Pedimos cambiarnos a otra mesa que tenía más luz porque la nuestra estaba en penumbra, era pequeña y estaba al lado del baño y nos dijeron que no, que estaba reservada. Éramos 2 y sólo nos trajeron 1 carta para elegir la comida, cosa que unida a la falta de luz, nos hizo muy incómodo elegir hasta que pedimos otra carta. Nos preguntaron por la bebida, si tinto o blanco y si de Extremadura... sin más preguntas nos trajeron y abrieron el vino que les pareció. Pedimos otro vino diferente porque nos gusta probar cosas nuevas y ese ya lo conocíamos y decidimos llevarnos el primero para casa. Las copas para agua que no íbamos usar porque no pedimos agua tuvimos que pasarlas a la mesa de al lado para hacer un poco de hueco en la mesa, que nadie se molestó en apartarnos Pedimos una ensalada, alcachofas, mojama y solomillo de vaca. La ensalada llegó después del entrante. Cuando nos trajeron los platos principales, nos arrebataron los platos que teníamos según estábamos comiendo en ellos, con un movimiento brusco. La presentación de la mojama dejó mucho que desear... del sobre al plato y 4 almendras de bolsa por encima, sin un triste chorro de aceite... como se ve en la foto. De hecho la untamos en el plato de la ensalada para que tuviera algo de pringue. En algún momento encendieron las luces de donde estábamos... cuando llegó otra pareja y a mitad de la cena nuestra. El solomillo de vaca, de 24€ estaba cortado en 4 filetes finos antes de cocinarlos con lo que se pierde el placer de degustar una pieza gruesa de carne. El plato llegó medio frío y la carne estaba insípida para ser carne madurada... Para cerrar tomamos un postre que estaba bueno. Al terminar de cenar vimos que la famosa mesa reservada a la que no nos pudimos cambiar quedó desierta, al igual que otras muchas del comedor... qué mala suerte. La experiencia fue realmente mala tanto por el servicio y la atención como por la comida, la presentación de los platos y la materia prima. Ciertamente tuvimos que hacer de tripas corazón para salir del local sin quejarnos al dueño por el enfado que llevamos. Ah, y todo esto por 118€, que aunque le quitemos 25 € de una de las botellas de vino se queda en un palo de 93€ por una ensalada, 2 entrantes, un principal y un...
Read moreLamentablemente, no puedo dar una buena valoración global. Iba con mucha ilusión viendo los comentarios. De hecho, seleccioné el restaurante por esos buenos comentarios. El camarero, muy servicial, simpático y amable. El inicio, perfecto, con la mesa que quisimos delante del templo. Las croquetas estaban muy buenas, de gamba, rabo de toro y jamón. Luego llegó el salmorejo para mi pareja, muy bueno, pero se tuvo que dejar el jamón del propio salmorejo porque estaba incomestible: rancio. Imperdonable en Extremadura. Y ya finalmente lo peor: habíamos pedido la carne más cara de la carta: el chuletón de retinta (28€ el plato), trinchado para compartirlo. Esperamos 15 minutos, 20, 25, 30, 35 y 40 minutos de espera. Finalmente pregunté y el camarero nos dijo que se habían quedado sin gas y que estaban solucionándolo. Mala previsión en una cosa tan básica como el gas en un restaurante, no? Esperamos un poco más y finalmente le dijimos que si no estaba ya siendo marchado, que lo dejara y que nos íbamos a pedir postre para al menos irnos medio comidos. Y eso hicimos. Desde cocina pidieron disculpas, pero creo que fue un fallo muy grande no avisarnos del problema, hubiéramos pedido otros platos que fueran sólo de calentar y no hubiera pasado nada. Tenernos ahí haciendo la digestión sin decirnos nada fue intolerable. Personalmente, esperaba el detalle de que al menos el café fuera obsequio de la casa habida cuenta de lo sucedido, pero no.
PD: Por cierto, no sé qué sucede en Extremadura, pero es verdaderamente una estafa lo de las cocacolas de 237ml en vez de AL MENOS los 330ml de un bote. En Alicante-Valencia es inconcebible que te saquen esos tamaños de cocacola, normalmente te sacan el de 350ml. El querer obtener mayor beneficio con esas bebidas tan minúsculas no me...
Read moreLo mejor el cenar delante del Templo de Diana. Lo peor el camarero que atendía la terraza.. Queríamos pedir una ensalada sencilla de caballa y le pedimos información de los ingredientes porque en la carta no estaban especificados (hubiera sido un detalle) El camarero con actitud muy chulesca en vez de contarnos que llevaba la ensalada amablemente, se puso irónico y nos hizo el trivial (esto textual) de lo que lleva una ensalada aquí y en la luna: ¿lechuga? ¿Tomate? ¿Aceite, sal y vinagre? Completando con caballa (claro) y queso como lo mas extraño, al parecer… Entre medias, diarrea verbal sobre los precios de los menus pa turistas a 7€ (no venia a cuento), poniendo a parir a su jefe y quejándose de lo lejos que esta la terraza del bar. Le preguntamos por las croquetas y nos dijo que eran variadas, de chorrocientos sabores…perfect. Cuando llegó la ensalada descubrimos que a parecer en la luna una ensalada lleva también naranja y una salsa dulzona. Las caballas no eran normales si no ahumadas de Santoña( especulares por cierto, sácales partido ) y el resto del genero espectacular, pero las formas al pedir la nota y el ponerse peleón cuando le reclamamos que la ensalada no era lo que habíamos pedido, hicieron la experiencia fuera un bluf… Esta ensalada bien explicada en la carta, seria un 10. Las croquetas muy ricas, pero los chorrocientos sabores variados eran un mito: 3 de gambas al ajillo, 5 de jamón y una de rabo de todo… no mucha variedad, y no estaban identificadas. Por lo demás, si no fuera por el camarero hubiera sido una cena de lo...
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