Esta experiencia nos ha contada una hermana en el grupo de guasap familiar.
Pienso que Miguel Angel, dueño de la cafeteria Gobolem, en la calle Franscisco de Sales num. 11 de Madrid, no tiene palabra.
Hace una semana fui a desayunar con mi flamante chaquetón recién estrenado a esa cafetería. Cuando me dirijo al cuarto de baño un cliente (no había más que una camarera sirviendo en la barra) da aparatosamente media vuelta, sin mirar ni a derechas ni a izquierdas porque es él el que cargado, y "zas" me lanza todo el café con leche, que llevaba en una bandeja, eso si, en vaso y me cae todo encima.
Nunca imaginé que un café fuera tan laaargo provocando un gran estropicio. Mi chaqueta verde recién estrenada, mi jersey, la blusa y el sujetador empapados, el bolso verde, tan majo de tela plisada, el monedero, regalo de mi hermana, el móvil, todo pringando, los papeles del médico al que iba después, chorreando, encima el tipo no solo no se disculpa sino que me echa, claro está, la culpa del desaguisado a mí. Como si una no tuviera derecho a ir al lavabo o algo. Cuando vuelvo del baño, tras intentar limpiar lo más importante, mi desayuno estaba helado. Yo tiritaba porque la mañana era nublada y fresca y la camarera, aunque me dió la razón, el cliente ya no estaba. Yo tenía que ir ya al hospital, pues con el lio era casi la hora de mi consulta médica, asi que la única opción que me quedaba era comprarme alguna cosa rápidamente.
Había una tienda asiática, ya me entendéis, justo al lado, (No es que escogiera una boutique de lujo) y con 24E me compré lo imprescindible para no agarrarme la pulmonía: una blusa de oferta y una rebeca de lana, porque el catarro ya daba señales evidentes.
En el hospital me asesoraron y me dijeron que las cafeterías están obligadas a tener un seguro que cubra a los clientes de tales supuestos, por eso a la salida, ya sin tanto escalofrío, regresé a Gobolem a pedir la hoja de atención al cliente. Por cierto, había descubierto el desaguisado dentro de mi bolso también. La camarera me dijo que eso era cosa del jefe. Era el tal Miguel Ángel que tras insistirle mucho me dijo que esto se solucionaba verbalmente (como si estuvieras en los países nórdicos, pienso ahora ) y que él se encargaría de pagarme cuando le llevase los tickets de la tintorería y demás.
Hoy era ese día. Por supuesto el bolso, el jersey, la blusa, el suje, el móvil, el monedero y demás tuve que limpiarlos yo y desde luego nunca quedaran tan flamantes como eran. Llamé para avisar que iba a la cafetería adelantando a la camarera que el importe iba a ser menos de lo esperado. (¡Y tanto, soy bruja ) . Esta mañana aporté simplemente los tickets de la tintorería de la chaqueta, 15E y la compra en los chinos 24E. Hago más de media hora de viaje. Miguel Ángel cuando llego me remite a su hermano. "¿Qué hermano?" Pienso yo. ¿Y por qué? 'El compromiso verbal era con Vd'. Digo. Muy simple el "brother" venía a decirme "que me hacían el favor de pagarme solo un ticket". Cuando les he dicho molesta que eso me pasaba por confiar en un compromiso verbal y que pensaba denunciar los hechos en Facua y redes sociales me ha dicho que no aceptaban amenazas y que ya no me pagaban nada.
Así que aquí va mi humilde relato, que no es venganza sino justicia. Si alguien quiere difundirlo por ahí valga esto como mi autorización. Pues eso, que lo de las pólizas de seguros debe ser un...
Read moreHe desayunado en el Gobolem con mi pareja hace poco. Nos sentamos en la Teraza y nos atendió una camarera con ojos azules bastante borde. Cuando nos tomó nota, yo dije "para mi una barrita y una manzanilla", me contestó "solo esto?". Le dije que si y se fué. Entonces mi pareja le dijo de esperar que iba a pedir algo el y ella se puso nerviosa diciéndonos "vamos a ver, que me estáis liando"... Yo solo había pedido para mi, porqué la verdad es que creo que no es obligatorio que una persona hable para la otra también. Luego, no había bollería y me dijo que iban a hornear y que iba a tardar unos 10 minutos. Yo dije que si, sin problema. Después de un ratito decidimos pedir la cuenta para dejarlo pagado ya que teníamos el coche en alquiler pedido. Pedimos la cuenta a la otra camarera que fue muy amable y le dijimos que queríamos dejarlo pagado, que estábamos esperando un croissant y que su compañera nos había avisado que había que esperar. Esta chica simplemente fue a preguntarle a la otra camarera si ya estaba listo el croissant y ella empezó nuevamente a chillar diciendo "pero estos que quieren, si yo les había avisado que iba a tardar... es que la gente es absurda..." Hemos escuchado todo porque justo estábamos allí a lado. Encima no estábamos presionando, solo hemos avisado la otra camarera que faltaba un croissant para no retirar la mesa, no por prisa. Para terminar, la misma camarera borde se puso a montar la terraza para la comida y para separar los manteles individuales de papel y ponerlos en la mesa se chupaba los dedos. Como si estuviera leyendose el periodico. También hay que decir que me trajo la manzanilla en una jarrita manchada (foto). Cero profesionalidad, pongo 2 estrellas porque en cambio la otra chica fue muy amable. No...
Read moreEdito para responder al propietario (de forma constructiva y sin acritud). Lo que pedimos era bastante normal, tirando mas bien a bareto de tapas (que no lo sois). Los tercios a mi parecer carísimos, para ser restaurante, a 3 y mucho, pero bueno, esta práctica de inflar la bebida a precios desorbitados está muy extendida en Madrid... Un restaurante no debería de intentar maximizar beneficio con la bebida, hay otros medios, es mi opinión.
Respecto a la cena, empezando por lo mejor, la hamburguesa completa de 11€ que se comieron los niños, muy buena pinta. Es cierto que tomamos algunos adultos 3 cervezas y la bebida sube mucho la cuenta. Respecto a lo que pedimos, los torreznos son muuuuy mejorables, los pedimos pensando que eran algo especial y para nada lo eran. Gobolem, os invito a pasaros por el As de los Torreznos, en metro Colonia Jardín, un bareto diminuto con una cocina canija, y probar lo que es un torrezno de verdad. Los huevos rotos con Jamón, en España, no se deben hacer con patatas bastón congeladas señores, y mas cuando se cobra 13€ por la ración. La ensalada, que tiene una materia prima barata, no debe de ser nunca escasa, como era el caso. Al final los adultos salimos a 40€ por cabeza por una cena de tapeo, sin contar cena de niños, literalmente, de 4 raciones al centro a compartir.
Tienen nombre, historia y ubicación, pero deberían esforzarse más. Por último decir que el...
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