Restaurante Casa Aníbal — Restaurant in Igüeña

El restaurante Aníbal de Igüeña es, sin duda, mi restaurante preferido del Bierzo a día de hoy. La calidad y elaboración de su comida es excepcional, y Pablo Arias, su chef, hace una cocina de autor que eleva el nivel gastronómico de la comarca.

En mi última visita, probamos el cordero a la brasa (muy sabroso), presa ibérica (perfecta) y unas albondigas ibéricas de locura (el que más me gusto). Croquetas de cecina (las mejores que he probado), zamburiñas (más ricas que en Galicia, de dónde venía ese día). Y que decir de los postres, mirad las foto de las natillas que subo a esta reseña, no recuerdo de que era la espuma ya que perdí el conocimiento de lo buenas que estaban :-).

El servicio es también de primera calidad. El personal es muy profesional y atento, y está siempre dispuesto a recomendar platos y maridajes. Por cierto, muy buena la selección de vinos, pedimos un Pago de Carrovejas que por aquí no es fácil encontrarlo.

En definitiva, el restaurante Aníbal es una excelente opción para disfrutar de una experiencia gastronómica única en el Bierzo.

A continuación, detallo algunos de los aspectos que más me han gustado del restaurante:

La calidad de los productos: Productos frescos y de temporada, de la mejor calidad. Esto se nota en el sabor y la textura de los platos. Muchos de los platos como el cordero, son de elaboración de horas. La creatividad de la cocina: El chef no se limita solo a la cocina tradicional berciana. Sus platos son originales y sorprendentes. El buen servicio: El personal del restaurante es muy profesional y atento. Están siempre dispuestos a ayudar y a recomendar platos.

Si estás buscando un restaurante con una cocina de autor de alta calidad, el restaurante Aníbal es la...

Viendo las reseñas estoy dudando de si tengo el paladar atrofiado. Pedimos el menú degustación con cierto miedo a que fuese demasiado abundante. Tras el primer plato vimos que las raciones estaban bien para ser 7 platos, después de los 5 primeros estaba deseando que se acabase y no por la cantidad. De primer entrante un paté de mejillón aceptable. De segundo una ensaladilla que, puedo decir, no volvería a comer jamás. De tercero una bica que estaba muy rica de sabor pero que daba la sensación de que no estaban bien pensadas las combinaciones de texturas, no era agradable de masticar. De cuarto probablemente lo mejor que comí, el huevo a baja temperatura con el puré de patatas. El problema llegó en los principales con un bonito "al punto", que literalmente estaba calcinado por debajo (el mío y el de otro acompañante, el resto estaban bien). En la costilla mechada no entendía la función del romescu hasta que intenté comerlo a palo seco (menos mal que no acompañé el bocado con una patata porque ni Heimlich me salvaba). En el caso del postre, queda demostrado que dos cosas ricas por separado no tienen por qué funcionar juntas, y que el sabor del Donuts en helado queda demasiado artificial.

Si unimos todo esto al precio...

Espero sinceramente que fuese un mal día y que las reseñas de futuros clientes me den...

La atención recibida por parte del personal es de diez, cuando llamé para hacer la reserva me explicaron en qué consistía el menú degustación así como la carta. Durante toda la comida están pendientes de ti, te preguntan si tienes alguna alergia/intolerancia, el punto de la carne... Hasta nos recomendaron un vino, todo un acierto. En esta comida nos decantamos por la opción de carta, pidiendo varios entrantes y postres para compartir y un plato principal por persona. Las croquetas de cecina estaban muy melosas, riquísimas. También probamos las tostas de chichos blancos con alioli y los chichos con patatas, muy ricos también. Como principales pedimos las albóndigas en salsa, un secreto ibérico al punto, un entrecot al punto, un bonito a la brasa y la presa ibérica, también a la brasa que para mí fue el plato estrella. Toda la carne tenía un sabor espectacular y se deshacía en la boca. De los postres probamos la torrija, que es la especialidad de la casa y estaba muy buena, aunque la versión de la tarta de galleta deconstruida no se queda atrás. En definitiva, es un sitio que merece mucho la pena conocer en el Bierzo. Se nota que hay mucho trabajo e ilusión en cada elaboración. Muy buena relación...