Restaurante El Pescador — Restaurant in Laredo

Mi crítica gastronómica del restaurante El Pescador en Laredo, lo disfrutamos 5 y os indico mis sensaciones. Ubicado junto a la playa de Laredo, ofrece una experiencia culinaria que, si bien no alcanza la categoría de "Top", se destaca por su generosidad y el buen hacer con el producto del mar. Comenzamos con un arroz con bogavante para tres personas que, era para cinco adultos, resultó ser una ración más que generosa. El arroz se presentó suelto, con un sabor intenso y delicioso. La única pequeña pega, si es que hay que buscarla, fue una ligera sensación de exceso de aceite al finalizar el plato, que se hacía visible en el fondo. No obstante, esto no desmereció en absoluto el conjunto. Son estrictos en la hora y hay que encargarlo. Continuamos con un pargo a la espalda (o muchatote, como se le conoce localmente), otra ración que pecó de generosa y que, sumada al contundente arroz, nos llevó a un exceso en la comanda. Tal vez alguno se dejó vender en demasia, yo no estaba a la hora de pedirlo. El pescado, acompañado de patatas, cebolla y tomate, resultó exquisito y de amplio sabor, aunque quizás un punto menos de cocción le habría beneficiado para alcanzar la perfección. La amabilidad del personal se mantuvo constante, preguntando si deseábamos que nos emplataran el pescado, un detalle que siempre se agradece. El capítulo de los postres nos dejó una sensación más tibia. La tarta de limón con helado de manzana verde, si bien visualmente atractiva, parecía fresca, no se dejó compartir la de zanahoria que la bordan, pecó de sosa en el sabor a limón, siendo completamente eclipsado por la intensidad de la manzana, que acaparaba todo el paladar. En cuanto a las bebidas y extras, los cafés dejaron un sabor agridulce. El hielo utilizado era de mala calidad, sin consistencia, aguando la bebida y restándole toda su esencia. Un pequeño detalle que desluce el final de la comida. Se nos ofreció un chupito de cortesía, que amablemente declinamos la moto es lo que tiene. El local en sí es cómodo y cuenta con una temperatura agradable, lo que contribuye a una experiencia placentera. Sin embargo, resulta una pena que las dunas impidan la visión directa del mar, aunque se entiende la necesidad de preservar la naturaleza. La mesa, algo pequeña para los 5, día del orgullo gay y puede verse como una oportunidad para una mayor cercanía. El precio, creo, se ajusta a lo esperado, sin ser un restaurante económico, pero tampoco excesivamente caro para la calidad y cantidad ofrecida. En resumen, El Pescador es un lugar al que yo he vuelto, a pesar de las experiencias ambivalentes. Su marisco es más que aceptable y la generosidad de sus raciones lo convierte en una opción a considerar si se busca disfrutar de la buena cocina marinera en Laredo. Día de playa, salir a comer, y volver a la playa.... si alguno está interesado en hacerlo en agosto corresponde a mi zona de playa, así que le daría...

Ayer comimos allí 4 personas, entre ellos 2 personas mayores y adicionalmente una embarazada. Hemos ido varias veces al año y nunca tuvimos problemas. Todo bien hasta anoche hacia las 3 AM cuando una de las personas empezó con diarrea, la segunda cayó hacia las 4AM con gastroenteritis y las otras dos de cara a la mañana pero más leve.

Hemos llamado simplemente para informar y ni siquiera se han disculpado ni preguntado còmo estábamos. Solo han negado que nunca les hubieran llamado antes nadie por esta razón y que era imposible lo que les contábamos preguntando qué habíamos comido después.

Tras la comida los cuatro nos separamos a diferentes ciudades, con lo cual el único nexo en común es ese sitio.

Solo hemos llamado para informar, pero al haber recibido esa respuesta tan poco humana y profesional, he decidido dejar reseña y dar parte a sanidad ya que ellos parece que lo niegan y que no van a cambiar nada para proteger a los próximos clientes

Lo que me faltaba que después de una noche con retortijones terribles alguien ponga en duda nuestra palabra. Ni siquiera hemos pedido devolución del importe (unos 300€), solo pretendíamos hacer lo correcto e informar a la cocina

Una decepción de respuesta. Les dan igual sus...

Hemos comido varios días en nuestra estancia en Laredo; la de ayer será la última. La cocina está muy bien y el producto también. El servicio, en términos generales, fue amable a pesar de la carga de trabajo que pudimos apreciar. La nota negativa fue el camarero o jefe de sala de la terraza. En un momento en el que ya apenas había más comensales, sólo dos mesas más que recuerde, este individuo se dirigió a mi hijo de tres años y le espetó que se callara porque estaba molestando. Tal fue la escena que yo me pensaba que estaba bromeando, pero no, luego volvió a repetirlo a los adultos. Nos fuimos sin más, no sin antes pedir disculpas a las otras dos mesas quienes reconocieron sentir lo ocurrido y que ellos no estaban molestos. En una de las mesas, además, había un niño ya algo más mayor. Evidentemente estando de vacaciones no lo tenemos en cuenta y a otra cosa, pero el establecimiento debería tener en consideración que una persona así como responsable de una sala puede traerle problemas. Si no estuviera de vacaciones es más que probable que la situación se hubiese resuelto de otro modo. No hubiese estado tan pacífico después de haberse dirigido así hacia un niño de tres años, estando sus...