Wonderful people run this establishment that serves excellent, well-prepared food. We recently landed in Madrid, and needed to drive up north for 4h, so Lerma is the perfect spot to stop for lunch. I had never been to Galoria, in fact it was a complete coincidence that we ended up eating here (we wanted to make sure we could eat outside in a terrace instead of indoors, due to COVID19). The hostess, whose name - if I recall correctly - was Francis, was a delightful woman who not only told us about the food we could choose, but told us about the town, about the years they've been in business, how she and her husband (Gustavo, I think she said), who is the actual chef, started the restaurant... Honestly I felt like I had just made new friends, they were that warm and wonderful. The food was simply spectacular: from the awesome appetizers, the excellent octopus, salad, meats and tartar we ordered, to the desserts - I recommend the chocolate cake with dry orange I ordered, it was amazing. The place is beautiful, the people are wonderful, the food is delicious. If you happen to be around the town of Lerma, perhaps driving around the country like we were, you will not regret stopping by this restaurant. It was easily one of the best experiences I've...
Read moreTrato desagradable por parte de la gerente del establecimiento, no así por parte del resto de personal que fue muy amable en todo momento. Llegamos a Lerma haciendo parada en nuestro viaje de regreso de Cantabria con un perro pequeño y nos encontramos con todos los locales hosteleros cerrados o que no atendían sin reserva o no servían comida en terraza… Al final, dimos con este establecimiento, en el cual nos dejaron acceder al interior con el perro (aun habiendo referido que no había inconveniente en recoger lo que pedimos y llevarlo fuera, ya que no atendían terraza).
Lo propio de un perro, igual que si se tratara de un bebé, por ejemplo, es gimotear o ladrar, en este caso, para expresarse. El perro tiene un muy buen comportamiento pero lógico y normal al ver pasar a camareras con platos, al saber que hay comida, eso le estimula a llamar la atención con la intención de recibir alimento. Llega la gerente para decirnos que si el perro ladra (digo yo, es un perro), que, siendo así, teníamos que haber avisado (de qué???) y que no nos hubiera dejado acceder al interior (en ningún momento se lo pedimos y me parece vergonzoso decir eso a unos clientes que encima van a dejar dinero y en ningún momento han sido irrespetuosos con ella ni con el personal). Ya habíamos pedido por lo que decidimos quedarnos igualmente, pero creo que no voy a volver a Lerma en muchísimo tiempo.
La comida de este lugar era excelente (mi enhorabuena al equipo de cocina) pero la forma de gestionar las admisiones veo que difiere mucho de lo que es una buena praxis hostelera (veo en otros comentarios que tampoco se adaptan a las familias con bebés).
Es lógico que, al tratarse de un día festivo, haya más inconvenientes para “planes improvisados” pero, siendo Lerma un lugar muy turístico en la provincia de Burgos, deberían contar con ese pequeño % de imprevistos.
Trato al turista en general bastante negligente. Tan poco inteligentes de que así van a perder prestigio.
Añado: Los comentarios de esta señora no tienen precio. En cuanto al tema perro lo dejamos claro al llegar, que queríamos terraza y que recogíamos lo pedido para llevarlo afuera. No insistimos en entrar en ningún momento. Dudo mucho que dejen entrar perros cuando tuvo que ir la camarera a preguntar (entiendo) si podíamos entrar dentro porque estuvo 5 minutos sin decirnos nada. El perro está educado y adiestrados mejor que usted, ningún cliente se quejó, sólo usted. Y además fueron 30 segundos de reloj lo que hubo de molestia.
Ya cuando dedica mucho tiempo a responder comentarios en lugar de tenerlos en cuenta para mejorar o cambiar, dice bastante. Y puedo hablar de cómo gestionar negocios de hostelería, pues conozco de cerca en mi entorno lo que es la gestión de uno.
Habla de educación y nos insulta diciendo que comiéramos un bocadillo en la cuneta. Poca vergüenza.
Y suficiente. Las malas referencias ahí quedan....
Read moreLes comparto mi más sincera experiencia. La comida es buena , si le preocupan a los lectores si van a comer bien sí que van a salir satisfechos , no soy de las personas que van poniendo malas reseñas por ahí donde comen , de hecho suelo poner más buenas para ayudar a los negocios que malas.
Yo he tenido una mala experiencia en cuanto el servicio, que sinceramente , me decepcionó.
Reservamos mesa con poca antelación y lo cual entendería que cualquier sitio que nos ofrezcan sería estupendo.
Llegamos y estaba todo vacío en la terraza y les pedimos si pudiesen ubicarnos a otra mesa para tener más intimidad porque nos sentaron al lado de otros dos comensales teniendo toda la terraza vacía .
De primeras me dijeron que el resto de mesas estaban reservadas y estaban por llegar , lo cual entendí perfectamente. Hasta ahí genial todo .
Pero luego me encontré otra película, veo gente entrando a la terraza pidiendo mesa y sin reserva ( no fueron muy astutas las camareras preguntando delante nuestra si tenían mesa y diciendo los nuevos comensales que no tenían). Qué me encuentro? Les ubican en las mesas que los comensales querían.
No entiendo el por qué , si por vestimenta o por ser joven, o por mi pareja tener acento de fuera. Me gusta la sinceridad, prefiero que me digan que nos ubican ahí por comodidad al servicio a que me mientan.
Creo que un restaurante para categorizarla de nivel no solo basta que se cocine bien, se trata que un comensal se sienta en casa y vuelva a repetir.
Respecto a la comida muy buenas las sugerencias del chef ( el canelón de faisán muy rico) , el solomillo igual, y el tomate.
Otro plato que pedí son las rabas , no están mal, pero no son calamares, es pota, que te lo cobren a 17 euros como si fuese calamar no estoy muy de acuerdo… y os lo menciono porque sé diferenciarlo porque lo pesco en galicia que soy de allí.
Fui personalmente a comentárselo a la encargada ( la dueña del restaurante o así se identificaba ella) de forma muy educada fuera del restaurante para no molestar a los comensales que seguían comiendo y no generarles mala imagen . Su reacción , a la defensiva justificando que les habían entrado llamadas de cancelación. Qué casualidad que entraron varios sin reserva ( y si fuese así? por qué no nos ofrecieron sitio en otra mesa para sentirnos más cómodos?, mínimo el ademán no? ) , obviamente no la creí.
Por otro lado le menciono que es engañar al cliente una ración minúscula de pota por 17 euros a precio de calamar. Ella obviamente orgullosa , menospreciando mi crítica y como aludiendo que es un restaurante de otros bolsillos. Sin comentarios…
Espero que mejoren el servicio para futuros comensales , sé que pueden tener buen potencial porque los otros platos y el postre estaban muy...
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