Hemos cenado en este restaurante y como me gusta ser positiva, lo primero, la comida muy buena. Tanto los huevos rotos como las croquetas increíbles. Todo muy bueno. Pero vamos a ponernos serios. Telita el trato al cliente. Empecemos, la mesa muy chula con vistas al castillo. El aire goteaba encima de una de los sitios. Ahí no hay problema. Pero cuando mi hermano se cambia de sitio porque el aire acondicionado goteaba encima de su plato y cabeza y se lo decimos amablemente a uno de los camareros su respuesta fue: ya. Pero a ver… ¿como que ya? Si lo sabes, o lo arreglas o no sientas a nadie en esa mesa. Ni un disculpen. Que a ver, que tampoco somos nosotros de la realeza, pero si te estamos diciendo que el aire gotea encima de un plato de comida pues digo yo que alguna respuesta más que ya merecerá el cliente. Después, pedimos un provolone, en su carta en la lista de ENTRANTES como no salía y llevábamos un buen rato esperando lo pedimos y respuesta literal (que acabo de salir): caballero, el provolone sale lo último porque lleva mermelada de tomate pero si lo quiere se lo traigo ya. De malas formas no, lo siguiente. También cuando después de más de 30 minutos con los platos vacíos y esperando los siguientes nos dicen “no están ustedes solos” pues mira, tengo ojos en la cara y no, no estamos solos pero si no os dedicarais a contarle a unos clientes que si vuestro familiar es francés y que si tralali tralala pues lo mismo si me había comido la oreja. En fin, que la comida buena pero que ojito con los camareros porque llevo toda la vida cenando en restaurantes de todo tipo y borderias así de cara al público las justarás. Supongo que no todo el mundo es para todos así que nada, gracias por la comida pero a replantearse...
Read moreEstuvimos noche de sabado para tomar algo en espera de mesa reservada en Mandarina Club de la misma propiedad. Lugar correcto y bien decorado con cocina vista y servicio amable. Sin duda una buena ubicación frente al mar y con vistas al Castillo de Peñíscola (aunque nuestra mesa estaba en interior y su terraza no es muy amplia)
Mi baja calificación es por lo ofensivo que resulta el hecho de que nos cobraran 17€ por dos Paulaner de 350ml tamaño no muy habitual más típico de Franciskaner...tal vez fueran de importación (no conservo ticket pero adjunto foto de carta donde figura el precio de la de 500ml por 8,5€ aunque las nuestras eran menores, servidas directamente en botella y con vaso convencional). La elegimos sin mirar la carta al cantarnos las cervezas que tenían. La Paulaner es cerveza de trigo bien conocida, de mi gusto, pero común y popular que se puede encontrar en muchos supermercados por 1,5 o 2 € aprox la de 500ml. (nos "obsequiaron" con un platito minúsculo de almendras). Entiendo los precios de hostelería en una vermuteria "cool" y normalmente esta cerveza la he bebido en sitios de playa de la zona por 4-5€ como máximo, pero multiplicar x5 o x6 me parece un abuso que no hace ningún favor al visitante ni al propio local. Y te puede dar idea sobre su política de precios a no ser que sea un error. No entiendo en qué están pensando. Es Peñíscola, un lugar, fantástico, pero esos precios me recuerdan lo absurdo de otros abusos de Ibiza, Marbella, Mònaco y similares...no procede en locales que pretenden ser profesionales y ganarse la confianza de sus clientes. Ojalá fuera un error pero, de momento, y con tanta oferta ..no...
Read moreLocal modern amb magnífiques vistes. La seva planta allargada condiciona la distribució de les taules (taules mostrador) i fa que, en el cas de ser una parella, hagis de seure un al cantó de l'altre en un banc. Al tractar-se d'una "vinoteca" ofereix una gran varietat de vins que pots degustar "a copes". Nosaltres ens vam decantar per un menú-maridatge (en tenen 3 ofertats que consten de 3 plats i postres). Del servei ens va sorprendre una mica que la suposada "encarregada" no sabés que dels 3 menús ofertats a la carta aquella nit tan sols en tenia un de disponible. També ens va sobtar que sense saber encara que menjaríem ens preguntés pel vi que volíem. Del menú-maridatge escollit no ens varen donar cap tipus d'informació. Ni dels vins, ni dels plats (vam preguntar de que eren les croquetes i van haver de consultar-ho a la cuina). Veure que encara no t'han portat el primer plat (3 talls de formatge per cap) i que el cuiner s'està fent un selfie amb el cambrer... doncs no és gaire professional, la veritat. Com alternativa a la sobreexplotació dels arrossos que hi ha en aquesta zona és interessant, però hi han detalls que fan que aquest restaurant sigui un "quiero y no puedo". Hi ha massa olors en el restaurant que fan que gaudir del vi no sigui una experiència completa. En la cuina es veu que hi ha una fantàstica feina prèvia necessària per optimitzar el poc espai de que es disposa però no pots pretendre ser diferent a la resta de locals si continues servint com qualsevol arrosseria. El menú-maridatge que vam provar ens va semblar just pel preu. Potser és millor opció anar escollint els diferents plats o tapes i fer-te tu...
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