Las 7 Sillas — Restaurant in Mérida

Mesa para cinco en Las Siete Sillas. Agotados después de una mañana de historia por el teatro y anfiteatro de Mérida, llega el momento del descanso. En las puertas del complejo histórico, Las Siete Sillas nos han dado la ocasión de disfrutar de un inesperado ensueño gastronómico digno de mención: dos ensaladas de pollo con un sorprendente aliño de mostaza y miel; una ensalada de tomate en carpaccio con burrata y aceite para la que cualquier calificativo se queda corto; un entrecot al punto absolutamente recomendable y unos sencillos huevos rotos con jamón, comanda para 5, pero que hubiera saciado a 7 u 8 personas, además de unos nachos con guacamole (autopreparado y fresquísimo) y unos calamares para compartir; no hemos querido renunciar al postre, aunque sea un poco para todos... Gran acierto también: torrija (torrijón, mejor dicho) y tarta de galleta de la abuela. Exquisiteces no buscadas, serendípicas, casuales. Sorpresa agradable a más no poder el rato de disfrute que nos ha proporcionado este establecimiento. El servicio, las camareras y el camarero que nos han atendido han mostrado gran interés y esfuerzo en que estuviéramos a gusto y vaya que lo han conseguido: nos han aconsejado muy bien y con una disposición digna de subrayar. Hemos pagado 27 euros por persona incluidas las cervezas, agua, algún vino y los cafés, lo que se nos antoja como una excelente relación calidad precio. Felicidades y gracias por la cocina y el servicio. Así, si....

Tras preguntar si los ingredientes de la ensalada de pollo son los que salen en la carta e indicarme que sí, me entregan adicionalmente zanahoria, cebolla y pimiento. Informo que no me gustan los dos últimos ingredientes y se me ofrece la ensalada de rulo de cabra por no tenerlos. Pese al tiempo que espero en recibirla (menos mal que mi acompañante también ha pedido plato frío y puede esperar para cenar a la vez), tras empezar a comer encuentro al poco un trozo pequeño de pimiento que achaco a un error desafortunado y sigo comiendo de otras partes del plato. Pero encuentro dos trozos más. Dudo haber consumido ni un cuarto de la ensalada, y cuando informo lo ocurrido y que no considero justo pagar por un producto que no es el que se describe en carta y tras haber reiterado en dos ocasiones que no me gusta el pimiento, se me indica que el encargado considera que tenía que haber avisado en la entrega y que por tanto tengo que pagar, aunque eso es imposible pues los trozos no estaban a la vista. He pedido una hoja de reclamaciones. El lugar estaba hasta arriba y espero ser una excepción, pero si alguien duda sobre dónde comer, muy cerca hay una serie de bares y restaurantes maravillosos y no me la jugaría a tener esta experiencia. ¿Es necesario ser alérgico como avisan en la carta para que te hagan caso en tus...

EXPERIENCIA NEFASTA. Lo primero no han limpiado ni la mesa que estaba sucia ni han puesto un misero mantel. Después, nos han sacado todos los platos de golpe , el bacalao y las croquetas con el solomillo, cosa que no tiene ningún sentido, y me he tenido que comer todas las cosas frías. Que por cierto baratos no son los platos para la calidad que tienen, que las croquetas de gamba al ajillo deberían poner croquetas de ajo. El bacalao seco y el solomillo lleno de nervios y chicloso. La verdad que no he pedido ni postre porque lo iban a hacer con mala gana y era tirar más dinero. Yo entiendo que eran las 11:20 y el personal estaría cansado pero esa forma de tratar a la gente , pero saben a quién hacérselo porque a otro tipo de clientela que había en el local si que les han sacado los platos en orden como debe ser. Yo desde luego aquí no vuelvo. Si estás pensando en comer aquí, busca otro sitio en Mérida del estilo que probablemente te traten mejor. Yo por ejemplo he trabajado en La Carbonería y ya entiendo porque los detalles marcan la diferencia, infinitamente mejor el trato y la comida aún más. Pero vamos que prefiero gastarme 15€ en el buffet chino que comer aquí. La próxima vez tenéis un poco más de respeto y tratáis a todo el...