Atrípiko - Gastro Bar — Restaurant in Chiclana de la Frontera

Atripiko es nuestro restaurante favorito de la localidad con mucha diferencia. La comida es diferente y se suele comer muy rico y bastante a gusto. Este verano hemos cenado cinco veces allí, y por una cosa u otra el servicio ha sido lento pero con la amabilidad y buena atención del personal, en especial los más antiguos (Dinaia y Melchor) siempre hemos terminado saliendo satisfechos. Hoy nos vamos con muy mal sabor de boca, a pesar de lo sabroso que está todo.

21.30 h: nos ha atendido un chico muy alto, al que le pedí una bebida de la carta nueva y me dijo que tenía que preguntar si tenían.

22.00 h: le sirven la bebida solo a mi pareja pasados unos treinta minutos.

22.20 h: viene a coger la comanda. Cuando le pregunto por la bebida, me dice que no hay, sin ni siquiera una pequeña disculpa fingida.

23.00 h: hablamos con Melchor y le pedimos la cuenta, a lo que se disculpa y con mucha elegancia habla con el compañero que llevaba nuestra mesa y al nada, este compañero trae el primer plato. Lo aceptamos, porque dada la hora, no podíamos cenar en otro sitio y teníamos mucha hambre y volvemos a remarcar que no queremos nada más y que nos traigan la cuenta.

Nos comemos el plato, que estaba ciertamente delicioso, y volvemos a pedir la cuenta, y otra chica rubia muy agradable nos trae el segundo plato, y cuando le explicamos que lo habíamos cancelado, nos pide disculpas y se lleva el plato.

Volvemos a pedir la cuenta, y el chico que llevaba nuestra mesa la trae notablemente enfadado y sin mediar palabras.

Hay ABC que no deben olvidarse nunca, como tomar nota de la bebida de inmediato y servirla lo antes posible. Así, difícilmente se levantarán varias mesas sin comer... Y no es aceptable que los clientes que llegan más tarde se les tome nota y se les sirva, descuidando descaradamente a los que se sientan los primeros en la terraza, literalmente. Si estás sobrepasado, siempre es mejor una disculpa fingida que echar balones fuera diciendo que estáis hasta arriba y que es culpa de la cocina, cuando claramente, la cocina no es el único problema.

Nos vamos con muy mal sabor de boca tras varios intentos este verano. La comida merece la pena al 100%, aunque no hemos probado la nueva carta, pero las esperas y la mala organización en cocina y entre los camareros esta temporada nos han hecho decidir no volver en lo que queda de verano.

Ponemos esta reseña con bastante pena de bajar la media, pero con la esperanza de que se tome como una crítica constructiva y poder recibir una mejor experiencia...

Dicen que uno siempre vuelve donde fue feliz...

Pues en @atripiko siempre vas a querer volver Desde la llegada el trato es agradable, como el que llega a casa de algún amigo, no a un gastrobar cualquiera. Álvaro nos Ileva a nuestra mesa desde la que se puede observar prácticamente todo, junto a un mueble decorado con velas y fotos del personal. Dice Álvaro que es la mejor mesa del restaurante, discrepo, mi alma de cocinero sabe que la mejor mesa, es la mesa de trabajo que hay en la cocina De beber pedimos unos cócteles por recomendación de @mr_santiko que no recuerdo el nombre Ron de coco Infusión de hibiscus Lima Una delicia Para comer nos decidimos por la Causa, Patacón y Secreto al carbón una de las novedades de este año es una parrilla al carbón en la que se elaborarán pescados, carnes, verduras e incluso hasta fruta Aparte Santi nos trajo 2 arepas cocinadas al carbón junto a una mantequilla casera de achiote, una elaboración que próximamente estará en Atrípiko y que es una auténtica maravilla, de estrella Michelín Deseando volver a probar todas las novedades que Santi y Álvaro nos fueron comentando durante la cena Comida espectacular (perdón a las chicas de cocina, que no quisimos molestar durante el servicio y no tuvimos la oportunidad de agradecérselo en persona) Ambiente más que agradable Un saludo a la familia @atripiko por ende también a la...

Fuimos sin reserva y llegamos al bar a las 15:00. Nos dijeron que para comer dentro debíamos de haber reservado pero que nos podíamos poner fuera. Cogimos mesa y tuvimos que esperar unos 10 minutos para pedir bebidas y la carta. Después de otro gran rato nos trajeron una de las 2 bebidas que pedimos y volvimos a pedir la carta con la bebida que faltaba. Al cabo de otro rato trajeron la segunda bebida pero no nos trajeron la carta. El camarero nos dijo que se había quedado una mesa libre dentro del bar y nos cambiamos de sitio. Al entrar vimos lo que queríamos pedir y lo llamamos para pedirlo pero seguimos esperando unos 10 minutos. En total estuvimos 1 hora para darle dos buches a las bebidas a las 16:00 de la tarde tiendo el local con todos los clientes que prácticamente habian terminado de comer. Al decirle al camarero cuánto iba a tardar en atendernos, nos dijo que solo se podía comer dentro, fuera no (habia una mesa fuera comiendo y encima no nos lo comunicó cuando llegamos al sitio). El camarero encima de no admitir el error por no habernoslo dicho nos empezó a hablar de mala gana y cortándonos preguntándonos que si ibamos a comer o no, por lo que le dijimos que no y nos fuimos. Trato malísimo por lo que nos llevamos una mala experiencia del sitio aún no habiendo...