Sidrería La Pumarada — Restaurant in Oviedo

Indignante atención, ha sido una tomadura de pelo, no tengo los suficientes calificativos Negativos para este sitio Contaré mi historia, para que otras personas no caígan en la trampa o avaricia, que este sitio ofrece. Hace una semana que contraté, en persona, para el 15/4/2025, una mesa para un grupo de personas, todas del principado, lo especifico, ya que los que nos atendieron, nos vieron cara de turistas ó intentaban engañarnos, como están habituados a maltratar de forma engañosa, a estos. El caso, es que especifiqué, con mucha claridad, que ese día se contrataba, para y exclusivamente, el menú. La chica, dijo, que sin problema, siempre y cuando no excediesemos de 10 personas. No era el caso, por lo que quedé, un día antes, realizar una llamada para confirmarlo todo. Le comenté, la hora, y los comensales y sobretodo, que queríamos el menú del día, y si me decía los platos que había, los elegiríamos, ya; pero ella me dijo, que no era necesario, que no existía problema en el mismo día decidíamos. Lo que sucedió el mismo martes, nunca lo hubiese imaginado

Cuando todos estabamos sentados, observé que en la mesa, estaban puestas las cartas, pero no las de nuestro juego, era el as de oros del mesonero, que intentaba sacar, aún, más beneficio, con un local a rebosar, lleno de ese turisteo, que deja mucho dinero a la ciudad y enriquece a gente como a los de "La Pomarada", y que estos deberían cuidar más, y no tener acinada a la gente como animales, apenas nos podíamos mover, el bullicio era irrespirable, a penas nos oíamos los unos a los otros. Cuando te levantabas, para ir al servicio y lavarte las manos, los camareros tropezaban y casi te obligaban a sentarte rápido. El frío en el exterior, era insoportable, ya que esta primavera, era de las que la temperatura cambia de un extremo a otro, agradecí, haber contratado dentro, poque la chica, también comentó que en terraza era un 10% más, y la granizada que cayó en Oviedo, hizo bajar mucho la temperatura... Pero el hielo llegó después, de casi 25' de espera, cuando un sudoroso camarero, , nos dijo que que queríamos de la carta. Qué hay de menú?, dijimos, sabiendo que había dos platos para elegir. no hay menú, contestó incomodo, mientras miraba a otro señor, que estaba de pie, como jefe de sala, que parecía controlar las reacciones de nosotros. Entonces le llamé y comentando, lo que yo había contratado. Pero el, casi a gritos, imagino que el jaleo del local y el marrón , que le había caído para decir, algo, que el sabía que estaba mal hecho. Le digo que no hay menú, se acabó, y que tienen que elegir algo de la carta. Cuando le he ido a responder, el señor, jefe, que estaba de pie, de otra manera no cabría, , entre las mesas, acudió en ayuda de su empleado . No hay menú, se ha terminado. perdone, pero yo lo he contratado hace unos días y ayer lo he confirmado. nosotros hacemos 100, menús y cuando se acaban se acaban, me respondió sin dilación, ni arrepentimiento. Vamos, le dió igual, estaba claro que con el amasijo de gente que tenía, se le había ido de las manos, y a el, sólo, le importó el money, no reservó el menú para nuestra mesa, no ha tenido en cuenta el respeto hacía sus clientes, ni hacía nadie, como se dice, "se la suda" . El es un jefe de...., bueno los actos hablan por si solos, encontrarse por el mundo personas así, que regentan sitios de comidas. Cuando yo le dije que me parecía que eran unos sinverguenzas. , el me replicó con todo su cinismo. Que yo lo único que había reservado era la mesa.... Posdata Mis amigos y yo, nos levantamos y nos fuimos, y justo enfrente, con un ambiente cálido y limpio. Entramos, en el mítico,, Terra Astur "y como no hay mal(La Pomarada)que por bien no venga (TERRA ASTUR)" Donde nos setamos estupendamente, con mesa y sillas espaciadas, con dos camareros uno que nos servia una rica comida abundate y económica,"UN tablón"( estupendísimo), recomiendo y una chica que nos sirvió y escanció, estupendamente la sidra, pudimos hablar los unos. con los otros porque no estamos hacinados, y no había ese...

Great customer service. Upon entering this place on a very busy Sunday lunch time, we were treated very well. The waiter we had was exceptional, knowledgeable, friendly, and very funny. We were shown to a table downstairs which was more cosy than sitting upstairs with the maddening crowds. The meal we had was shared and recommended by the waiter. It came out in good time and was of very good quality. We were not rushed and we often asked if everything was to our liking. I would recommend this place to anyone who is visiting the city. Try to get a table downstairs as it is far quieter and not as busy...

Teníamos una reservación para 4 personas para almorzar el sábado 13 de septiembre. Cuando llegamos, el mesero nos llevó a la planta baja de la sedería, lo cual fue una sorpresa para nosotros porque esperábamos sentarnos en el restaurante principal, no en la planta baja que parece un sótano. Luego nos sentó en una mesa que tenía al fondo dos mesas muy grandes: una tenía unos 15 hombres y la segunda tenía unas 10 personas con un niño pequeño en un carrito de bebé. La mesa con los 15 hombres era muy ruidosa porque gritaban, no hablaban, ¡estaban muy borrachos! La segunda mesa con el bebé también era ruidosa porque no se podían escuchar entre sí debido a los gritos de la primera mesa. ¡Así que también alzaron la voz! Además, mientras mostrábamos nuestro descontento e incomodidad a los meseros, una banda de mariachis bajó a tocar una música muy fuerte y ensordecedora que incitó a los borrachos a cantar aún más fuerte. El nivel de ruido era ilegal en un espacio tan pequeño y con techo bajo, ya que el nivel de decibelios superaba con creces el permitido. ¡Pasó todo eso y los camareros del local nunca intervinieron para detener el circo ni llamaron al encargado de la sedería para que arreglara el lugar! Cuando pagas 120 € por una comida para cuatro personas, esperas poder disfrutarla y conversar tranquila y civilizadamente con tus amigos, no ser molestado por un grupo de borrachos que no respetan los derechos de los demás clientes. Al irnos, pregunté por el encargado y le informé de lo que estaba pasando. Le expliqué que teníamos los tímpanos muy doloridos y que no podíamos conversar decentemente por el ruido. ¡Pero no me ofreció ninguna compensación por las molestias! ¡Seguro que no...