Hemos tenido una mesita estupenda fuera en la terraza ayer, fue muy agradable sentar en la sombra allí y todo estaba bien...solo que nos han servido camareros cada vez distintos. Es decir uno pregunta que queremos, luego otro trae otra bebida que no es esta ( queríamos un tercio y ponen cerveza del grifo,por ejemplo )
Esto fueran cosas menores...hasta que pedimos la carta " para echar un vistazo " y para ver si encontramos algo que puede tomar una niña de 8 años ( porque fue la única que tenía hambre ) y sin preguntar si hemos elegido algo o no, nos han puesto en seguida los cubiertos a todos 4 pero... sin traer la carta siquiera!...
Cada vez nos han servido camareros diferentes, no había manera tratar siempre con la misma persona.
Hemos pedido patatas fritas como un plato para la niña y nos han traído patatas chips como para acompañar la cerveza ...las que devolvimos, claro. Pero fue la sensación de desorden constante.
Cuando al final hemos pedido la cuenta NO nos han traido ningún ticket, solo de palabra dijeron "son 30 euros" no nos pareció esto nada correcto ( además que queríamos pagar lo que ha tomado cada uno y no que pague una persona todo sin mirar, porque los padres con la niña han pedido helado por ejemplo,que no tiene nada que ver con otra persona que estaba allí, etc. ) y lo hemos dicho eso, que por favor queremos la CUENTA, no lo que nos digais de palabra " tanto euros "...
En fin, la experiencia fue un poco rara,- simplemente que no esperas las cosas así del sitio tan bien ubicado ( enfrente del Auditorio Nacional ), elegante y con precios tan altas (€20 y más por cualquier plato de carta)
Pero cuando queríamos, tras pagar, levantarnos e ir a otro sitio donde atención será mejor ( diciendoles ) se han disculpado mucho , nos han dado la razón y ( lo que no hemos esperado para nada ) nos han invitado a 1 bebida a cada uno a los adultos. Con lo cual, pues disculpas aceptadas, hemos quedado allí un poco más,hemos dejado la propina al irnos, pero si me preguntéis vuelvo o no a este sitio yo diría que quizá una vez más sí, para darles otra oportunidad...pero si va a ser lo mismo, ya nunca.
PD.Cuando han disculpado por todos sus errores no sé si han intuido que el marido de mi amiga fue un asesor fiscal y trabajador de hacienda,a mi me parece que el no dijo nada en ningún momento de su conversación con el último camarero, pero quizá su manera de hablar les hizo sospechar quien es...:-)