Fui con mi pareja a cenar así que esta opinión NO es sobre el menú, si no sobre la carta. Pedimos cuatro platos y ninguno nos llegó a encantar teniendo en cuenta el alto precio, aunque la materia prima era de muy buena calidad. Faltaba sal (según el cocinero, que salió para preguntar a los clientes que tal la comida, cosa que me parece muy adecuada, era una queja muy frecuente porque él suele comer sin sal) En mi opinión, me pareció de poca profesionalidad este argumento...si es una queja frecuente a un plato de más de veinte euros, se le debe poner remedio inmediato para que no sea "frecuente" en lugar de decirle al cliente.. "mucha gente me dice que está soso" y seguir dejándolo soso. el resto de cosas que pedimos estaban bien pero no nos emocionaron.
El trato era correcto e impersonal, quizás demasiado frío a veces, pero eso va en gustos y por lo tanto no incidiré sobre ello. Hubo un par de detalles poco elegantes que no nos gustaron nada:
Quisimos pedir unos cortes de queso de hinojosa, cuatro o cinco para terminar el buen y poco vino que nos quedaba porque ya habíamos terminado los platos y no queríamos tirar lo restante. Esto lo hacemos en cualquier restaurante de la categoría que sea y no hemos tenido jamás ningún problema. En este caso nos dijo el camarero que no era posible, que no podía ponernos el queso porque no se ofertaba en la carta ni se servían ibéricos en el restaurante, a pesar de que tenerlo lo tenían porque nos habían puesto ya unos cortes de queso de hinojosa en un plato elaborado de los que comimos. Le explicamos que era para terminar el vino, que fuese mismamente de ese mismo queso que nos pusieron en el plato que ya nos comimos, pero no quiso ponerlo, su negativa fue rotunda, y ni siquiera se lo preguntó al encargado/a ni en cocina. Es la primera vez que veo esta rigidez en un restaurante así, y es que sí se tiene lo que el cliente pide, aunque no se tenga en carta y siempre y cuando no requiera ningún tipo de elaboración o cocinado, se le ha de servir al cliente. Como si pide unas rodajas de pepino para mojarlas en el café... si se tiene pepino, se cortan unas rodajas y se sirven. Pues nada... nos quedamos con las ganas de los cortes de queso aunque lo tenían ahí en la cocina.
Después, yo no tomé ni chupito ni café con el postre, aunque mi pareja sí. Yo tomé un menta poleo. A mi pareja no se lo cobraron, y a mi me clavaron 2,50 por la infusión. Llamé por primera vez a la camarera en toda la cena, y lo hice educadamente en voz baja con un "disculpe" para pedirle un poco de hielo para mi infusión y me respondió según se acercaba con un ¡QUE PASA! bien alto, en un tono extremadamente hostil y de enfado. Tanto que le tuve que decir... "nada nada.. tranquila, solo quería un poco de hielo". Pero vamos, que no lo necesité casi porque con esas maneras me dejó de hielo a mi..
Respecto al sitio, esto ya va en gustos, es un diseño de autor que es interesante y bonito. Importante: el cuarto de baño totalmente limpio con muchos objetivos de aseo e higiene personal para las mujeres. Lo que no nos gustó es que sobre cada mesa hay una luz super intensa y blanca encima que no favorece que el ambiente sea confortable en las cenas. Supongo que si buscas ver bien los platos es correcto, pero para una velada o cena agradable es bastante frío... y aunque las mesas están muy separadas y el salón es amplio, entre que no hay paredes y los focos sobre las mesas tipo escenario de teatro.. o biblioteca.. con un golpe de vista puedes ver hasta los puntos negros de la nariz del que está a la otra punta cenando y no termina uno de sentirse confortable.. pero esto último ya va en cuestión de gustos.
Nos costó la cena 85 euros a la pareja. Hemos ido a otros sitios en los que nos ha costado menos, lo mismo, y mas, y hemos vuelto a ellos por la calidad, los sabores, el trato y el ambiente. En este caso solo hemos visto acorde con el precio la magnífica calidad de la materia prima de la comida, el resto, para nosotros, estaba lejos de ser suficiente para ese precio. Así que no...
Read moreLooking for a truly special dining experience? El Alquimista is a hidden gem! A perfect blend of tradition and creativity, right in the heart of Salamanca.
🍷 Elegant, modern Spanish cuisine — every dish is crafted with passion and imagination. 🏛️ Charming, sophisticated atmosphere — a place where every detail feels thoughtfully curated. 🧪 Innovative touches — classic flavors with a creative, almost magical twist. ✨ Top-quality ingredients — fresh, local, and seasonal, always at their best. 💁🏻♂️ Impeccable service — attentive without being overwhelming, making the whole experience seamless. 💶💶 Fantastic value for the level of creativity and quality you get.
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Read moreReservamos en este restaurante ya que fue una recomendación, con lo cual las expectativas eran altas. La peor parte se la llevó el servicio, aunque el camarero si fue máoatento, la mujer que nos llevó a la mesa nos recibió de manera algo desagradable (fuimos con un bebé y nos indicó que no habíamos puesto nada en la reserva, a lo que le comenté que lo intenté pero el sistema no deja añadir notas). Además del brusco comienzo uno espera que los platos le sean cambiados cuando las comidas llevan salsas para que no se mezclen los sabores (dos entrantes, a distintos tiempos, ambos con salsas muy distintas). Así como que si pides una nueva bebida te la pongan en una nueva copa (sobretodo teniendo en cuenta que uno de los entrantes llevaba huevo y eso mancha mucho en cristal). El menú era muy interesante pero tuvimos la sensación que los sabores se quedaron a medio camino, pintaban muy bien en papel, y la estética era muy buena, pero por más que quisimos no nos gustaron. Exceptuando el postre que estaba riquísimo. Para terminar con el tema del servicio, yo que me estaba comiendo el pan porque me había quedado con hambre ya que mi principal se lo di a mi pareja porque no me gustó, vi de pronto como la camarera del comienzo (que a pesar de parecer la maitre en ningún momento se comportó como tal, ni pregunto nunca qué tal la comida, ni nada de lo que haría un maitre), sin preguntar, cogió el susodicho y se lo llevó, así que fin a mi cena. Finalmente, al mostrarnos la carta de postres, vimos que tienen un postre que tarda 20 minutos en hacerse. Esto debería indicarse en la carta principal, para que uno lo pueda pedir con antelación ya que nos hubiera gustado probarlo. No volveremos ya que la comida fue muy cara para lo que nos gustó, aunque si creo que el restaurante tiene mucho potencial, y podría convertirse en un sitio estupendo si revisarán...
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