Buenas hamburguesas y buenas vistas..la organización no tanto.
Nos salió en una red social un video de su inauguración y decidimos días posteriores ir a probarlo. La comida estaba buena y para la saturación de gente que había, no tardó demasiado en salir, unos 15-20 min aproximadamente (en cualquier hamburguesería rondan en ese tiempo).
El local esta situado enfrente de la playita y sus vistas son muy buenas. La decoración esta muy guay, muy “urbano” y tiene planta de arriba!!
De comer pedimos las patatas street food gratinadas y nos sorprendieron bastante, unas patatas diferentes a las que te puedes encontrar en otros sitios. Llevan queso de cabra por encima, y por abajo, no sabría decir bien que era pero parecía yema de huevo..muy ricas! También pedimos la “gamberra” (riquísimas) y la “jefa burguer”, que para mi gusto no merece la pena…demasiado pringosa para el sabor que tiene, si volvería no la volvería a pedir. Lo que no me gustó nada, de echo dejé media hamburguesa, es que le dije que la carne la quería muy hecha y me dijeron que para eso tenia que ser smash burguer, a lo que le respondí que prefería la otra hamburguesa pero que estuviera bien hecha y no muy cruda. Me dijo que para ellos era al punto como la hacían pero que quedaba algo rosada, no mucho, así que me pareció bien. Como podéis ver en las imágenes que os comparto, estaba cruda no, lo siguiente.
Muy a mi pesar tengo que destacar también el descontrol del servicio. Entiendo que había muchísima saturación de gente, y mientras estuvimos ahí no paró de entrar aun mas gente para intentar cenar, pero, una sola persona no puede encargarse de recibir a la gente, sentarlos, montar mesas, tomar nota de bebida y comida, servir y cobrar a la vez. Había mas camareros por la sala, pero sin duda esa chica se encargaba de todo… demasiado simpática fue para lo que tenía encima. Como sugerencia les diría (sin ser yo experta en hostelería ni muchísimo menos) que sé deberían coordinar mejor entre ellos y que cada uno esté solo para una zona y para una cosa en concreto, porque con la cantidad de gente que había, estaban saturados y desde fuera se notaba muchísimo el descontrol.
El personal era amable pero noté agobio en ellos, por lo que el trato hacía los clientes quizá podría haber sido mejor, PERO los entiendo perfectamente, he trabajado en hostelería y sé lo que supone estar descontrolado y agobiado.
Cambiando de tema. Me pareció caro, la verdad. En cualquier sitio las hamburguesas rondan ya las 11-15€, pero igualmente, me parece caro. Pagamos 21€ por persona, habiendo comido una burguer y compartiendo las papas.
Otra sugerencia, una papelera en los lavabos, ya que te secas las manos y no tienes donde tirar el papel, por lo que se estaban empezando a acumular en el mismo mostrador del lavabo.
En resumen, volvería? Puede ser. Pero esperaba más sabor, mejor servicio y menos agobio…. Quizás en una segunda oportunidad...
Read moreI was deeply disappointed with my experience. This place seems to rely more on its hype and reputation than on actual quality. I ordered the Urban Burger and waited a long time, only to receive a cold burger. The sirloin on top was also cold and chewy, and the meat itself was mushy and lacked flavor. I couldn’t finish it and ended up ordering another option—the so-called Second Best Burger in Spain.
Despite the first burger being left half-eaten, the server didn’t ask if anything was wrong. After another 30-minute wait, the second burger arrived slightly warmer, but unfortunately, it was just as disappointing in taste.
Overall, the experience was underwhelming. Perhaps it was just an off night, but I won’t be returning. For comparison, I had the Truffle Burger at MyOwnBurger recently, and it absolutely blew my mind—hands down the best burger I’ve had anywhere...
Read moreVoy a dejar primero el único punto positivo que le vi: Las patatas estaban buenísimas. Si lo llego a saber me pido una fuente para mi sola.
Ahora vamos al motivo de la valoración:
El local y el ambiente es estrés total. Desde el comedor, hasta el baño. Es ver peña corriendo y gritando, luces de neón rojas, colores estridentes y caras de agobio del personal. No son amables, son escuetos. Tampoco voy a pedir que estés súper feliz trabajando, pero si buscáis un ambiente guay con un personal majo, no es el sitio.
Los niños les molestan. En general. No tienen nada en el menú que puedan comer (a excepción de patatas secas sin nada más). Pedimos específicamente indicando PARA LOS NIÑOS los fingers de pollo y picaban horrores. Si lo sabes, avisa. Tampoco están avispados en lo que implican esos humanos pequeños: no puedes ir colocando los platos, cuchillos, vasos de cristal, refrescos o todo lo que traigas delante del niño. Si hay un hueco en la mesa delante de su cara y del alcance de sus manos, es por algo. Además se sentaron un rato en el suelo al lado de la mesa con 4 juguetes pa que estuviesen entretenidos, y el camarero súper borde se puso a gritar LOS NIÑOS AQUÍ EN MEDIO NO!!; que con un ‘perdona mira es que los niños no pueden estar ahí porque podemos tropezar, o les puede caer algo encima’ y guay, pero a gritos al parecer creen que se entiende mejor.
Las hamburguesas insulsas. En general estaba la carne seca y hecha de mala gana. Pedí la urban y el lomo que lleva aparte del angus estaba crudo, con nervios duros, mal sabor… fatal la verdad.
Para completar los entrantes, como no había nachos ni alitas (y mira que fuimos temprano) pedimos las croquetas de chicharrón, y para mí que estaban malas. Olían mal y sabían mal. Y si no lo estaban, ya os voy recomendando que no las pidais porque saben a estar malas.
En resumen: hay hamburgueserías muchísimo mejores aunque tengan la mitad de bombo y platillo tiktokero que esta. Ahora bien, si lo que quieres es el concepto street food, de comerte una hamburguesa tirada de cualquier manera, con gente a la bulla, corriendo y gritando a tu alrededor, en un ambiente estridente y caótico, el sitio es IDEAL. Por el nada módico precio de 25€ por cabeza tienes la...
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