Restaurante La Dehesa — Restaurant in Madrid

Desafortunadamente, el restaurante La Dehesa no me convenció y salí del local con un regusto un tanto agridulce.

Fuimos un día a tomar un café y decidimos volver otro día a comer. Voy a intentar ser objetivo y realizar una crítica constructiva. En general creo que el problema principal es un sitio que debe mejorar, afinar, revisar y controlar la elaboración de sus platos.

Empezamos con un plato de anchoas de Santoña. El plato creo yo que es un poco caro (sale a 3 euros la anchoa y vienen seis en la ración completa. Creo que deberían servir al menos ocho o diez).

Las pedimos porque casualmente hemos venido realizando una rutas gastronómicas últimamente y hemos venido probando muchas anchoas del Cantábrico por Madrid y en comparación con otros locales de Madrid, el plato en conjunto no sobresale en demasía frente el resto siendo el precio más caro que en otros sitios. Si bien, la calidad de la anchoa es buena, suave en boca y de tamaño más o menos medio, la textura del tomate, que indican en la carta y que es con la que se acompañaban las anchoas, no dejaban de ser simplemente unos pequeños trozos de tomate natural cortados en cuadrados. Se sirven con pan tostado.

La carne que pedí de rubia se sirve cortada a lo ancho. El problema es que me la sirvieron totalmente fría. Por el interior más fría aún. Quizás se eche de menos algún plato refractario o, por lo menos, vigilar, controlar o estar pendientes de la temperatura a la hora de servirlo.

Las patatas revolconas, en mi opinión, suspenden. Soy extremeño y estoy muy familiarizado con la receta de patatas revolconas, las he comido en inmensidad de sitios en mi tierra a lo largo de muchísimos años y conozco la receta perfectamente aparte de que las he cocinado muchas veces. Es un plato relativamente fácil de cocinar. Pero las que sirvieron aquí tenían el problema de que la patata no estaba suelta ni suaves en boca, más bien apelmazadas. Daba la sensación de que no estuvieran hechas al momento. Asimismo carecían de sabor y el punto de pimentón no se notaba. Bajo mi punto de vista, deberían mejorar y/o afinar la elaboración de esta receta.

También pedimos rabo de toro. Pues bien, la salsa que le echaron al rabo de toro por encima tenía un fondo de sabor a quemado, posiblemente por haberla dejado más tiempo al fuego. Sabía a requemada.

El café (solo) sí estaba bueno. Café correcto con buen sabor, buen aroma y servido caliente.

En cuanto al local, éste está bien decorado y bien cuidado. Tienen mesas altas en la entrada y, más al fondo, mesas bajas en el salón principal para comer.

El servicio de camareros es correcto aunque un poco lento (coincido con otras reseñas en las que comentan lo mismo).

También disponen de terraza fuera del local (en la acera) con varias mesas.

Tampoco queremos olvidar que tuvieron un buen detalle, que fue el servirnos una prueba de fritura de boquerones fritos (invitación de la casa), los cuales sí es verdad que estaban muy ricos, crujientes. Muy buen punto de fritura.

Con todo, creo que es un restaurante que puede mejorar y para ello creo que debe revisar sus platos para mejorarlos y estar atentos a estos detalles que hemos venido comentando anteriormente.

Confío en que esta crítica la tomen en cuenta en...

Cuentan con un local amplio e intuyo que con algo de espacio para veladores, acudí un día que el tiempo no lo permitía, por lo que no estaban montados. Aunque el local es amplio, parece llenarse con tremenda rapidez, por lo que recomendaría acudir con reserva.

La carta es extensa y, por qué no decirlo, todo suena estupendo y apetece pedir uno de cada. Por desgracia, sólo sirven raciones, lo que siempre juega en mi contra a la hora de probar varias cosas. En mi caso, me decanté por unas croquetas de carabinero (marisco del cual soy muy muy fan) que, por desgracia, vinieron en mal estado. El personal, sin embargo, muy atento, notó que algo no iba bien y sin apenas explicarle lo que ocurría con ellas (me dio la sensación de que quizá les había ocurrido antes) me las retiró y me trajo un nuevo plato que, todo sea dicho, estaban realmente exquisitas. Aunque, por desgracia, y dado que llegaron como es normal cuando ya había acabado casi con el resto de platos, estaba muy saciado y no pude disfrutarlas como se debe. El sabor de las anteriores, sin embargo, se me quedó dentro durante toda la tarde... culpa mía por intentar comerme un par cuando la primera sensación no fue buena.

Lo siguiente que pedí fue un pan de cristal con tomate. Un pan de mucho aire, muy alveolado, realmente exquisito que se sirve caliente y acompañado de tomate triturado con un poco de aceite.

Y cerré el menú con un plato que me llamó la atención por su originalidad, salmorejo cordobés coronado con una fantástica burrata... ¡Una pasada! La burrata estaba super cremosa, y contrastaba a la perfección con un más que potente y cargado salmorejo que hace que se le caigan dos lagrimones a muchos de los que te puedes comer en andalucía, lo digo como autóctono. Y que, además, me recordó al que solía hacer mi padre cuando éramos pequeños.

En general, una muy muy grata experiencia que quedó ensombrecida por el defecto de las croquetas que, como digo y para mi fastidio, duró más que las buenas sensaciones. Aún así, la buena respuesta del servicio, y la calidad del resto de los platos hace que, si vuelvo a estar por la zona, no dude y vuelva para intentar borrar ese...

Dehesa de las Tablas: Una experiencia culinaria excepcional! Precios acordé al calidad! Deben probar sus carnes selectas Destacó la organización que nos brindo Abdul Tuve el placer de visitar el restaurante Dehesa de las Tablas la semana pasada y debo decir que fue una experiencia culinaria verdaderamente excepcional. Desde el momento en que entré al restaurante, me sentí bienvenido y atendido por el personal amable y profesional.

La decoración del lugar es elegante, con una mezcla de elementos rústicos y modernos que crean un ambiente acogedor y sofisticado. El espacio es amplio y bien distribuido, permitiendo a los comensales disfrutar de una cena tranquila y privada.

Pero lo que realmente hizo que mi visita fuera especial fue la calidad de la comida. El menú ofrece una variedad de platos basados en productos frescos y de temporada, preparados con maestría y presentados de forma exquisita. Cada bocado fue una explosión de sabores, combinaciones únicas y texturas sorprendentes.

Recomiendo encarecidamente probar sus carnés, sin duda uno de los mejores que he probado. La carne estaba perfectamente sazonada y se deshacía en la boca. Además, la presentación era simplemente impresionante. Otro plato que me sorprendió gratamente fue la burrata con salmorejo , lleno de aromas y sabores intensos que me dejaron sin palabras.

El servicio también merece ser elogiado. Los camareros estaban atentos en todo momento, explicando cada plato y respondiendo a todas nuestras preguntas con paciencia y profesionalidad. Además, el tiempo de espera entre platos fue adecuado, permitiéndonos disfrutar de cada momento de la cena sin prisas.

En conclusión, el restaurante Dehesa de las Tablas es una joya culinaria que no se puede pasar por alto. La combinación de un ambiente elegante, un servicio impecable y platos de alta calidad hace de este lugar una experiencia gastronómica única. Sin duda alguna, volveré a deleitarme con la deliciosa selección de platos que este...