Hice una reserva para dos personas para comer arroz con más de 6 semanas de antelación, ya que sabía que los arroces son por encargo, se trataba de fechas de navidad y me hacía ilusión acudir con mi padre a probar los arroces durante mis vacaciones de Navidad en España. Una semana antes de la reserva vuelvo a llamar por teléfono para indicar que queremos tomar arroz y si fuera posible probar de dos tipos de arroz. El responsable de la taberna me dijo al teléfono que para una mesa de dos personas solo es posible encargar un tipo de arroz. Le sugiero si es posible que si se piden otros arroces este día que nos reservaran una porción de otro tipo de arroz, o al menos, una tapa para probar otro tipo. La actitud del responsable fue inflexible, pero al final accedió a la posibilidad de poner una ración de otro tipo de arroz.
El día de la reserva, al llegar a la taberna, la camarera en la barra junto a la entrada nos dice, sin mediar saludo alguno, "Sin reserva no hay nada". La camarera debería haber saludado primeramente y después preguntar si tenemos reserva, lo cual era el caso. A la hora de indicarnos nuestra mesa, que no estaba directamente a la vista, la camarera nos señaló con la mano y dijo "esa detrás", no tuvo la molestia en acompañarnos o al menos señalar la mesa desde un lugar que estuviera a la vista.
Pasados unos minutos de sentarnos, viene una camarera y nos pregunta si podemos dar una silla para otra mesa ya que no tienen sillas suficientes. Como éramos dos y nuestra mesa tenía cuatro sillas, accedimos lógicamente, comentamos a la camarera que había otras mesas que no estaban ocupadas y que por qué no cogían una de las otras sillas libres en otras mesas en vez de preguntarnos a nosotros. Todo esto se hubiera podido evitar si hubieran preparado la mesa con dos sillas.
Otra camarera (la tercera), viene a tomarnos nota. Le volví a comentar la conversación por teléfono sobre los dos arroces a la camarera, y pareció que iba a atender nuestra petición. Pedimos salmorejo como entrante, el sabor era correcto pero nos llamó la atención que solo trajera trocitos de jamón, no tenía ni huevo ni el "hilillo" de aceite de oliva sobre la superficie, como suele ser habitual en otros establecimientos. Pasado un rato viene la camarera y nos comenta que el arroz de rabo de toro podría salir ya pero que para el arroz del otro sabor (bogavante) habría que esperar bastante ya que depende de que llegue otra mesa que es la única que lo ha encargado. Esto no lo mencionó la camarera al comienzo, debería haberlo mencionado ya que puesto que los arroces son por encargo deberían de saber qué arroces se han pedido para el día. Dado que no queríamos depender de cuándo llega la otra mesa, pedimos que nos pusieran las dos raciones de rabo de toro. Las raciones salieron rápidamente. El sabor fue bueno pero en mi modesta opinión nada extraordinario en comparación con otros arroces probados en otros establecimientos.
Las opiniones del local son muy buenas y la cantidad de cuadros de personalidades y personas famosas que cuelgan de sus paredes son seguramente merecedoras. En nuestro caso, el sabor fue bueno pero nada que nos motive a regresar al local o recomendarlo a otras personas, sobre todo si tenemos en cuenta la atención al cliente y la sensación de rigidez y complejidad durante la reserva. Afortunadamente, hay muchas otras casas en la región que ostentan una calidad gastronómica al menos comparable y un trato y orientación al cliente mejor, independientemente de la cantidad de comensales que reserven, y aunque de sus paredes no cuelguen fotos de...
Read moreEn una apreciación global, en su realidad práctica, muy lejos del alto copete que pretenden darse; haciéndose propaganda por la web y otros medios. Arruinada fama, entre otros motivos, por la nefasta inteligencia emocional de la encargada de gestionar la "buena atención" a los clientes y sus pobres habilidades sociales. El local, ridículamente escaso, para sus pretensiones de aforo. Convirtiéndose en una ratonera, dónde acomodan a la clientela, como si de sardinas en lata se tratara. Contribuyendo, esto último, a conseguir un negocio "energéticamente sostenible", ahorrando en calefacción, al utilizar a la clientela como fuente de calefacción natural. La imagen de amplitud de las fotos de la web, son sólo fruto de las virguerías del objetivo de la cámara. La comida de los platos, escasa y del montón, no sabiendo uno, si está pagando por el plato, que luego no te llevas, o por lo que contiene. La persona que representa a la empresa y/o gestiona las relaciones públicas y las reservas: ✓ Respondona y con escasos recursos y habilidades sociales, como ya se ha dicho. ✓ Desatenta, descortés, borde y con total falta de tacto. Con algunos "detalles" y actuaciones, se ha "cargado de gloria". ✓ Con desconocimiento de las técnicas y recursos más elementales para la gestión del público de un negocio de restauración. ✓ Hace un flaco favor a la empresa, significando un lastre para ella, cuando mal responde, "maltrata" y "castiga" al público. El camarero, siguiendo la línea educacional de su jefa, se dedica a vacilar y chulear a la clientela. Con comentarios desafortunados e inapropiados, como el "tú ya no puedes beber más vino porque no te enteras de nada". Más aún, inadmisible e intolerable, cuando lo hace, precisamente y para más INRI, cuando te está sirviendo un vino, por cuya botella se permiten el lujo de cobrar más de 30 euros. Resulta grotesco, tener que soportar y aguantar, que encima te llamen borracho. Impresentable, el numerito final, pretendiendo echarse la foto, que nunca reflejaría, lo que en un antes, durante y después; fue una atención,...
Read moreCena en familia en época de Navidad. Hablemos del servicio de las camareras..POCO PROFESIONAL, IRRESPONSABLE, BORDES.. y me podría quedar sin vocabulario. Empezamos con la entrada a la taberna, no podíamos esperar en otro sitio para poder entrar, ya que habían terrazas que las estaban montando, la camarera se dirige a mi hermana de malas maneras “No podéis esperar en otro sitio no?”. Una vez situados en mesa, empiezan a traer las comandas y estrellándonos los platos sin poder retirar los anteriores, (a mi pareja en varias ocasiones le han dado con el plato en la cabeza), las bebidas se les olvidaban..3,4,5 veces pedidas y nada. ¿La comida? Sin queja, excepto 2 pelos en distintos platos encontrados. Seguimos hablando del VERGONZOSO servicio de las camareras; A la hora del café, pedimos 3 cafés y uno de ellos, con azúcar moreno.. Mi cuñado, pide UN CAFÉ EN TAZA PEQUEÑA, le sirven en taza grande; le pide por favor que le hagan otro y que NO se lo cambien de una taza a otra… ¿¿¿Nos toman por tontos??? Cambian el café de la taza grande, en la taza pequeña. Mi cuñado les dice nuevamente, que no está de acuerdo, que le hagan otro café y de malas maneras recibe respuesta; “Mira que no te lo he cambiado, que este te lo acabo de hacer” (dicho por una camarera) Y bueno, el azúcar moreno, estrellado en mesa.
Finalizamos con la cuenta y si no me da por revisarla, nos habían cobrado lo que ellos les parecía bien, ¡¡¡200€ de más!!!
Yo he trabajado cara al comercio MUCHOS AÑOS y jamás he actuado de esa manera tan mal hacia unos clientes. Entiendo su situación y agobio en estas fechas, pero no son modales ni comportamientos hacia unos clientes. Nefasta mi experiencia en la Taberna Chico Medina; adoro la gastronomía, muy fan de ella y de haber estado en muchos sitios, pero jamás me habían tratado de...
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