Simplemente ESPECTACULAR! El mejor restaurante que he visitado de mi vida al día de hoy, una virtuosidad de sabores digna el mismísimo Mozart. Aunque creo no hace falta decir nada más, quiero compartir algunos detalles. No me esperaba esta calidad de cocina de un restaurante en el Paseo Marítimo de Blanes, es una perla oculta entre la multitud de establecimientos. Fuimos atraídos por las reseñas y los artículos en la prensa, por el chef Rafa Salinas y Albert Mir, ambos alumnos de la famosa escuela Bulli y antiguos miembros de Tickets. ¿Resultado? Un restaurante gastronómico de cocina molecular de autor y los platos elaborados a la perfección. La terraza es cubierta, la decoración crea la sensación de intimidad, lo que destaca en el paseo marítimo decorado con pescados, fotos de comida hecha de plástico. Hemos optado por el menú degustación: 3 entrantes, 2 primeros para compartir, un segundo a elegir y postre (43€). No hay mucho que decir: experiencia única, una explosión de sabores y texturas, aromas y colores. Los camareros muy atentos, nos han mimado a cada instante. Los platos una maravilla, fuimos como dos niños ilusionados que descubren el sorprendente mundo de sabores. Un donut de chocolate blanco y foie, una esferificación de aceituna, un crujiente de huevo frito con patata y beicon, ferrero Rocher de bacalao: una sinfonía de Mozart para el paladar. Después una ensalada con helado de queso de cabra y espuma de albahaca: espectacular, me ha encantado el contraste de texturas, temperaturas y sabores, y la espuma envolvente de la albahaca era una guindilla en el pastel. Después unos mejillones a la brasa con mayonesa ahumada, mi pareja ha comido mas que yo aunque no le gustan los mejillones! Muy pero muy sabrosos. De segundo: un cangreburger, una hamburguesa con el cangrejo blando que puedes comer entero. Suave y crujiente a la vez, un sabor autentico y sorprendente. Mi pareja solomillo al bonzo, tierno y sabroso, tan aromático. Normalmente no como carne, pero en esta ocasión he hecho una excepción la he catado: la carne se deshace en la boca, textura muy agradable. Para el postre: gyozas de manzana con el helado y ferrero Rocher estilo Sa Lola, en este caso mi voto va para las gyozas. Fui una experiencia única que no olvidare nunca, no era solo ´´comer´´, era algo más, la cocina de estrellas Michelin. Aparte de menú degustación, puedes pedir platos a la carta y tapas. La relación calidad/precio es muy correcta visto la calidad de ingredientes y la elaboración de los platos. Vengo de Barcelona donde un menú de este estilo vale al menos doble o triple. Me ha encantado! La única pega que en el menú no entra ninguna bebida, ni agua y que el precio de la botella de agua de 822ml es de 6€ que me parece un poco excesivo. A pesar de eso, a mi gusto, Sa Lola es uno de los mejores...
Read moreWhat a wonderful restaurant! The friendly service, the ambience, and yes, the food. It is a perfect combination that makes for a highly enjoyable, gastronomic dining experience. You will want to return here as soon as possible because the menu promises many more delightful tapas and meals. Sa Lola describes itself as a "Tapas paradise by the sea," and we wholeheartedly agree. You can order both tapas and meals. You won't go hungry. A word of advice: the English menu doesn not quite prepare you for what you are about to experience. For instance, the entry "Anchovy with Pesto," is described in Spanish as, "Anchovy with Pesto: Bread sphere filled with basil aioli and topped with Cantabrian anchovy and pesto caviar." It is a feast for the eyes, and it tastes like angels dancing on your tongue. From now on, no visit to Blanes will be complete for us without a visit (several visits) to Sa Lola. Highly...
Read moreWe walked in by chance on a Sunday night, looking for a light dinner—and ended up having a Michelin-star-level experience. From start to finish, everything was exceptional.
We tried three one-bite dishes, five sharing plates, a dessert, and their house bread with tomato. Every single bite was creative, perfectly balanced, and bursting with flavor. The attention to detail in the presentation and cooking techniques truly impressed us—it felt like a carefully curated culinary journey rather than a casual meal.
The ambiance was beautiful and warm, making it a perfect setting to relax and savor the experience. And the service was outstanding—our server Albert was knowledgeable, attentive, and genuinely passionate about the food.
This place is a rare find. We can’t recommend it enough and will definitely be...
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