Estupenda taberna de pintxos y raciones con raices vascas pero caracter moderno, que ya tenía otros locales en Madrid y han abierto uno nuevo en el barrio de Prosperidad. Un local de tamaño medio, con espacios abiertos y decoración moderna y cuidada. Una zona de mesas bajas pars comer, otra zona con mesas altas y una terraza semicubierta en el exterior. El trato por parte del camarero fue estupendo, atento, ágil y dando recomendaciones sobre platos y cantidades. En cuanto a la oferta puedes elegir entre tomar un variado de pintxos de los que están expuestos en el escaparates o bien elegir de la carta, donde tienen platos más elaborados en tamaño platillo individual o en tamaño ración. Además disponen de un menú degustación de pintxos, menú del día y menú de puchero. En cuanto a los platos que probé, una ración de steak tartar, buena carne, bien cortada y bien condimentada a un precio muy razonable. El famoso donut de cocido, una barbaridad, con un caldo concentrado a modo de café y un donut que contiene todo el cocido, imprescindible. Y unas albóndigas de bonito que me sorprendieron muchísimo por su sabor. Para terminar tienen varios postres, sin duda fui a por la tarta de queso, muy recomendable con buen sabor a queso y manzana. Precio muy razonable, un trato estupendo y unos platos muy sabrosos y sorprendentes. Sin duda un sitio muy recomendable para comer en pareja o con amigos y al que volveré seguro estando cerca del trabajo.

Edit: Tras regresar una segunda vez y pedir el Menú degustación pintxos, aumento la valoración a 5 estrellas. Este menú, además de los platos que ya había probado en mi primera visita incluye un turrón de foie, sabroso, aunque no en mi top, una cordero a baja temperatura, que se deshace con tocarlo y un jugo muy saboros, y un postre de chocolate, tipo brownie con helado de vainilla con muchísimo sabor. Opción muy recomendable este menú. El trato del personal continúa siendo estupendo. Muy recomendable