Cafetería - Restaurante Vertical — Restaurant in Monachil

Escribo esta reseña no con rabia, sino con tristeza, y para ver si así conseguimos un “cambio de aire” por parte del establecimiento y evitamos que una manzana podrida pudra el resto de la cesta. Llevo 20 años como cliente habitual de este establecimiento, tanto en invierno como en verano, empecé viniendo con mis padres y para mí era una ilusión enorme volver ahora y hacer lo mismo con mi propia familia. El primer desayuno genial, como siempre había sido aquí, con algunas carencias pero lógicas puesto que estuvimos el último fin de semana de la temporada y cerraban. Estuvimos dentro para no molestar en la concurrida terraza de verano, puesto que somos familia numerosa. Estuvimos tan a gusto que alargamos el desayuno hasta con helados. Total: 80€ de factura de desayuno, que pagué gustosamente y feliz, puesto que además el servicio y la atención fueron excelentes. La sorpresa llegó el domingo, cuando repetimos jugada con la misma ilusión… Más de media hora solos sentados en la mesa, esperando, mientras el personal no paraba de atender a gente en la terraza y ante cada aviso por nuestra parte el resultado era siempre el mismo: “enseguida les atendemos”. Tras casi 45 minutos de espera y ya superando las 12 del mediodía decidimos levantarnos y marcharnos, pero tras percatarse uno de los camareros se acercó en seguida a atendernos y disculparse. La sorpresa fue cuando pedimos tostadas para los mi mujer y los niños y nos contestan que no nos las hacen porque “ya es muy tarde”, no entiendo la respuesta así que pido explicaciones y me dice que tienen el pan contado para el menú del mediodía y no quieren que les falte, suena a excusa barata, pero como he dicho antes, son muchos años viniendo y entiendo que este finde siempre es el más difícil para ellos por culpa del festival. Así que cuando ya salíamos tranquilamente aparece el camarero que atendía la terraza y les sirve 4 tostadas a las 4 chicas que acababan de sentarse al lado nuestro, así que no puedo evitar pedirle explicaciones a nuestro camarero, explicaciones que se vieron interrumpidas por los gritos del camarero de la terraza a mí mujer, chillándole mientras salía con los niños, que “las 12 no eran horas de desayunar, que madrugáramos más y no fuéramos tan perros”. Estamos de vacaciones y desayunamos cuando nos sale de las narices y si no os gusta, debajo del cartel donde anunciáis bien grande DESAYUNOS Y ALMUERZOS podéis poner también que solo es hasta cierta hora, como hacen otros establecimientos de la zona. La reacción del tipo fue encararse a mí, delante de mis hijos, aún peor la reacción del resto de empleados que se estaban riendo viendo la escena y solo el camarero que nos atendió al principio intentaba poner paz. No sé si ha cambiado de propiedad o solo de empleados, pero contratar niñatos mal educados y que se creen Peaky Blinders por llevar un par de tattooos para que te hagan perder clientes de 20 años me parece muy mal negocio… PD: el filtro de la máquina de café lleva sin limpiar desde 2004, y se nota, así que no sé yo quienes serán...

Fatal. Es la definición exacta de no tener camareros profesionales. Mala organización, discutieron en la barra mientras todos los clientes mirábamos incrédulos, muy incómodo y eso que era el primer día de gente (que no había tanta y encima habían cerrado terraza ya) , 6 de diciembre... Tuvimos que pedir a 3 camareros diferentes tras llevar sentados en la barra como 10 minutos 2 cafés, un cola cao y un trozo de tarta que parecía que no querían ponernos (4 veces lo pedimos, inaudito). El Cola cao para el niño estaba ardiendo, pedimos vaso con algo d leche fría y nos ponen una jarrita... Qué cojones hago con una jarrita si el vaso estaba lleno y ardiendo? La tarta se le cayó en el primer bocado al peque, fallo suyo si, pero es un nene pequeño y es la primera vez que pasa algo así a un crío y se le cobran los 2 trozos de tarta (Pq tuvimos que pedir otro esperando sus 5 o 10 minutos, les recuerdo que esgabamos en la barra eh...) que además estaba hasta insípida (10 euros y pico el atraco por 2 triangulitos además el primero lo ponen tal cual y al segundo le ponen nata, es que ni tiene misma forma de trabajar para un mismo plato..). 16 euros por tomarnos 2 cafés, un cola cao servido a mala hostia y un trocito de tarta, porque de los 2 trozos uno fue al suelo y el otro estaba incomible. Eso sí, pedimos la cuenta hasta 3 veces porque Ellos estaban pendientes de discutir y decir delante de los clientes que a ver si nos íbamos ya que querían cerrar. Una vergüenza. Así vais directos al fracaso. Aprended de los chicos de la pizzeria que tenéis al lado, que os den una masterclass de organización y saber estar. Porque el espectáculo que disteis fué bochornoso. Sobre todo un camarero que se puso a faltar al respeto a otro dentro de la barra usando expresiones como "que me oiga que me da igual" lo que Le dió también igual es que lo oyésemos todos los clientes... En fin. No volveremos a pisar ese sitio ya sea el único abierto en toda la sierra. He sido camarero, y ese trato...

Me considero una persona positiva, cualquier servicio es bueno si te trata bien y atiende, pero todo tiene una excepción. Hablamos de un local que no hace justicia al excelente ambiente que tiene y el maravilloso lugar del que dispone. Nos sentimos atraídos por el menú, atractivo a primera vista, cuidado y a un precio excelente. Por supuesto no todo puede ser tan bueno como parece. Mi experiencia se basa en una mentira tras otra por parte del menú, no solo fueron condescendientes con nosotros si no que tras pedir el menú, un San Jacobo de primero con una increíble pinta, el servicio ya no disponían de dicho producto a lo que se me ofrece la alternativa: un mix de patatas, croquetas y nuggets a lo que acepto. Por un lado me arrepiento de haber aceptado por otro no es culpa mia que no solo no me trajeran lo que me prometieron, pues no llegué a ver los nuggets, si no que además me sirvieron un plato con 4 miseras croquetas congeladas acompañadas de un excelente ejemplo de patatas pochas, del congelador directas a mi plato. Esto no termina, pues queda el segundo plato, tras haber tenido que aceptar (otro) cambio, ternera por salmón, algo que sinceramente no me pareció mal pero ya me sentí obligado y engañado. Después de otro buen rato esperando el camarero nos dijo, como si ya lo tuviésemos que saber, que nos cambiaba el salmón por lubina; no era una pregunta ni una propuesta, nos lo cambiaba y punto. Si no habíamos tenido suficiente, en el menú aun nos quedaba el postre. Pero no puedo quejarme de un plato de sandia que tras tal nefasto festín de comida sin sabor, congelada y mal preparada realmente supiera a sandia. Volviendo al inicio de mi reseña, no recomiendo este lugar, no se come bien, no te atienden bien y no parece que acepten bien las criticas. La palabra es estafa, ese es el sentimiento que queda tras consumir...