El lugar está bien y es bonito. Una decoración con mucho gusto. La comida también está bien pero para el precio, para mi gusto, debería ser incluso mejor. Fuimos 6 personas y la media es de 40€. Pedimos jamón, croquetas de jamón y cararabineros (no nos gustaron demasiado), torreznos (que tampoco fueron los mejores que he probado), pulpo con gambas (esperaba más), paella y, para terminar, algo de carne. De postre helados y tarta de queso (que estaba muuuuy buena). Todo estaba bueno y recién hecho, servido a tiempo y con buen servicio pero sí que esperaba más de todo.

Comimos en el interior y pasamos algo de frío. Un poquito de climatización hubiera estado bien. Lo más 'negativo' que puedo comentar es la sorpresa del pan en la cuenta. Nos pusieron dos veces pan, sin preguntar si queríamos y nosotros sin pedirlo, y en la cuenta nos encontramos con que nos cobraron más de 15€ por 12 rebanadillas de pan. Esto lo he visto más veces pero no es de buen gusto. Si se cobra, qué mínimo que preguntar si queremos y avisar del precio. Eso no me gustó.

También, recomendable llamar y reservar porque se llenó. Nosotros llamamos sobre las 12 para ir a las 14 y ya no tenían casi disponibilidad.