Hoy fuimos a comer el menú de la gamba, que cuesta alrededor de 40€ por persona. Parece excesivo pero relación calidad/cantidad/precio está bien. Te viene lo que viene en el menú, no te dejan escoger. Empezamos con un gazpacho, después con tostadas con anchoa. Estaban bien como entrante. Las gambas de palomós, que es a por lo que vas, están muy ricas, pero desgraciadamente solo te vienen 9. Es lo que tiene por ser un producto caro. Después viene el fideuá, éste estaba bien cocinado y rico en sabor.
Los postres, muy buenos. La tarta sacher muy rico, y la crema catalana también. También nos trajeron unos chupitos de natillas como detalle, que nos sorprendió con agrado. Los cafés correctos también.
El vino blanco que venía con el menú estaba regular, no destacaba. A mi me hacía dudar si el agua mineral o el vino era lo más caro. Sin lugar a duda lo más débil del menú.
Como punto de por qué 4 estrellas y no cinco, la camarera se despistó y nos trajo un plato que no era. Lo que más nos sorprendió es que, al no darnos cuenta que no era nuestro, naturalmente empezamos a comer, pero nada más empezamos a comerlo nos vino la camarera a retirarlo de la mesa diciendo que esto no era nuestro. Creemos ver ese mismo plato, del cual empezamos ya a comer, se puso en la mesa que correspondía, ya que no se tardó nada en retirarnos el plato, ir de vuelta a dentro y salir la misma camarera con el mismo plato a dejarlo a otra mesa.
También como punto negativo fue el aceite de oliva, que decía que la fecha preferente de consumo era junio de 2018. Entiendo que los aceites no caducan, pero para mi es importante que, para un restaurante del cual pagas un precio más alto de normal y esperas calidad, estos pequeños despistes no ocurran.
En conclusión, el restaurante es recomendable por la calidad de la comida y sabor. Tened paciencia con el servicio que es un poco lento y os encantará la experiencia. Yo seguramente volveré...
Read moreSorprendente lugar y no lo digo en positivo y para muestra un botón: ¡¡Te cobran 1 € por una cubitera de hielo para enfriar el vino!! La excusa es buena porque es para evitar el consumo innecesario de agua, lástima que se desmonta cuando pides hielo para el agua y te ponen, gratis por supuesto, una cubitera gigante llena de hielo.
Valoración objetiva:
Instalaciones 3/5 Servicio y atención 4.5/5 Producto y elaboración 4/5
Las instalaciones son correctas, con un cierto aire clásico que entona bien con la propuesta y ubicación, pero no se pueden organizar las mesas de cualquier forma y situación si se pretende cobrar más de 60 € por persona.
El servicio en sala es muy atento y cuidado, si no fuera porque el jefe de la misma decide cuando se puede pedir un aperitivo. La preparación de la mesa es aceptable, pero ni esta ni las copas de vino son las adecuadas para degustarlo, no se puede cobrar el vino con un margen sobre el precio de bodega y servirlo en copas de vidrio de agua y mucho menos, cobrar por tenerlo a la temperatura de servicio adecuada, porque no señores restauradores una funda fría no pone el vino a temperatura de servicio sino lo está al salir de nevera.
El producto es de excelente calidad y lo tratan muy bien. Excelentes las croquetas de gambas o los calamares a la andaluza fritos en aceite limpio (No, no es tan habitual como debería serlo), pero el meloso de bogavante aun estando muy bien resuelto, no puede servirse sin ningún otro ingrediente que cuatro almejas y nada de más, al menos un poco de calamar por ejemplo.
En fin, un almuerzo regular no por la comida sino por el conjunto a un precio muy alto para lo que ofrecen aunque intentan mejorarlo con unos petits fours poco afortunados pesar de las buenas intenciones y la guinda es el cobro de 1 € por la cubitera con hielo, ridículo cuando has pagado más de 120 € por lo que nos fuimos a tomar los postres...
Read moreEl sábado 22 de Junio fuimos a cenar y no volveremos nunca. Lo primero que leímos en la carta nos llamó la atención (Todo se hace al momento, así que relájese...); nada más lejos de la realidad, pedimos que el vino estuviera muy frío y se sirviera antes que nada, algo que es evidente, vino a servirnos una señora que distaba mucho de haber pasado por una escuela de hosrlería o aprendizaje en el propio restaurante. Trajo las ostras y ya que no se fijó en las copas vacías, pedimos el vino otra vez. Volvió a la mesa a darnos la charla mientras servía el vino, primera y unica vez que se sirvió. Pedí un arroz vegano que tenían fuera de carta, le dije que era tan salado que no iba a acabarlo, ni lo retiraron, trajeron los 2 platos de mi marido en tiempo récord, como si se tratara de un menú rápido, primero erizos y enseguida el plato estrella PULPO sobre crema de patata resultó un pulpo sobre un simple puré de patatas con trozos de patata enteros dispuestos en un plato con ningún arte. Un postre, un whisky con hielo Pagamos 118€ que la camarera indicó nos había descontado el pulpo como atención propia, después de aguantar que tocara el hombro de mi marido con camisa blanca "al estilo colega" en contadas ocasiones y sus risotadas más propias de una cantina de carretera. Ningún encargado percibió la mala atención, en la Costa Brava hemos estado en restaurantes excelentes en ese baremo de precio, creo que al ser extranjeros presumen que no vivimos en Palamós y nos marchamos a nuestro país, ya vienen más "guiris" detrás. Claramente, hay foros de extranjeros que viajan por el mundo y también recomiendan o advierten a sus...
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