Taró Restaurante — Restaurant in Málaga

LUCES Y SOMBRAS. Fuimos 4 adultos y una niña el día de reyes. La comida en general nos gustó, nada que añadir a la calidad del producto pero hay detalles que marcan la diferencia de ser un restaurante TOP a un "buen restaurante" y punto. Por ejemplo, pedimos las famosas alchachofas con parmesano. Cómo era la primera vez que íbamos y pediamos ese plato no sabíamos como venía estéticamente por lo que nos lo pusieron y comimos. Al acabar me percato que sale el mismo plato para otras mesas y cada alcachofa llevaba encima un crujiente de parmesano que en nuestro plato no venía. Se lo hago constar al camarero y se quedó incrédulo. Llamó la atención a la persona que monta los platos en la zona de la barra que conecta con cocina y ahí quedó. A la hora de los postres, le preguntamos (por la niña) que ella quería si podía ser dos bolas de helado, y nos dicen que no tiene helado en carta pero que puedesn ponernos el helado que ponen de acompañamiento con los postres. Cuando nos lo sirven, en dos platos individuales y le ponen uno a la niña y otro a un comensal de nuestra mesa que no había pedido helado. Habíamos pedido dos bolas para la niña. Hasta ahí no pasa nada, un error. Se lo comento al mismo camarero que le comento lo de las alchachofas y me pone cara de enfado (no conmigo, si no hacia el servicio) ¿Qué hubiese hecho cualquier restaurante que falla dos veces en el mismo servicio a la misma mesa? (1 vez con plato incompleto y otra duplicando el helado) Lo más normal es que al pedir la cuenta, hubiesen tenido al menos el detalle de invitarnos al café o al poleo menta, ó invitarnos a uno de los helados... ¿Coste de una bola de helado? ¿Coste de un poleo menta?... Nos cobraron cada bola de helado del tamaño de una cuchara a 3,50€ cada una. Un plato que no tienen en carta... y te meten 7€... Hago esta reseña porque llevo dedicado al sector servicios casi 20 años, y a veces con detalles que cuestan muy poco recientes un error y más importante cambias la opinión de un comensal que no terminó contento en ese aspecto. Creo que en una cuenta de 176€ para 4 personas y 1 niño... Tener el detalle de un café y un poleo que fueron los únicos postres que pedimos hubiese cambiado esta reseña por completo. Sé lo que repercute poner 3* y me sabe mal, pero la única forma de que se mejoren esos "detallitos" son con críticas...

Los pequeños detalles cuentan.

Decoración con mucho gusto, atención muy profesional y buena carta de menú. Excelentes productos, muy bien cocinados y magnífica presentación en el plato. La relación calidad precio es buena en general, pero hay que cuidar los pequeños detalles. Es sabido que en los postres se suele inflar el precio, es algo que se acepta; pero solo si la calidad del postre cumple. No es de recibo cobrar seis euros por un "roscón" individual de Reyes que no era sino un bollito del tamaño de una mini hamburguesa, con el bizcocho reseco y un pegote de nata en medio. Ojo, postre individual. Pides tres y te han clavado 18 euros por tres bollitos "rellenos" y encima resecos. Señores responsables de Taró: si no tenéis postres a la altura del resto de platos, no los pongáis. Y si los ponéis, no los cobréis como si fueran exquisiteces superiores a las otras viandas.

Otro detalle que me impide poner las cinco estrellas: ¡Cocineros y chefs del mundo: no apuréis las puntas y capas externas de las alcachofas!! Ese medio centímetro de las puntas y esas dos capas de más que os resistís a descartar estropean un plato delicioso. Hacen que el bocado sea correoso y termines escupiendo el entramado de fibra inmasticable.

Me he extendido en los detalles y da la impresión de que mi opinión es negativa. No es así. El sitio merece la pena y sin duda volveré otra vez. A ver si en futuras ocasiones los pequeños detalles me permiten otorgar las cinco estrellas que probablemente merece el restaurante. Por cierto, las sorprendentes croquetas "líquidas" de gambas al pilpil son de las mejores que he comido en toda mi vida, salvando las caseras de mi madre (naturalmente) y...

Fuimos en familia ,pasamos una tarde de 10,la comida buenisima,la chica que nos sirvió la mesa ,súper atenta y amable, pero llegó la hora de pedir la cuenta ,nos trajeron una que no era nuestra, demasiado barato ,para todo lo que habíamos comido y lo comunicamos,mi marido fue a pagar con tarjeta ,lo cual no ponía bien la tarjeta unas dos veces ,a lo cual el camarero se enfada y le dice es aquí, simplemete mi marido le dijo podías decirme antes... se enfadó y se retiro con malas formas,cual no es nuestra sorpresa que va a cobrar la mesa de al lado y se dirige a nuestra mesa diciendonos que no tenemos vergüenza y somos unos irrespetuosos .Nos quedamos sin palabras,por unos segundos ,una vez reaccionamos ,por que no podíamos creer lo que estaba pasando,nos dirigimos al chico y le pedimos explicaciones ,por que esa falta de respeto, si lo único que hicimos es querer pagar lo que habíamos comido ,tan simple podíamos callar pagar menos e irnos ,por eso no entendimos nada,fue una pena la situación. Pedimos hablar con un responsable ,lo cuál nos dicen que no está en esos momentos,de repente golpes del camarero enfadado ,malas caras y lo peor se disculpa diciendonos que es que tiene un día de Mierda , y nosotros tenemos que aguantar el dia de mierda de el???esas fueron sus explicaciones . El propietario debería de tomar nota,un sitio tan buenísimo y por tener un camarero, que no sabe separar sus problemas personales , con el trabajo y lo paga con los clientes??? .El camarero se llama Alejandro. No pongo 5 estrellas solo por la falta de respeto de Alejandro. Por lo demás felicitaciones muy buen sitio,lo...