, ya que la grasa seca no se va simplemente pasándole una bayeta.
Cuando trasladamos nuestra queja a quien parecía ser el encargado, su respuesta fue que a él no le parecían sucios. Y su solución fue invitarnos a marcharnos si no estábamos conformes.
Y eso hicimos.
Como nota positiva, ofrecí pagar las bebidas que habíamos consumido hasta ese momento, ya que me parecía lo justo, y el encargado no quiso cobrarlas. Un buen gesto, que valoro.
Es una pena, porque el sitio me gustaba. Pero llevo ya varias visitas en las que el trato del personal deja mucho que desear: camareros que te ignoran, tiempos de espera largos, y cuando por fin te atienden, lo hacen de mala gana. Hoy el problema fue aún más grave por el tema de la limpieza, pero no es un hecho aislado, sino algo que se suma a experiencias previas.
No escribo esto por hacer daño, sino porque creo que solo señalando los errores se pueden corregir. Me encantaría poder volver y sentirme bien atendido, pero a día de hoy no lo recomendaría.
Original:
Si te gusta la carne, este es tu sitio. Buffet libre de carnes. El pero? No es un sitio tranquilo, vam bastante a piñón y como el sitio no inspira tranquilidad y los camareros tampoco, hay un ruido incesante in crescenso que acaba por casi no escuchar a quien te sirve.
Hay dos menús, el caro (salvo que quieras sangria, cerveza o cualquier bebida no recargable, no vale la pena. Son de Pepsi, por lo que no esperes otras marcas. Por lo que te encontraras, Kas, Pepsi y mas de su linea.
En ambos menús entra carne y guarnición, por lo que a nivel fe carnes y cantidades no cambian en nada.
En el mas caro 22€ aprox (barato a 11€ aprox) entra una copa de Caipirinha, opcion de sangria, bebida postre y cafe. (Cada uno que valore si le sale rentable)
Los niños tienen un menu infantil por 8€ que les entra agua o refresco y postre infantil.
Personalmente voy a comer y salgo muy satisfecho, pero no busques una calidad gourmet o un servicio especial.
En pocas palabras: Calidad aceptable, local ruidoso y masificado y servicio...
Read moreCrítica Gastronómica: Brasa y Leña en La Maquinista
Visitar un restaurante de carnes al estilo rodizio debería ser una experiencia de indulgencia y satisfacción, pero mi reciente visita a Brasa y Leña en el centro comercial La Maquinista de Barcelona fue, lamentablemente, una decepción en todos los sentidos imaginables.
Comenzamos con una reserva para las 15:30. Nos recibieron con las bebidas y unos entrantes que llegaron sin aviso y sin opción de selección. Aquí ya empezamos mal, pero el verdadero desastre no tardó en llegar.
El modus operandi del restaurante consiste en que los camareros circulen con cortes de carne en astas, sirviendo según el apetito de los comensales. Suena prometedor, ¿verdad? Sin embargo, cuando el primer trozo de carne terminó en la manga del jersey de mi nuera en lugar de su plato, la ilusión se desmoronó. Una disculpa rápida del camarero fue insuficiente para el daño causado, ya que esto dejó una mancha grasosa difícil de ignorar. Cuando mi esposa pidió un poco más de cuidado, esperábamos que la jornada mejorara, pero en lugar de eso, se convirtió en un espectáculo de falta de profesionalismo.
El camarero, aparentemente ofendido por una solicitud básica de cortesía, decidió unilateralmente que nuestra mesa no merecía ser servida más. Esto nos obligó a dirigirnos al metre, quien inicialmente asumió el control, solo para que otro camarero tomara el relevo con una actitud igualmente hostil. La frecuencia y calidad del servicio cayeron en picada, dejándonos con un sentimiento de abandono absoluto.
La comida, que debería ser el punto fuerte, apenas merece comentario porque, simplemente, no la tuvimos. Un único set de carne fue todo lo que logramos disfrutar antes de darnos por vencidos. Salimos con hambre, habiendo pagado 90 euros por cuatro personas que apenas probaron algo más que unos entrantes y unas bebidas.
Un consejo para el equipo de Brasa y Leña: en otros restaurantes similares, las pinzas se proporcionan a los comensales para evitar situaciones desastrosas como carne cayendo en la mesa, las bebidas o, peor aún, en los comensales. Esto no solo facilita la experiencia, sino que también demuestra un mínimo de atención al detalle.
En conclusión, Brasa y Leña no solo falló en cumplir con los estándares básicos de atención al cliente, sino que su personal gestionó la situación con una actitud que dejó mucho que desear. Si buscas una experiencia culinaria donde la cortesía y la calidad estén presentes, mi recomendación es que busques en otro lugar. Aquí, lo único que encontrarás será frustración, un servicio mediocre y, posiblemente, una mancha en tu ropa que simbolice lo poco que les importas...
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