Con total certeza puedo decir que hoy me ha cambiado la vida, y es que por primera vez he sido capaz de disfrutar la maravilla de restaurante que es Chalito. Desde hoy, tengo un nuevo restaurante favorito. ¿Qué puedo decir? Lástima que Google solo me permita poner 5 estrellas, porque este restaurante se merece todas las estrellas del cielo, del infinito y más allá.
Voy por partes:
La comida… No tengo palabras para describir la experiencia que mi paladar ha tenido el honor de vivir. Milanesas masivas, jugosas, crujientes y perfectamente sazonadas, combinadas con acompañamientos de primer nivel. Cada mordisco es un viaje directo al paraíso. La variedad es impresionante, cada opción parece una obra maestra, y sinceramente, si antes creía que el pollo empanado con patatas era un plato aburrido, Chalito me ha demostrado lo equivocado que estaba. Esto no es comida, esto es arte.
El servicio… Excepcional, inigualable, insuperable. Aquí los clientes no se sienten clientes, se sienten reyes. La atención es rápida, amable y detallista. ¿Un bote entero de ketchup? Algo que parece un pequeño detalle, pero que demuestra el cariño con el que hacen las cosas (sobretodo cuando estás acostumbrado a que en los restaurantes te den tres tristes sobres de ketchup). Pequeñas acciones como esta marcan la diferencia entre un restaurante común y uno como Chalito.
El ambiente… Un equilibrio perfecto entre elegancia y comodidad. ¿Estoy en un restaurante? ¿En un chalet de lujo? No lo sé, pero lo que sí sé es que la experiencia es inmejorable. Limpio, acogedor, con una decoración que invita a quedarse horas disfrutando del momento.
Y lo mejor para el final: los trabajadores.
Si dependiera de mí, les subía el sueldo a todos. Porque más que empleados, son verdaderos ángeles. No solo son eficientes y rápidos, sino que además son carismáticos, buena gente y siempre dispuestos a ayudar. Y esto no es una exageración: uno de ellos tuvo el enorme gesto de darle un paracetamol a mi padre cuando se encontraba mal. Eso va mucho más allá del servicio al cliente; es humanidad, empatía y vocación.
¿El precio? Sinceramente, ni me fijé, y eso lo dice todo. Pero creo que estaba bien. De lo que sí estoy seguro es de que este sitio merece cada céntimo de mi bolsillo. No es una comida, es una experiencia, y por experiencias como esta, pago con gusto.
Si alguien lee esta reseña y todavía no ha ido a Chalito, le pido por favor que deje lo que esté haciendo y vaya. Su vida no será la misma después de probarlo.
Chalito, gracias por existir....
Read moreFuí con 3 amigas más ayer para cenar y la experiencia fué un poco amarga. De la atención de los camareros y la comida nada que decir, todo bien, pero hubo un par de cosas que son las que nos hacen NO volver a pisar este sitio. En primer lugar, de 4 amigas, estábamos 3 haciendo la cola porque una llegaba unos minutos tarde, había una cola de escándalo, y cuando estuvieron a punto de darnos una mesa dentro para cuatro, nos dijeron que si no estábamos las cuatro no nos la iban a dar, dejando pasar a otro grupo, cosa que nos dejó sorprendidas a las tres que estábamos porque no lo habíamos visto en la vida esto y nos dijeron que era por política de la empresa. Seguidamente, como he comentado, la atención de los camareros era buena, sirvieron rápido y la comida estaba bien (aunque algunos nachos estaban quemados). Nos sirvieron muy rápido, cualidad buena a destacar, cosa que llevó a que en 45 minutos de reloj ya habíamos acabado de cenar. Normalmente, se hace un poco de sobremesa, ni que sean 15 minutos. Bien, pues había alguna que otra mesa vacía, y NO había cola fuera, y el camarero tal cual terminamos de pegar el último muerdo, nos retiró los platos y vasos, nos preguntó si queríamos postres, dijimos que no, y automáticamente nos dejó la cuenta en la mesa. Nosotras hicimos caso omiso a ese gesto porque queríamos estar ni que fuera 15 minutos más para completar la hora y hacer algo de digestión y hablar. El camarero volvió a venir a los pocos minutos preguntando cómo íbamos a pagar, COMO METIENDO PRESIÓN PARA ECHARNOS. Esto sucedió un par de veces que vino, y a la tercera nos cansamos y le dijimos que íbamos a hacer algo de sobremesa y que en breves pagaríamos, a lo que él nos respondió que es por política de la empresa que nos tuviéramos que ir para dejar paso a más gente. Insisto en que había mesas vacías y no había cola fuera porque eran ya como las 22:15. La verdad que todo fue una situación muy incómoda, por lo que, después de los 15 minutos de sobremesa que hicimos porque es lo que queríamos y así iba a ser, abandonamos el local sabiendo que NO...
Read moreMe encanta Chalito, soy Argentina voy siempre a todas sus sucursales, estaba contenta que abrían en Splau. Nos atendió un camarero y era muy maleducado tanto con nosotros como con la mesa de al lado, le pedías algo y a pesar de haberte escuchado seguía caminando para otro lado y volvía haciendote entender que tenías que esperar para obtener su respuesta (te daba a entender que te había escuchado porque volvía el solo por lo que le habías pedido), trabajé siempre en att. al cliente y soy muy empatica con el personal y no suelo reclamar nunca nada, ni siquiera me quejo si hay algo mal en la comida (por ejemplo la milanesa de mi novio era la mitad de tamaño que la mia y la ración de papas lo mismo). Sumado a esto preguntamos si había chajá de postre (típico postre uruguayo que hacen en Chalito) y el camarero me puso una cara como si me estuviera inventando un nombre, me preguntó qué le estaba diciendo que no me entendía, le expliqué lo que era el Chajá y me dijo "no hacemos eso nosotros, ni idea que es", le dije que sí que siempre lo pido en otras sucursales, le busqué hasta el instagram para mostrárselo en foto, me dijo que no se lo habían ni siquiera enseñado en la formación, además de que me dijo que estaba equivocada en mirar la página de Chalito España, que en todo caso debía buscar el instagram de Chalito Splau (yo que soy clienta sé muy bien que el instagram es uno solo y es global, y que al ser una marca todas las marcas trabajan por igual para mantener una imagen y un menú). Me dijo que había preguntado lo que era y que no lo hacían allí sino que en el de BCN y Casteldefels, cuando lo he comido varias veces en La Maquinista. En fin... pésimo que contraten gente para un restaurante uruguayo que ni siquiera sabe lo que es el chajá, peor aún tratarte de tonto como si estuvieses pidiendo algo raro, ni siquiera se le ocurrió ofrecernos otro tipo de postre, o disimular un poco su cara.. Tampoco aceptar el...
Read more