Suru Restaurant — Restaurant in Barcelona

This was an amazing dinner, we were expecting it to be nice but it surpassed our expectations. We sat at the counter which is always nice in this type of place. The service was very attentive and made sure we always had enough drinks, bread and so on. The food was really so good, it is quite rare that every single dish you try leaves an impression. Moreover, they give you each a portion rather than just serving a tiny one in the center to share, as they do in many other places. We had the oyster; leeks; veal tongue; beetroot ravioli; chanterelle; rock fish; and veal sweetbreads. Again, all really good! We paired the dinner with a bottle of Panduro, a Monastrell wine from Murcia - it had a very interesting and unique flavour profile. Then for dessert we tried both the chocolate and fried rice one and the fig tart. Definitely go for the chocolate one, it is the one the waiter recommended and he was totally right - so so good! Chocolate desserts tend to be a bit disappointing for me at restaurants, but this was incredible. We also got to chat a bit with the manager and partner after the dinner, and you could totally tell how passionate they are about this place and providing a quality service. We left after having made two more reservations for later on in the month, so...

This place is a little gem. The greeting was very friendly and they made us feel like home, there were a few seating options for us to choose that is always a nice touch. The atmosphere and decoration really add to the overall young vibrant and sophisticated vibe of the place. The kitchen is open and it is nice to see how the chefs work to create the dishes, also it looked spotlessly clean and taken care of. The three owners and friends were there, working in different departments, sommelier, chef and manager, they had a very nice energy and bond that added value to everything. The food was excellent, they managed to perfectly pair Japanese cuisine and tapas, in an elegant and authentic way without overstepping or over complicating the flavour and dishes available. We had a fantastic time overall I would give them 5 stars without hesitation. The wine was exceptional and the service was knowledgeable and on the spot, we explained what we wanted and we were presented with choices to pick, that were on right on point! The crowd was also very nice, you could hear interesting conversations and everything was in perfect...

Hemos ido a cenar esperando disfrutar por lo que habíamos visto en tripadvisor. Nada más lejos de la realidad, vivimos un momento realmente desagradable. Lo primero, y por lo que ya no debimos ni de reservar, es que nos exigieron una pre reserva de 45 euros por persona para formalizarla. Nos parece que si bien es lícito pedir una señal para confirmar la reserva, esto resulta claramente excesivo.

Llegamos y a pesar de la amabilidad del personal que te recibe, la persona que se encarga de aconsejar sobre los vinos tuvo una actuación absolutamente reprobable. Y es que como pedimos dos copas de vino, nos quiso discriminar poniéndonos unas mini copas en las que le servía el agua a otras personas. Cuando le hicimos saber que no eran de recibo tales copas, se vino arriba mintiéndonos y diciéndonos que no tenía otras, cuando a nuestro alrededor todo el mundo tenía sus ejemplares de copas bien grandecitas, como debe ser en un sitio que pretende ser de categoría. Luego rectificó y nos advirtió que no nos las quiso poner en principio por si "las rompíamos", justificando su actuación en que la copa era muy cara "para el vino que iba a tener dentro". Nos sirvió un vino con etiqueta roja que no llegamos a saber ni de qué DO era, pues tapó hábilmente la etiqueta y se marchó corriendo con la botella para que no lo viéramos. Un trato humillante para personas que, aunque él lo puso en duda, somos experimentadas en el mundo del vino y de la gastronomía. Esta situación provocó en nosotros ya una incomodidad total y a pesar de que la comida es muy buena, ya no disfrutamos para nada de la experiencia. Un hecho absolutamente insólito en los muchos años que llevamos disfrutando de la enología y de la gastronomía. Ni en el bar más modesto vivimos algo semejante.

Por otra parte, yo pedí (tuve que pedir porque él ni cuenta se dió de que yo no tenía bebida), una cerveza sin alcohol. Me trajo una lata de las más pequeñas que puede haber en el mercado, de unos 25 cl. Estaba muy buena, pero me cobró 7 eurazos por apenas dos sorbos de cerveza. El agua que te ponen como cortesía de la casa, es del grifo, pero te cobran 4 euros por el "servicio". El colmo de la tacañería y de la codicia.

Finalmente, sólo pedimos 6 platillos (según la persona que nos atendió en primer lugar lo habitual son 8 o 10...) y sin postre ni nada más pagamos 124 euros... Pero lo peor, sin duda, el trato de esa persona prepotente y con una tacañería que roza lo patológico. Una experiencia...