No sé muy bien por donde empezar, fuimos por el día de la madre, llegamos y al segundo nos atendieron, pasamos al comedor, una mesa redonda y en un rincón que a mí me encantó. Viene un camarero y nos da una carta, nos dice que es individual y que pronto ( esperamos al 9 de mayo) será para todos y que si queremos que nos la podemos llevar. Pedimos unos fritos de pixín para compartir, un solomillo al foie, una merluza a la plancha y un entrecot a la pimienta. Todo esto regado con un matarromera crianza 2017. Después nos pedimos una tarta de queso, un helado turrón Diego Verdú y un Gijón del alma. Cuando ya estábamos que no podíamos más, pedimos tres cafés solos y nos ofrecen una copa de cava (blanco o rosado) y nos traen los cafés con un plato d tejas para acompañar además de una rosa para mi madre. Pago y nos vamos al baño ( que es súper amplio y huele que te mueres de bien) y desde allí escucho a mi padre hablar con alguien, pero no tengo claro con quién. Llegamos a la mesa y el camarero me dice que perdone pero que me han cobrado el cava y que era un error pero que no podían echar para atrás y que entonces me ofrecen más cava 😂nos tomamos otra copa acompañados del camarero (que al fin y al cabo no es culpa suya) y hablando con él le comento la reforma que hicieron y que dónde estaba la vinoteca (porque había visto fotos y me había encantado) y me dice que me hace un tour por la zamorana...yo no daba crédito, me encantaba la idea, y más por mis padres que sabía que les iba a encantar. Ángel, no sabes lo felices que nos has hecho, hemos visto las neveras, cocina, cetárea, comedores y la vinoteca que es impresionante ( esa mesa la tengo que disfrutar tarde o temprano) después nos presenta a otro de los camareros y, para rematar, nos acompaña a la puerta. No puedo decir nada en contra de la Nueva Zamorana, la comida, el servicio y sobre todo el trato que dan, son maravillosos, atentos, serviciales y, aunque te vengas arriba y pidas a lo loco ( que tienen comida para todos los gustos y bolsillos) la esperiencia es inolvidable. GRACIAS y...
Read moreMe gustaría compartir mi experiencia en este establecimiento: Cenamos allí en pareja, en una ocasión especial para ambos. Pedimos lo siguiente: 2 Ostras Zamburiñas Parrillada de pescado
He de decir que tanto la calidad de la comida como el trato recibido fueron excelentes...sin embargo la experiencia quedó arruinada por una situación que se dio a la hora de recibir la cuenta. Observamos que el precio de la Parrillada de pescado (que en el menú especificaba que era de 80 euros la unidad) se nos cobró en 100 euros. Tras darnos cuenta de ello, se lo comentamos al camarero que, tras consultarlo, nos indicó que se trataba de un error por su parte, nos pidió disculpas y nos indicó que el precio por unidad en realidad era de 50 euros, pero que al ser para mínimo 2 personas, pues nos cobró 2 unidades ( a pesar de que al tomarnos nota, especificamos que queríamos solo una unidad...cuyo precio era de 80 euros según el menú y se especificaba para 2 personas). Pensamos que el tema quedaría zanjado y que a posteriori actualizarían el precio del menú de carta corrigiendo el precio, y que nos conservarían el precio al que lo vimos nosotros, pero no fue así y tuvimos que pagar ese sobrecoste de 20 euros con el que no contábamos, en una cuenta ya de por si elevada y por un error suyo. Una experiencia que estaba siendo bastante buena quedó ensuciada por este detalle que nos provocó, al salir del restaurante, una sensación de engaño de la que ya no pudimos desprendernos en esa noche tan especial. En un mundo como el de la hostelería, donde hay tanta competencia y donde es cada vez más díficil captar clientes, detalles como estos suelen marcar...
Read moreReservamos una mesa para 4 personas en la noche de los fuegos en Gijón, ya que me habían hablado bien del lugar. En el momento de reservar no dieron a elegir entre comedor o sidrería y escogimos sidrería para que la cena fuera un poco más alegre (Sin saber lo que nos esperaba). En cuanto llegamos empezó el suplicio, nos pusieron en una mesa enana de no más de 60 cm de ancho y poco más de 1 metro de largo y para colmo al lado de una columna que le comía espacio a la mesa por lo que me tocó cenar en la esquina de la mesa con medio cuerpo en el pasillo, si es cierto que las mesas de la sidrería son todas así, pero todas estaban con 2 comensales, evidentemente con mucho más espacio que nosotros que solo con las bebidas ya estaba la mesa a tope. Por si esto fuera poco, no tenían sillas con respaldo, eran taburetes super incómodos y muy bajos. Llegamos a las 9:30, pedimos las bebidas y nos toman nota muy rápido, pero a las 11:00 solo habíamos comido el jamón y seguíamos esperando por el resto de entrantes, supuestamente gambas blancas de Huelva GIGANTES que de gigantes tenían lo mismo que yo de congoleño. cuando por fin llegaron los platos fuertes a eso de las 12:00 , entre que ya no teníamos hambre y que la comida tampoco era nada del otro mundo pedimos la cuenta porque queríamos salir de allí, pedimos la cuenta hasta 4veces sin que nos atendieran. En resumen, restaurante que vende servicio y calidad superior como se refleja en los precios de la carta pero que se queda en sidrería básica con un servicio escaso y caro para lo que ofrecen. No así la atención de los camareros que fueron muy atentos y amables en...
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