Sushiya Aoyama — Restaurant in Ibiza

We have been coming to this Japanese restaurant in Ibiza for years, usually at the end of September. Every visit is a pleasure, with a traditional atmosphere and an open kitchen where you can watch the meticulous preparation of each dish.

The chefs are incredibly focused, showing a nearly obsessive attention to detail. I was amazed to see them drying each piece of foie gras individually before crafting a gunkan with mango. And the wasabi? They serve the real deal here, freshly grated from the root.

The ingredients are absolutely fresh, and while the menu isn’t extensive, we appreciate this. The limited selection reflects what the local fish market has to offer that day, ensuring seasonal and high-quality dishes.

Prices have increased slightly, but that’s understandable given the rise in costs across the board, including for top-quality ingredients.

If you want to experience authentic Japanese sushi, this place is perfect. But if you're used to frozen uramaki from trendy Japanese spots, this probably...

Anoche decidimos ir a cenar a este restaurante ya que leímos buenos comentarios y es de los pocos que tienen kakigori y nos apetecía probarlo. Nos estuvo atendiendo toda la noche una camarera morena que parecía que cada vez que le hacíamos un pregunta era como clavarle una aguja debajo de una uña. Todo el rato nos miraba con malas caras y nos contestaba a desgana. Lo PEOR DE TODO es que nos dijo que no podíamos comer kakigori porque la dueña se había llevado la máquina a su casa para celebrar el cumpleaños de la hija. Sinceramente hubiese preferido que me mintiera y me dijera otra cosa a sentir que encima de lo que pagamos nuestra cena depende de los caprichos de la dueña. La comida no estaba mala, pero el arroz del sushi venía siempre despegado de las piezas y al cogerlo se deshacía todo. A mi parecer no es como debería estar y tampoco encuentro justificado el precio que cuesta. El pescado que usan puede ser bueno pero se creen dioses en la tierra y deberían tratar mejor a sus clientes. Hay que destacar también que el local es pequeño y todos los clientes que entran parecen amigos o conocidos de la dueña. A nosotros por ser la primera vez que íbamos nos dieron la peor mesa. Llegamos de los primeros y ni nos ofrecieron la posibilidad de sentarnos en la barra u otro sitio. He leído comentarios de que es acogedor, pero la realidad es que es como estar en el salón de casa de alguien pero con una temperatura tan alta que parece que te has mudado al infierno. Cuando finalmente fuimos a pagar nos habían colocado un vino de 46€ por error. Se lo dijimos y nos lo corrigieron, pero vi que también se disculpaban con otras mesas de al lado de nosotros así que no trabajan muy ordenadamente. Para el volumen de trabajo que tienen (una sala con 3 mesas en la parte delantera), una parte trasera enana con un par de mesas más y una barra con una docena de asientos mirando al sushiman, podrían organizarse mejor. A ratos mirando a los cocineros puede ver a las dos camareras apoyadas en la barra y bostezando como si estuvieran en el sofá de su casa. Esto me parecería genial si el trato fuese bueno, pero como no lo es pues ya de por si son detalles que también me parece que hacen lucir poco la carta tan cara que quieren tener. Puedes tener pescado de calidad Estrella Michelin pero si tienes personal que no trabaja bien no sirve de nada una cosa sin la otra. Nosotros no volveremos porque para que nos hablen mal nos vamos...

Unfortunately the prices have gone up compared to last year, although the prices weren't low before and I don't see any reason for that, and the portions are smaller than they used to be. The setting has lost its authenticity. It's very noisy and kind of messy. To rest and eat calmly, to sit in silence now will not work here. It's a shame this place hasn't changed for the better. I do not want to offend anyone, this is my personal opinion and observation. The food here is still top notch. That year I was a frequent guest, this year it will definitely not happen,...