Pedí un pollo tikka masala para llevar y, antes de que me lo prepararan, le dije al responsable que soy alérgico al sésamo. Él me respondió que solo llevaba “muy poco”, y aunque debería haber sido más precavido, confié en su criterio y me lo llevé.
Cuando llegué a casa y lo empecé a comer, no noté el sésamo físicamente ni pensé que fuera a afectarme. Sin embargo, al poco tiempo comencé a sentir los síntomas de mi alergia. En ese momento me di cuenta de que la cantidad no era tan mínima como me había dicho, y que el plato contenía más sésamo del que parecía.
Al revisar la carta, noté que ni siquiera figura el símbolo del sésamo como alérgeno, algo muy importante para personas alérgicas. El símbolo de lácteos y de gluten sí está, pero el del sésamo, no.
Llamé para explicarle todo con calma y buena intención. Le dije que apenas lo había probado, que me había sentado mal y que sentía que no había sido claro conmigo. Pero en lugar de ofrecerme una solución, como cambiarme el plato o retirarlo, su respuesta fue: “Bueno, las próximas veces que vengas te trataremos mejor”. También me ofreció la absurda idea de contar los trozos de pollo en el plato para comprobar cuántos me había comido y decidir así si me lo reponía. ¿De verdad hay que llegar a ese nivel por un problema de alérgenos?
Siento que no se me trató con empatía ni responsabilidad. No pedía una devolución ni un conflicto. Solo quería un trato humano y que se tomara en serio algo que puede poner en riesgo la salud de las personas.
Lo que más me dolió no fue el error, sino la falta de humildad para reconocerlo. No se trató de una queja por gusto, se trató de una reacción alérgica que podría haber sido grave.
Me fui con malestar físico, pero sobre todo emocional. Porque cuando estás vulnerable, lo mínimo que esperas es comprensión, no indiferencia ni excusas.
Ojalá tomen conciencia de lo importante que es informar correctamente sobre los alérgenos y, sobre todo, cuidar el trato con las personas. Eso es lo que marca la diferencia entre un lugar al que uno quiere volver… y uno al que...
Read moreWe wish we could be there again tonight! Exactly one week ago, we visited India House in Guadalajara on our last evening of our vacation in mainland Spain and ordered the menu for two. Everything was just perfect — amazing food, wonderful flavors, and incredibly friendly service. It was a truly great experience from start to finish. If we return to the mainland Spain next year, there's no doubt we'll come back to India House in Guadalajara.
Thank you so much — and warm greetings...
Read moreMuy contentos, tuvimos una primera experiencia haciendo un pedido para llevar a casa ya que no tienen servicio a domicilio, y me llamaron al momento porque parte de lo que había pedido no estaba disponible, una vez allí, el camarero que es un hombre atentisimo me asesoró muy bien, si bien me llamo la atención con los postres que prácticamente te encamina a que pidas el batido(tanto cuando ha sido para llevar, como allí).
Contentos con la primera experiencia decidimos acercarnos a cenar allí, para poder recibir los consejos de primera mano, y fuimos perfectamente asesorados, tanto en cantidad, como en advertencias por si algo pudiera picar o no por ejemplo, el camarero sin llegar a ser pesado fue muy atento preguntándonos en todo momento si estabamos conformes con la comida y la cantidad ya que en el pedido que teníamos pensado inicialmente él consideró que iba a ser demasiado , y efectivamente así hubiera sido.
Con respecto a la comida, todo muy sabroso, bien de cantidad, salimos llenos y el precio pues lo que se estila en estos tiempos, no es barato pero ni mucho menos caro tpc.
Últimamente llevaba varias experiencias desalentadoras con restaurantes indios y por fin hemos encontrado un indio de calidad con un servicio y atención excelentes....
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