RESTAURANTE- NOU MARUJA. — Restaurant in Calp

We came back to Nou Maruja in July 2025 with a group of seven (4 adults and 3 children). We initially asked for a high chair but ended up skipping it: no need to spark a high chair revolution among the other two kids!

Arrived around noon to book a 15:00 table; they were fully booked, but kindly offered us a spot at 15:30, which we gladly accepted.

We went for the menú del día (€18.90 p.p.) for five people, which included three shared starters: – Ensalada de la huerta: colorful and fresh, topped with tuna, egg, corn, and (of course) balsamic reduction. – Chopitos and calamar a la romana: well-fried and flavorful. The calamar had a light flour coating — not heavy batter — and the chopitos were crispy, though the portion felt more tapa-sized than family-style.

The arroz a banda was the undisputed star — rich in flavor, perfectly cooked, and with a generous socarrat hiding at the bottom of the pan. A real treat.

For dessert, we chose three ice creams (for the kids) and two cremaets. We’re not really dessert people, so that suited us perfectly. We added some beers, sparkling water, a carajillo descafeinado de Baileys, and a bottle of Javier Sanz, which paired nicely with the meal.

To wrap things up, the house offered chupitos: 2 limoncellos and 2 crema de orujo which were served generously over ice, almost like mini-copas. A very welcome touch.

The total came to around €145, which we found reasonable for the quality, quantity, and beachside setting.

📍 At the time of this review, Nou Maruja sits at 3.9 stars, but based on our visits, I’d give it at least a solid 4.2. I’m going with 4 stars, because 5 implies perfection… and let’s be honest, that’s rare. But this was close... a relaxed and well-executed Sunday...

Decidimos tomar una cerveza y unos refrescos para despedir el día y nuestra sorpresa es que tras pedirlas nos traen las bebidas solamente y nos fijamos que todas las mesas tienen su tapita de rigor ( aceitunas, frutos secos, etc.) es más repiten consumición y les repiten tapita.. casualidad o no se trata de una mesa de extranjeros. Tras esperar un rato y ver que no nos ponen nada, nos ponemos a comer unas pipas que son nuestras. Somos cuidadosos y las echamos los restos en una servilleta sin ensuciar nada para luego llevarlo y que no tengan que limpiar nada. Nuestra sorpresa es que tras pedir la cuenta y pagarles la camarera “más simpática del bar” ( léase con el maximo de ironía ) se dispone a abroncarnos diciéndonos “lo de las pipas…” y ya le explico que: No nos han ofrecido absolutamente nada en el ratito que estuvimos Soy Celiaca y dudaba mucho que tuviera algo que yo pudiera tomar a lo que me argumenta que unos cacahuetes podría tomar ( para su información léase bien lo que ofrece porque los cacahuetes no son libres de gluten y no se pueden ofrecer tan ligeramente por que como es mi caso también soy alérgica así que un poquito de formación en manipulación de alimentos no vendría mal) Ella sigue insistiendo que lo de las pipas… Moraleja de la visita a dicha terraza les importa más perder clientes que cuidarlos y priorizan al cliente extranjero frente al nacional sin dedicarle la atención que cada uno de los clientes nos merecemos. Personal bastante poco profesional y con muy poco don de gentes, poca vocación profesional y trato pésimo. Prefieren abroncarte teniendo la terraza llena con la consecuente pérdida de clientes que dar el trato que cada cliente se merece. A todo esto ni que decir tiene que el resto del personal estaba siendo consciente de lo que dicha camarera estaba provocando y nadie vino a intentar solucionar lo sucedido.. lo que hace pensar que todos ellos cojean del mismo pie y no les importa sus clientes. Una vez abandonamos el bar, la camarera desde la puerta nos seguía desafiando con la mirada.. como podéis ver todo poquito profesional.

Claramente y pese que en Calpe está mi segunda residencia no volveré a dicho establecimiento y se lo desaconsejaré a todas...

Teníamos ganas de pizza y decidimos comer aquí, viendo las opciones desde fuera.

Nos atendieron súper rápido y de manera muy agradable. Al final pedimos una ensalada caprese, pastel de berenjena, una focaccia y una pizza de rúcula con gorgonzola a mayores como ingrediente extra ( a mayores de dos botellas de agua frías).

Estuvieron pendientes para cuando quisiéramos pedir, nos preguntaron si queríamos que nos trajesen primero la ensalada como entrante y luego el pastel, dijimos que sí. Salió todo muy bien de tiempo, primero la ensalada, al poco la focaccia junto con el pastel de berenjena, y nos preguntó el camarero si mandaba ya la pizza, le dijimos que esperase un poco, ya después de terminar se lo dijimos nosotros (tenían jaleillo).

El pastel de berenjena nos encantó, estaba muy rico, el resto también. Las fotos están hechas con la ensalada empezada y las dos porciones de pizza repartidas en nuestros platos (el pastel de berenjena sin tocar aún).

Pedimos la cuenta y tardaron un poco en traérnosla, pero el resto todo estupendo. (37,70€ todo).

Nos quedamos con ganas de pedir arroz, ya que los de al lado, que venían molestos de otro sitio de la zona en el cual la atención era nefasta, tardía etc (estuvimos tomando algo allí antes y les vimos y oímos) dijeron que el arroz estaba buenísimo, no dejaron ni un grano en la paella.

Para ser un sitio de costa en el que, a la mayoría de los negocios no les importa a penas la calidad, ni el cliente, ya que siendo turística la zona siempre va a ir gente nueva, se agradece la calidad y el sabor de los productos, los precios que para ser la zona que es, no son excesivos, y sobre todo la atención del personal (Le dije al camarero que nos atendió que nos íbamos muy contentos tanto con la comida y la calidad, como por el trato tan eficaz y agradable).

Acostumbrémonos a decir las cosas buenas a la gente, no solo las malas. A...