VINARTE — Restaurant in Cartagena

En séjour à Murcia et en visite pour la journée à Cartagena (Carthagène en français) ce vendredi 13 juin, nous avons cherché avec mon cousin à boire un verre de vin blanc espagnol le midi en centre-ville et avons sélectionné Vinarte d’après quelques commentaires positifs. Comme nous avons bien fait ! Même si nous avons choisi de nous installer à l'extérieur sur table haute, nous avons cependant profité d’un côté de la vue sur l’intérieur de ce magnifique endroit où nous sommes dans un premier temps rentré pour commander. Nous avons été reçus avec le sourire par une jeune femme adorable à qui nous avons commandé 2 verres de vin blanc espagnol différents. La jeune femme (à qui je regrette de ne pas avoir demandé son prénom pour la citer) est venue à l’extérieur avec les 2 bouteilles et une coupelle de chips (non facturée) et nous a dans un premier temps fait goûter afin de savoir si cela nous convenait. Le vin que j’avais choisi n’étant pas complètement à ma convenance, la serveuse m’a conseillé un Nivarius n tempranillo blanco et est revenue avec une autre bouteille et un autre verre, cela toujours avec le sourire et un grand professionnalisme. Elle m'a de nouveau fait goûter le vin qui s'est avéré excellent. Désolé de comparer à beaucoup de bars ou restaurants en France qui devraient prendre exemple… Précision, le prix du verre de vin est raisonnable entre 3,30 € et 4,00 € avec une très large choix. Cela m’a fait chaud au cœur d’être servi par une personne souriante, heureuse de faire ce qu’elle fait (elle aime son métier), très professionnelle (qui parle aussi bien français) et que dire de son au revoir aussi touchant qu’inoubliable.. Je n’ai qu’un regret seul c’est de ne pas avoir séjourné à Cartagena pour revenir à Vinarte déguster leur cuisine. Un grand grand merci à notre adorable serveuse (j’espère qu’elle se reconnaitra) et peut-être à une autre fois. A noter : nous n'avons pas déjeuné mais juste bu un...

Disculpad un momento, pero alguien os lo tiene que decir. No era el momento en el local. Hemos venido varias veces en pareja. Hemos hablado. Os he felicitado por vuestra carrillera sobre raviolis de butifarra, ahora sobre parmentier, recién probados. Os los comento enseguida.

María y el resto del equipo, sois libres de hacer vuestra cocina, por supuesto. Ahora bien, no entiendo tantos cambios en muy poco tiempo. Un ejemplo: la pata de pulpo. ¿A qué viene ahora una parmentier tan potente de puntos especiados bajo una pata demasiado blanda y carente absolutamente de su propio sabor. Os cuento, la pata de pulpo nos gusta jugosa y los tentáculos crujientes, no una baba con matices dulzones. Parecía que estuviéramos en el cercano Sibuya. Además, llevaba encima una especie de jarabe rojizo y azucarado.

Otro ejemplo: la carrillera sobre parmentier, ultrapotente de dulzor, más todavía que la de raviolis. Chicos, nos gusta la cocina sana que resalta los sabores propios con presentaciones imaginativas. Vivimos unos tiempos donde cadenas de pastelerías elegantes tienen que cerrar. Necesitamos comer de manera saludable, con sabor por supuesto; pero con materias naturales de origen identificables. Las salsas demasiado potentes son un engañabobos en cocina. Por favor, volved a lo de antes. Y también, dadle una vuelta a la ensalada Vinarte, al contrario de lo demás, algo insípida. Igual unos trozos de bonito en salazón no le irían mal.

Gracias por todo lo demás: simpatía, vinos por copas bien medidos, cañas bien tiradas, postres originales, atención al...

Uno de esos locales que te alegra que abran en tu ciudad. Un diseño muy cuidado y que le da mucha vida a una de las míticas calles de Cartagena. Me parece un acierto la forma en la que está decorado y las ganas que te dan de entrar al verlo desde fuera. Una vez dentro, el trato desde el principio es inmejorable, con el personal siempre atento y explicando la filosofía del local, y la procedencia de todos sus productos artesanos. Muchos de los productos son autóctonos, como los que formaban parte de la ensalada, que era una delicia. Me sorprendieron mucho las cantidades de las tablas de embutidos y quesos, que eran generosas y con una muy buena presentación. En quesos son especialistas, dando opción entre dos tablas de quesos nacionales (más o menos fuerte) o europeos. Las tostas también son una muy buena opción. Tal y como indica el nombre, los vinos también son una de las especialidades, y los que nos recomendaron nos encantaron. La relación calidad precio me pareció muy buena para lo elaborado y el perfil de diseño del lugar. Sin duda muy recomendable pasar a probar sus quesos, sus vinos y escuchar su historia. Repetiré en...